Un total de 142 personas murieron al descarrilarse un tren en el estado de Uttar Pradesh, en el norte de la India.
Tras el accidente ferroviario ocurrido la madrugada de ayer –considerado el peor del país desde 2010–, equipos de rescate trabajaron toda la noche con grúas para separar los restos del tren, antes de que la policía detuviera la búsqueda en los 14 vagones que se descarrilaron.
“Las operaciones de rescate terminaron. No prevemos hallar más cuerpos”, comentó Zaki Ahmed, inspector general de la policía de la ciudad de Kanpur, a unos 65 kilómetros de Pukhrayan, el lugar del accidente.
En India, el sistema de ferrocarriles –el cuarto más grande del mundo– es utilizado por aproximadamente 23 millones de personas todos los días, pero siempre va saturado y con los años se deteriora cada vez más. Las velocidades promedio llegan a poco más de 50 kilómetros por hora y los accidentes son comunes.
Este año, el primer ministro Narenda Modi prometió niveles récord de inversión y anunció una nueva línea de alta velocidad financiada por Japón, pero la principal red no ha tenido mayores avances en la actualización de sus ferrovías ni en equipos de señalización.