“El tiempo dirá si fuimos malos o buenos”: Armando Villarreal

“El tiempo dirá si fuimos malos o buenos”: Armando Villarreal

 

CULIACAN SINALOA, 18AGOSTO2016.- Entrevista con el Secretario de Administración y Finanzas de Sinaloa. FOTOS:CRISTIAN YARELY DÍAZ/RÍODOCE
ARMANDO VILLARREAL. Que sólo agregó 666 millones de pesos al déficit recibido en cinco años.

 

 

 

No es fácil contactar a Armando Villarreal. El tesorero del gobierno de Mario López Valdez pocas veces aparece en eventos públicos, y cuando lo hace, de inmediato, es asediado por la prensa. “Las finanzas no son para cualquiera”, dice al iniciar la entrevista con Ríodoce. “Pocos están informados, pocos se preocupan por entender y otros no quieren entender”.

Dice haber cargado con una “pesada loza” durante los cinco años y medio que lleva de administrar los recursos públicos de Sinaloa: un presupuesto anual de más de 45 mil millones de pesos. El fin de semana, cuando sale de su oficina en el tercer piso de Palacio de Gobierno, ubicada al lado derecho del despacho del Gobernador, Villarreal Ibarra regresa a su negocio familiar, una mueblería en Los Mochis.

“Ahí los problemas son cosas de niños”, cuenta entre risas.

Sabe que es visto como “el villano de la película”, pero asegura que gran parte de eso es desinformación o mera política. Defiende que su gran logro es el haber reducido el déficit a corto plazo aunque admite que los tiempos no fueron fáciles, la dinámica le orilló a pedir casi 15 mil millones de pesos en préstamos bancarios para aliviar el gasto corriente y dos mil 600 millones de pesos en deuda a largo plazo para reactivar la económica en Sinaloa.

Y es por eso que a punto de salir de su naufragio, Villarreal Ibarra lo advierte: el barco está a punto de hundirse.

 

El flotador de Villarreal

Tras una investigación que surgió a partir de observaciones de la Auditoría Superior del Estado, Ríodoce dio a conocer que en los últimos seis años, la tesorería estatal contrató 62 créditos con la banca por un monto de casi 15 mil millones de pesos. Villarreal pide que el tema no se satanice. “Era un sí o sí”, defiende.

En la sala de juntas de su oficina en Palacio de Gobierno, el tesorero mochiteco se remonta al 2013 cuando se presentó un déficit de mil millones de pesos en el presupuesto anual que obligó al gobierno de Sinaloa a incrementar los créditos con la banca. Ese año, Sinaloa contrató créditos por un total de cuatro mil 489 millones de pesos, la suma fue la más alta alcanzada en los seis años de la administración. Había cosas que no podían dejarse de pagar y después se convirtió en una dinámica que ya no se pudo detener, explica.

 

—¿Estos créditos finalmente hablan de un desorden administrativo?

—No, no lo quisiera ver yo así, pudiese verse así pero no creo justo verlo así, porque el único que sabe lo que pesa la loza son los que la venimos cargando y hay cosas que tú no puedes dejar de pagarlas en el momento. Una respuesta así clara de por qué nos metimos a los créditos, por la falta de mil millones de pesos que tuvimos en 2013, porque no te llegó el ingreso y hubo muchísimas cosas que no podías quitar y te quedaste en esa dinámica de solicitar los créditos para cumplir con ese compromiso que la sociedad está esperando, lo más práctico hubiera sido no entro y pues no pago.

“Yo tuve que hacer uso de esa herramienta para poder operar este sexenio, son cosas que me tocaron a mí, así de simple, son circunstancias del momento”, asevera.

Villarreal Ibarra explica que a lo largo de los seis años, su administración se enfrentó a un déficit de mil 800 millones de pesos que a pesar de haberse presupuestado nunca lograron ingresar a las arcas. Para salvar al aparato gubernamental de un posible colapso, recurrió a los créditos con bancos como Banorte, Banamex, Interacciones y el Banco del Bajío.

Fue su flotador.

El presupuesto anual para operar los tres niveles de gobierno ha ido de 15 a 18 mil millones de pesos que se obtienen por ingresos propios y un aproximado de 30 mil millones de pesos más que llegan a la tesorería de Sinaloa a través de programas y participaciones federales.

El 93 por ciento de los compromisos gubernamentales dependen de los recursos federales mientras que la mitad de los ingresos propios se destinan al pago de nómina del aparato de gobierno, detalla Villarreal Ibarra.

“El margen de maniobra es muy poco, en un año puedes alcanzar a quitar de 100 a 150 millones, en celulares, gasolina, viáticos. Nosotros como funcionarios nos bajamos dos veces el sueldo. Pero llega un momento que dices vamos a incrementar los impuestos para generar ingresos propios y la sociedad no te lo permite, el Congreso no lo permite, los medios juegan un papel muy importante”, señala.

Y agrega “Resulta difícil incrementar impuestos, a nadie le gusta eso, por eso es que la dependencia de las participaciones federales es alta en todos los estados, algunos es un porcentaje más bajo pero con ellos si te fijas todos los impuestos y los derechos que han podido colocar en el menú de impuestos. Nosotros tenemos pocos impuestos en Sinaloa”.

Villarreal Ibarra recomienda una reingeniería inmediata. Revela que incluso ha sido tema de conversación con el gobierno en transición de Quirino Ordaz Coppel, quien hace siete años estuvo en la misma silla del tesorero. Revisar programas, dependencias gubernamentales, instituciones, prestaciones sindicales, una serie de gastos que tradicionalmente se han ido acumulando.

“Aquí lo que tenemos qué hacer y lo hemos platicado con el gobierno en transición, es una reingeniería de todo lo que los ex gobernadores han hecho y el legado que han dejado, porque cada gobernador deja su legado, sus organismos, sus dependencias, sus instituciones. Es analizar y decir, esto ya no lo voy a hacer, esto lo voy a reducir. Porque los nuevo gastos y las nuevas necesidades de flujo me lo está demandando”, advierte.

 

—¿Se entregará una administración frágil?, se le cuestiona.  

—Yo creo que mi principal logro en el paso por aquí y del gobernador Malova en el tema financiero, es que primero teníamos que poner un orden en la casa. Hay muchas cosas que se tienen que corregir aquí en la administración y en las decisiones de cómo se invierte y gasta el dinero. Pero lo principal que teníamos que haber hecho nosotros era detener el alto déficit con el que se venía cerrando cada año, es un trabajo de orden administrativo y de orden de finanzas. Creo que se ha logrado.

La deuda de Sinaloa

Con una gráfica impresa que pinta en rojo los años de Aguilar Padilla y en verde el sexenio de Mario López Valdez, Villarreal Ibarra explica cómo su administración enfrentó el déficit a corto plazo que les heredó el gobierno de Jesús Aguilar Padilla.

Según los números del tesorero, en 2010 Aguilar Padilla entregó dos mil 853 millones de pesos en deuda a corto plazo, a él en 2004, Juan Millán le había heredado tan sólo 194 millones de pesos.

“Los artífices de los déficit no ha sido Malova, ni ha sido Millán, han sido los primeros cuatro años de Aguilar. Creo que tenemos que ser sinceros y compartir con ustedes esa información, porque luego dicen que Malova es el que endeudó cuando venía sano. No, no venía sano”, defiende.

Los dos mil 853 millones con los que se recibió el gobierno, se elevaron hasta 3 mil 881 millones de pesos en el primer año de Malova. Después bajaron, luego subieron de nuevo y al cierre de 2015, el déficit a corto plazo, es decir la deuda que se tiene con proveedores, retenedores, fondos de ahorro, deudas sin fuente de pago, es de tres mil 492 millones de pesos.

Villarreal Ibarra saca sus cuentas, suma y resta y presume una cantidad final. Su administración sólo agregó 666 millones de pesos al déficit que recibió al iniciar el gobierno. No lo redujo pero tampoco lo incrementó en forma desmedida, celebra.

“No, no vamos a poder pagarlo. Nosotros lo que hicimos fue cuando menos no te lo incremente desproporcionalmente. Mario López Valdez ha sido el gobernador que con menos déficit ha cerrado, pero si le agregas el déficit que le dejaron las otras administraciones pues no, ahí sí se eleva”, admite.

A la deuda a corto plazo se le suma una deuda a largo plazo que según Villarreal Ibarra se recibió en 2 mil 600 millones y al término del sexenio se duplicó a casi 4 mil 640 millones de pesos más 3 mil 492 millones de deuda a corto plazo que suman un endeudamiento total de 8 mil millones de pesos.

“Sinaloa es privilegiado en el tema financiero, de los estados en transición Sinaloa es de los más sano”, asegura el titular de la Secretaría de Administración y Finanzas.

 “¡Ay sí! La ASE, ¡qué miedo!”

Pero los números de la Auditoría Superior del Estado no cuadran con los de Villarreal Ibarra. Él mismo los desconoce.

De acuerdo con el Análisis del Endeudamiento del Gobierno del Estado al cierre de 2015, realizado por la ASE en su último informe de revisión a la cuenta pública del segundo semestre de 2015, el endeudamiento total del gobierno de Sinaloa es de 10 mil 358 millones de pesos, de los cuales cinco mil 355 son de deuda a largo plazo y cinco mil 002 millones de deuda a corto plazo. Cifras que la ASE considera alarmantes.

“Esta difícil situación financiera que enfrenta el Gobierno Estatal tiene su origen en un manejo presupuestal que no respeta el principio de sólo gastar y comprometer recursos con base en los recursos disponibles. De continuar con esta inercia, las finanzas públicas estatales corren el riesgo de enfrentarse a situaciones de insolvencia y falta de liquidez”, subraya la ASE en su más reciente informe.

Pero Villarreal Ibarra lo demerita.

“Yo digo una cosa, lo que dice la ASE no es la verdad total, no es la ética total, no es el trabajo profundo el que hace la ASE, pero bueno esa es la herramienta de donde los medios pueden armar sus notas, cuando menos es la institución a la que le confían más que al propio servidor público. Como les digo aquí a mi gente, ‘¡Ay sí!, dijo la ASE, ¡qué miedote!”.

Desde 2011 a 2015, la ASE emitió 531 observaciones que derivaron en responsabilidades administrativas sancionatorias, las cuales tenía que investigar y castigar la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas, al último corte que realizó la ASE, aún quedan pendientes 432 casos.

Villarreal Ibarra se refiere a las diferencias con la ASE también por el caso de los créditos, un problema de interpretación de la ley entre ambos. Y es que mientras la Secretaría de Administración y Finanzas dice que su solicitud de créditos fue correcta, la ASE le cuestiona la violación a montos máximos establecidos en la Ley de Deuda Pública.

“Es una polémica de falta de interpretación entre la ASE y la secretaría, leyendo los mismos artículos y las mismas leyes, y nuestros jurídicos dicen no, para nosotros así es. Si nosotros estamos seguros de que estamos bien lo vamos a defender aunque lo haya dicho la ASE, y eso es lo que he yo he hecho y hecho y me he metido en una dinámica y en un tobogán en el que yo soy el que estoy mal, pero la prueba es que mis cuentas públicas han sido aprobadas”, presume.

 

—Si usted fuera el CEO (director ejecutivo) de una empresa ya lo hubieran corrido. Usted es empresario, ¿usted hubiera corrido al CEO si le dice a la junta de accionistas que ha sumado 666 millones de pesos que no puede pagar?

—Depende del entorno financiero, hay empresas que pierden, hay años que pierdo, años que gano, pero en el caso de gobierno se toman muy diferentes las decisiones que en una empresa, en una empresa los brincos que das siempre son para adelante y entre más lejos mejoe. En un gobierno a veces te tienes que regresar y a veces ir hasta atrás porque no terminas haciendo lo que debes sino lo que te dejan, y no hablo del que te manda, sino del entorno.

“Finalmente es el tiempo el que dirá si fuimos malos, si fuimos buenos administradores, creo que para las herramientas que teníamos, los tiempos que nos tocó vivir, los precios que se cayeron del petróleo, para recibir mil 800 millones por debajo de nuestro presupuesto, las incidencias que afectaron a nuestro presupuesto: heladas, seguridad y el tema educativo, creo que el gran logro de esta administración es bajarle de los miles a los cientos al déficit”, afirmó.

 

 

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