Parece que Ya te extraño (Miss You Already/Reino Unido/2015) revela mucho desde el título y la premisa, y que las expectativas que se hacen en los primeros minutos se cumplirán tal cual hasta el final, pero el filme de la directora Catherine Hardwicke (A los trece, 2003; Crepúsculo, 2008), tiene una que otra sorpresa.
Desde que Jess (Drew Barrymore) llega de niña a vivir a Londres y es rescatada por Milly (Toni Collette) cuando la enseña a hablar como inglesa para que nadie se burle de su acento estadunidense, nacerá una amistad en la que compartirán (casi) todo, con altas y bajas, pero para toda la vida.
Si las amigas ya habían experimentado el primer beso y experiencia sexual con el mismo chico, Jess no dejará sola a Milly cuando salga embarazada y se case, mucho menos ante el anunció de que tiene cáncer de mama, durante el tratamiento para sacarlo de su cuerpo, ni el día que le dicen que su padecimiento es tan fuerte que puede llevarla a la muerte. Tampoco Milly dejará a su casi hermana cuando fallezca su madre ni en el momento que tenga a su bebé, a pesar de que para entonces su enfermedad ya está muy avanzada.
Como en toda relación habrá situaciones incómodas, pleitos, alejamientos, pero jamás rupturas, porque la amistad de Jess y Milly es auténtica y perdurable: pase lo que pase, siempre las unirá alguien más que colabore en la costumbre de poner bigotes y barba a las chicas que aparecen en las revistas.
La película de Hardwicke no es una más de las que aborda el cáncer o una enfermedad terminal, se trata más bien de una historia de amistad genuina, de acompañamiento, de almas gemelas, que nacieron para estar juntas a pesar de todo: la enfermedad es el pretexto para mostrar hasta dónde puede llegar una persona por otra, de manera incondicional.
La tragicomedia, con guión de Morwenna Banks, no sólo tiene la intención de provocarle lágrimas —es lo de menos, incluso— sino de llevarle por un recorrido en donde lo mismo se reirá, sentirá alegría, que coraje y tristeza; por momentos estará de acuerdo con uno de los personajes, pero después se pondrá en su contra: igual los defenderá, los enjuiciará, que se compadecerá de ellos.
El carisma y la capacidad histriónica de Barrymore no está en duda, el público se encantó con su sonrisa y la adoptó, si no con E.T. El extraterrestre (1982), desde Jamás besada (1999), pero en Ya te extraño llena la pantalla, va de un lado a otro libre, segura y sin tropiezos. Collette tampoco tiene necesidad de reafirmar que sabe actuar, ya dejó claro quién es hace años, y ahí está Pequeña Miss Sunshine (2006) para probarlo, y aunque entrega una excelente interpretación, queda un poco opacada por su compañera.
Lo que sí funciona muy bien es la mancuerna de estas dos actrices, porque nadie cuestionará la naturalidad de las experiencias que viven, la manera en que se apoyen, la incondicionalidad que se tienen y las malas rachas que padecen: lo único que se entiende es una amistad verdadera.
Ya te extraño no es la película que romperá los esquemas en su género, pero tiene a su favor el no caer en sentimentalismos baratos y decir de manera convincente el repetido discurso de que, para disfrutar la vida, no se necesita mucho. Vaya a verla… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
