En la administración de Malova ya se decidió sobre el nombramiento del sustituto de Francisco Frías Castro en la Secretaría de Educación Pública y Cultura, luego del anuncio anticipado sobre su renuncia al cargo y partido para buscar la candidatura independiente a la gubernatura.

Falta una semana, pero en los engranes del poder desde hace meses se ajustan dientes y se traban empaques.

Con el nombramiento del nuevo encargado de la educación para los trece meses y medio que le faltan al sexenio, Malova de nueva cuenta reflejará sus criterios para la selección de los funcionarios que lo acompañaron en la administración. Por quién se decida el gobernador y al mismo tiempo a quiénes desecha, reflejará afectos y desapegos el mandatario. Lucha interna, reacomodos, preparación para la campaña que viene.

Aquella afirmación de Malova en la toma de posesión en las últimas horas de 2010, de que no serían cuates ni cuotas quienes integrarían el gobierno del cambio, lo persiguió por los cinco años y lo perseguirá. En su negación estaba implícito justamente el criterio que prevaleció en todo el organigrama.

Cada quien por su lado, se fueron empujando al gobernador los nombres que son propuestas y que corresponden a grupos:

Gómer Monárrez González, actual Subsecretario de Educación Media y Superior, se encargó de preparar a su equipo para el arribo a la Sepyc. Desplegó el exrector de la UAS toda la estructura que fue sembrando en estos cinco años en las Universidades Tecnológicas de Sinaloa. En su caso, sería una decisión de cuates, porque Monárrez González va respaldado por completo por Gerardo Vargas Landeros. Le serviría incluso al Secretario de Gobierno en el caso remoto de que resulte candidato a la gubernatura —por el PRI o por quién sea—.

Bernardo Vega Carlos, quizás con las menores posibilidades entre los aspirantes, pero el magisterio no se puede quedar sin proponer a alguien. Debe recordarse que aunque mermado, el SNTE sigue manteniendo posiciones dentro de la mayoría de las Secretarías de Educación del país, y por supuesto en la Sepyc. Vega Carlos podría estar descartado por completo a estas alturas, aunque llegó a sabiendas de que no alcanzaría la posición, de lo que se trata en el mejor de los casos es mantener lo que ya se tiene dentro de la monstruosa institución. Una decisión a su favor sería de cuota para el magisterio.

Rocío Labastida Gómez de la Torre, la hija del exgobernador, se autopropuso para el cargo. Creadora y encargada del programa de niños sobresalientes, ASES, dijo que conocía desde hace mucho la institución y estaba profesionalmente lista. Muchos afirman que está completamente descartada, a no ser que Labastida padre reclame para sí una posición que ya tenía con Frías Castro. Por otro lado, Malova en realidad tiene más que cubierta la cuota con Labastida —sus dos hijos están dentro de la administración, uno Coordinador de Proyectos Estratégicos y la otra directora del Centro de Ciencias que creó su padre en los años 80—. Sin contar, la red de negocios donde los Labastida están involucrados de manera tangencial: el gasoducto y la planta de fertilizantes de Topolobampo.

Guillermo Aarón Sánchez, el rector, ya cerró el ciclo en la Universidad de Occidente, un puesto que siempre le quedó chico. Acostumbrado al primer plano en los tiempos de Juan Millán, encargado del cerebro de apoyo en la Coordinación de Asesores, Guillermo Aarón Sánchez es la cuota pendiente con el padre político de Malova. Parece poco tiempo los 13 meses y medio que le restan, pero la Secretaría de Educación es hoy por hoy un área clave en el marco de la política federal. No solo por la inyección de recursos que recibirá, sino sobre todo porque Enrique Peña empuja también una atención especial al Secretario Aurelio Nuño.

Margen de error

(¿Quién más?) ¿Habrá otro movimiento en el círculo principal de Malova? Todo parece indicar que no. El caso de Gerardo Vargas se trata por separado, porque de darse una eventual candidatura —por el PRI o por quién sea—, desgranaría una gran parte de la estructura que él mismo se encargó de montar en la administración malovista.

El gobernador no tendrá que hacer ningún replanteamiento en su gobierno ante la llegada de la sucesión, apenas algunos ajustes de quienes se vayan por candidaturas, estará brindando con muchos de ellos en el fin de año de 2016.

Mirilla

(Plata) A Gilberto Plata lo acompañó la fortuna para recibir el nombramiento como Magistrado del Tribunal de lo Contencioso y Administrativo. Había sido el feroz representante del PAN en el Consejo Electoral, no daba respiro a consejeros, gritaba, ofendía. Su comportamiento lo acercó con Gerardo Vargas, el coordinador de la campaña de la coalición opositora, hasta entonces dos desconocidos.

Ya con el triunfo, en el inicio de 2011, el equipo de Malova abría oficinas, contaba lápices y monedas que habían dejado en los cajones vacíos los aguilaristas en la derrota. Llegaban pendientes a la oficina de Vargas y uno de ellos fue la vacante de Magistrado en el Tribunal de lo Contencioso y Administrativo.

Aquel día le diría Vargas Landeros a Gilberto Plata que si por qué no se iba al Tribunal. Empujarían en el Congreso para sacar el nombramiento, no se veía problema. Eso le resolvía a Vargas el acomodo de Plata, con quien se sentían entonces comprometido. Plata aceptó y cinco años después ahí se mantiene.

Toda la historia de aquel nombramiento viene ahora a cuento por la resolución del Tribunal de lo Contencioso, donde se decide la destitución del Tesorero de Culiacán por desacato. Con la contienda política abierta y cruda, no puede dejar de verse la mano de Vargas en este lío en que metieron a Sergio Torres.

Primera cita

(Los nalguea la marina) A nadie le va a interesar aclarar la nalgueada de los agentes de la Marina a dos policías desamparados de Angostura. Ni el gobernador, ni el Alcalde y menos el Procurador estarán interesados en resolverlo. Los agentes acusan directo: “Nos hincaron y nos pegaron con una tabla, nos pegaron con las manos extendidas en la cara y los puños abajo, en la costillas”. La foto de las nalgas del policía municipal apena, no por las partes mostradas, sino por la carga de golpes que debió soportar como un niño regañado a quien el padre o maestro nalguea.

La Marina desmintió oficialmente la acusación. Si no fueron ellos, ¿quiénes? Otra vez el velo del humo en una operación, otra vez la misma defensa: no disparó la Marina en los pueblos de Durango, eran otros helicópteros; no fueron marinos quienes nalguearon a los policías, como dice la canción: esas son puras mentiras, esa noche yo no andaba ahí, debes estar confundida, o era alguien igualito a mí (PUNTO)