El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un plazo de siete días, para que 15 diplomáticos de la embajada de Cuba en Washington, abandonen el país.
El Departamento de Estado, por medio de Francisco Palmieri, encargado de los asuntos latinoamericanos, informó sobre la expulsión de los funcionarios cubanos en una teleconferencia de prensa, de acuerdo a la agencia Apro.
La determinación del gobierno de Trump se toma como represalia a los “ataques acústicos” contra diplomáticos de Estados Unidos en la Habana, quienes salieron de la isla y la sede diplomática por orden del secretario de Estado, Rex Tillerson.
Palmieri aclaró que la expulsión de los 15 diplomáticos cubanos “no significa el rompimiento de relaciones” con Cuba, que restableció el ex presidente estadounidense Barack Obama.
Luego de que la semana pasada retiró al 60 por ciento de su personal diplomático en la Habana, el Departamento de Estado exhortó a la ciudadanía estadounidense a no viajar a Cuba y canceló el proceso de emisión de visas en la sede diplomática en la isla.
Se había especulado que el gobierno de Trump rompería relaciones diplomáticas con el gobierno de Raúl Castro, y que ordenaría el cierre de la embajada de Estados Unidos en la Habana.
El Departamento de Estado sostuvo que restablecerá totalmente las actividades de su sede diplomática en la Habana, hasta que el gobierno de Castro les dé garantías absolutas de seguridad.
En el Congreso federal de Estados Unidos, legisladores republicanos y demócratas han pedido al presidente Trump que mantenga las relaciones diplomáticas con la isla.
En la Casa Blanca se han negado a comentar sobre si Trump, como lo prometió durante su campaña presidencial del 2016, mantiene vigente su promesa de suspender las relaciones diplomáticas con Cuba y cerrar la embajada de su país en la Habana.
