Las autoridades investigadoras no descartan del todo la hipótesis de que los presuntos asaltantes habrían buscado a algún cliente de la Notaría para ejecutarlo
“¿Tiene una caja de dinero aquí en el despacho?”, le preguntaron al notario ese día después del asalto con final sangriento: un policía herido, un presunto delincuente muerto, y su supuesto cómplice detenido en el lugar de los hechos.
“No”, respondió seguro de sí mismo el fedatario.
La pregunta no era tan inocente, pues ese asalto era “atípico” y hasta cierto punto rompía el esquema policiaco y el “modus operandi” de los ladrones.
Aparentemente el hecho ocurrido el jueves 20 de agosto, aproximadamente a las 14:30 horas, en el Libramiento Luis Donaldo Colosio, esquina con el fraccionamiento Villas del Rey, solo se trató de un asalto a mano armada protagonizado por dos presuntos delincuentes, Zenón Garay Velasco y Francisco Javier García, quienes tomaron por asalto a personal que labora en la Notaría 154, del licenciado Jesús Ernesto Cárdenas Fonseca, y al menos siete clientes que se encontraban en el despacho. A todos despojaron de dinero y pertenencias, para luego intentar darse a la fuga con el botín obtenido.
Pero las autoridades investigadoras no descartan del todo la hipótesis de que los protagonistas del robo habrían tomado por asalto la Notaría en busca de algún cliente para ejecutarlo y al no encontrarlo, habrían decidido despojar de dinero y demás pertenencias a los aterrorizados clientes que ahí se encontraban.
Dieron avisó a la policía municipal y cuando los presuntos asaltantes estaban apunto de darse a la fuga, llegaron elementos de las corporaciones policiacas municipales y ministeriales, y según la versión oficial, el supuesto delincuente, Zenón Garay García los habría recibido a balazos con un arma de fuego, al parecer .9 milímetros, hiriendo en la clavícula, costillas y el pulmón a uno de los agentes.
Los policías habrían repelido la agresión con sus fusiles AR—15, y Zenón Garay cayó muerto en el umbral de la puerta de cristal de la Notaría, mientras sometían a Francisco Javier García, presunto cómplice del finado.
El agente herido fue trasladado a una clínica cercana al lugar de los hechos donde se recupera de las heridas y aparentemente se encuentra “estable”.
Fiscal a domicilio
Por donde se vea, el asalto a la Notaría no fue un hecho cualquiera, pues el mismo subprocurador Regional de Justicia de la Zona Sur, Jesús Antonio Sánchez Solís, acudió al lugar de los hechos a recabar datos de primera mano.
Entrevistado por los reporteros, el fiscal de la Zona Sur, de entrada aclaró: ““Vine a atender un asunto de un asalto a la Notaría, robaron a todos los clientes que ahí había, ante la denuncia que se interpuso; pues se acudió por parte de la policía y sucedió que uno de los participantes del robo le disparó a un policía y el otro policía le disparó a la persona probable responsable del robo violento”.
“Hay un detenido y un muerto por parte de los probables responsables”, agregó.
—¿No hubo personas como rehenes al momento de que llegaron los agentes? Porque se maneja la versión que al momento que llegaron éstos fueron agredidos y ellos repelieron la agresión.
—Bueno esa es la versión, pero al momento de salir los chavos, desde que salieron donde cayó la persona lesionada, muerta, ellos ya habían cometido el robo. Eso fue lo que sucedió. Ya venían ellos hacia fuera y es cuando llega la policía y es cuando ocurre esa reciprocidad de golpes donde hubo lesiones.
—¿Se frustró entonces el robo?
—Pues el robo para nosotros se dio. Porque el robo se actualiza desde el momento de que hay el apoderamiento de la cosa. Pero lo que se logra truncar es que se vayan con lo que se les encontró de dinero, joyas, relojes y teléfonos celulares.
—¿No se especificó el monto del atraco?
—Pues hay varias personas que dan cantidades, pero por la cuestión de los asegurados habría que sacar de cuánto se les encontró, una, al muerto, y al otro que estaba con el arma.
—¿Además del personal de la notaría, también robaron a los clientes?
—Claro, fue un robo violento al despacho.
