Disfunción eréctil y una de sus principales causas: la obesidad

 

La obesidad también es una disfunción

 

La disfunción eréctil (DE) es un problema o trastorno relacionado con los aspectos físicos y psicológicos de la salud, que tienen un impacto significativo en la calidad de vida de las personas afectadas y en sus parejas.

El paciente que padece DE, “es aquél que tiene dificultad para mantener y tener una erección de forma sostenida y la consiguiente penetración en la pareja”, de acuerdo a información del cirujano urólogo José Adrián Martínez Vargas.

La disfunción eréctil puede ser ocasionada por múltiples factores, sin embargo, actualmente, el modo de vida que llevamos, lleno de excesos tanto de trabajo, desvelos, y el consumo de sustancias nocivas como el tabaco, drogas, alcohol y comida chatarra,  pueden adelantar el padecimiento.

“En el caso de esta enfermedad, una de las principales patologías o enfermedades que ocasionan esta disfunción es la obesidad”, precisó José Adrián Martínez.

La obesidad genera trastornos en el control del azúcar, de presión arterial y con las grasas, principalmente colesterol, triglicéridos y otros que mayormente impactan los niveles de grasa en la sangre.

El paciente con kilos de más reduce la producción de testosterona, hormona encargada de regular la libido. A su vez, esta sustancia posee facultades metabólicas y contribuye a disminuir la grasa corporal.

Por ello, la baja en los niveles de testosterona multiplica los casos de disfunción eréctil. Sin embargo, la obesidad, aunque es factor de DE, no determina el padecimiento.

Aunque Sinaloa posee el primer lugar nacional en su población con sobrepeso y obesidad; no es éste el factor principal que genera DE en la entidad.

“El principal factor para padecer DE es el consumo de drogas, cocaína principalmente”, mencionó Martínez Vargas.

A nivel nacional, se estima que entre el 25 y 30 por ciento de la población de hombres mayores de 50 años padecen DE, o por lo menos ha llegado a tener dificultades en más de una ocasión para sostener una erección.

Adrián Martínez explica que después del consumo de drogas, alcohol y tabaco, el sobrepeso y la obesidad son el factor de padecimiento de disfunción eréctil, seguido de lesiones de columna o pelvis, o pacientes con antecedentes de cirugía.

El urólogo Adrián Martínez, explica que existen diferentes tipos de disfunción eréctil.

“Hay quienes tienen una disfunción eréctil parcial y hay quienes tienen una total”

El paciente con padecimiento parcial es aquél que tiene una intumescencia; su pene se pone firme pero no logra tener la rigidez necesaria para mantener una penetración.  El paciente que tiene disfunción eréctil total, es aquel que aún con el estimulo erógeno no logra tener ningún tipo de erección.

“Es muy importante para nosotros como especialistas, partir con el paciente desde qué tipo de disfunción presenta”.

Adrián Martínez precisa que el paciente obeso tiene tres principales problemas que se derivan del llamado síndrome metabólico: el primero es la resistencia a la insulina, seguido por la presión arterial y el tercero son los trastornos en el control de las grasas.

Martínez Vargas recomienda que el hombre que padece disfunción eréctil y sobrepeso u obesidad, debe llevar un tratamiento encaminado a la reducción de peso con atención especializada de un nutriólogo y un médico internista, para controlar de manera transitoria estos desórdenes y alteraciones aunadas a la obesidad.

“Hay muchos pacientes que con el simple hecho de bajar a su peso ideal no requieren el tratamiento para la diabetes ni para la hipertensión ni para las grasas ni para la disfunción”, expresó.

La hipertensión arterial es parte importante dentro del desarrollo del padecimiento de disfunción eréctil. El paciente que padece hipertensión arterial, tiene rigidez de los vasos sanguíneos y por consiguiente dificultad en el mecanismo de erección.

Al ser un mecanismo de llenado  de sangre en el cuerpo del pene, aquél paciente que tiene los vasos sanguíneos rígidos no tiene la capacidad de expandirlos para que se llenen de sangre y no se lleva a cabo una erección de buena calidad.

“La obesidad impacta directamente de una forma muy importante en la disfunción eréctil, porque todos los pacientes con obesidad tienen un índice de masa corporal mayor al 30 por ciento. Son pacientes que incrementan el riesgo de disfunción eréctil hasta en un 30 por ciento con respecto  a la población sana”, detalla Martínez Vargas.

A partir de los 50 años, es común que el paciente padezca DE por factores como la diabetes, la hipertensión y trastornos cardiacos, todos ellos derivados del sobrepeso y la obesidad.

A su vez, se hace frecuente a partir de esta edad, por trastornos tiroideos, en la producción de testosterona o por incremento de la hormona prolactina.

“La disfunción eréctil es un síntoma de algo que está sucediendo en el organismo, y a partir del síntoma de la disfunción, se tiene que ver si tiene problemas de las hormonas”.

Alrededor de 30 por ciento de hombres de entre 50 y 60  años ya tiene DE y el paciente mayor de 70 ya tiene DE severa, según datos proporcionados por Martínez Vargas.

El urólogo recomienda atender tanto el padecimiento de disfunción eréctil, como los factores que la hayan originado. Apunta que la atención debe ser integral y sobre todo, de información con el paciente.

“Si yo no logro llevarlo a un peso mejor, controlar su presión arterial, sus niveles de glucosa y solo le doy tratamiento médico, tampoco va a mejorar”.

Actualmente la industria farmacéutica cuenta con múltiples tratamientos en el área de la urología y ha realizado una gran inversión en ella.

Los tratamientos de primera línea para contrarrestar la DE son todos aquellos tomados, como el sildenafil, mejor conocido como Viagra; el tadalafil o cialis, y el vardenafil o Levitra, que son adquiridos como medicamentos de primera mano para quienes han tenido dificultades en su erección.

Los medicamentos de segunda línea son inyectados directamente en el cuerpo del pene, y otros más complejos como la bomba de vacío utilizada para bombear suficiente sangre en el pene y lograr la erección para una posterior penetración.

También está la alternativa de las cirugías o inserción de prótesis peniana o de pene. Sin embargo, antes de ser sometido a cualquiera de los tratamientos, lo más importante es llegar a las causas que detonan la DE.

Adrián Martínez considera que de su población de pacientes, solo el 10 por ciento pide medicamentos para tratar la DE.

“El hombre se siente evidenciado, señalado y que falla a su principio de ser hombre, como cultura machista”.

La gran mayoría de los pacientes que padecen DE están tomando medicamentos por prescripción propia. Por algo que vieron en la televisión, que leyeron en una revista o que les recomendaron y han evitado consultar a un especialista.

“El hombre no está tan abierto a comentarlo, pero sí se trata. El paciente tiene la posibilidad de ir y comprar un medicamento y tomárselo”, señala Adrián Martínez.

Además, señala que si el tratamiento para la DE requiriera prescripción médica o de un especialista, se tuviesen datos fidedignos para poder precisar la edad y rango de hombres que están requiriendo de un tratamiento para este padecimiento. “No podemos tener un control o conteo porque todos se automedican en un inicio”, dijo.

La automedicación es incorrecta pese a la libre venta en el mercado farmacéutico en tratamientos de DE.

Este tipo de medicamentos tienen suscripción de acuerdo al lapso en el que se deben tomar, las condiciones, cada cuánto pueden ingerirse, la cantidad de consumo y el tiempo en el que harán efecto.

En los pacientes con enfermedades cardiacas y cardiovasculares sometidos a tratamientos para su control, la contraindicación de medicamentos auto recetados es de sumo riesgo, hasta tres veces mayor que el paciente en condiciones de peso y talla regulares.

No existe a la fecha una regulación a nivel COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), ni por la Secretaría de Salud, como la existe actualmente con los antibióticos que solo están a la venta con receta médica.

La psicóloga Berenice Celis Solís recomienda que el paciente que padece DE lleve una terapia en pareja, a la par que sea tratado medicamente para el padecimiento físico, a fin de que haya una mejoría integral.

“El hombre debe quitarse cualquier tipo de complejo y tabú”, mencionó Celis Solís.

“La comunicación es la mejor, si no hay comunicación no hay nada. Si la mujer mira que su pareja sufre, debe de alentarlo y apoyarlo en el camino del tratamiento médico”, recomienda la especialista.

Ambos expertos coinciden en que la cultura machista de los sinaloenses es un factor que en algunos casos, impide al hombre acercarse al médico o buscar orientación.

“¿Cómo me puede estar pasando esto a mí?, yo soy hombre, no puedo tener estos problemas, no puedo fallar”, son algunos de los pensamientos de los que debe desprenderse el hombre, asegura Berenice Celis.

Es importante que el paciente que ha presentado problemas de disfunción eréctil en cualquiera de sus casos, acuda primeramente con un urólogo para identificar los factores que la han ocasionado.

En el caso del paciente obeso se debe canalizar tanto al nutriólogo, como al cardiólogo y médico internista para que el tratamiento sea eficaz.

 

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