Perlas de pepe

Recuerdo que leímos todo lo concerniente a ellos. Que me alarmé, siendo un monaguillo, cuando Lennon declaró que eran más populares que Jesucristo y quemaron discos de ellos en varios estados de la Unión Americana y pretendían hacer lo propio en mi casa, motivo de mi alarma. Con nuestra niñez empecinada en acompañarlos en esa trinchera no admitida por la generación reinante, empezamos a brindarles culto. A buscarlos.

A los nueve años ya sabíamos quiénes eran de pe a pa John, Paul, George y Ringo. Sus fotos no decoraban las cabeceras de nuestras camas, como lo hicieron después —ellos junto con el Che y Serrat—, por la imposición en contra de nuestra voluntad de un Sagrado Corazón, que en el caso particular estaba irreconocible por los efectos de la permanente humareda de una veladora perpetua.

También seguimos paso a paso todas las notas que emanaban del caso Kennedy, que iban tramando un enorme laberinto mucho más inescrutable hoy en día que cuando se empezó a construir. Una intrigante novela que parece no tener final. Jacky nos partió el corazón cuando decidió casarse con un anciano griego que tenía como amante a una genial cantante de ópera. Con nuestro romanticismo a toda prueba, no nos cabía en la cabeza qué le podía ver esa mujer tan bella, fina, con sobrada clase, a ese viejo de sonrisa vulgar. Vaya que éramos románticos. Más que el río Elota, al que le daba por secarse de tristeza cuando no había lluvias.

Aun hoy sigo recordando la lejana tarde en que, con el asesinato de Kennedy en la radio, nos fuimos juntos un trío de amigos a conocer el fuego que transmitían cuatro greñudos que se llamaban Los Beatles. Me llegan sus voces, sus guitarras, sus percusiones exactamente con el sabor de la vez primera. Nos llegan los recuerdos y el perpetuo agradecimiento por habernos dado la llave para penetrar en el misterioso universo de la rebeldía.

Que fue lo que nos enseñaron.

Lo de Kennedy, también, visto a la distancia, fue un doloroso aprendizaje que nos dejó el amor por la información.

 

Texto editado del libro Mira esa gente sola, capítulo “Con una pequeña ayuda de mis maestros”.

 

 

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1109
GALERÍA
Imágenes de esta noche de miércoles 1 de Mayo, en el bloqueo parcial de la caseta de peaje de Costa Rica. Productores de Maíz se mantienen a la expectativa ante un posible desalojo por parte de las autoridades policiales.
Pequeños productores de maíz mantienen bloqueada la caseta de Costa Rica como medida de presión para que el gobernador acceda a un diálogo, tendiente a la búsqueda de un precio justo para el grano.
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.