San Miguel, Ahome.- Los productores de maíz blanco, Guillermo Hernández Mejía y Jesús Cárdenas Luque, llegaron temprano al plantón de la caseta de peaje a la que los líderes campesinos del norte de Sinaloa habían convocado, como demostración de músculo a las negociaciones que se realizaban en la ciudad de México, para obtener un precio mínimo de 4 mil pesos por tonelada del grano, de la cosecha otoño-invierno 2014-2015.
Ellos eran parte del contingente de casi mil personas que esperaron cinco horas a que sus líderes pactaran el acuerdo. En tanto, sus quejas por lo que consideraban una agricultura de fracaso nacional calentaron el ambiente, ya de por sí ardiente.
“Ya tenemos un chingo de años jodidos. Y cada ciclo agrícola es lo mismo, un puñado de cabrones, los industriales, protegidos por los pinches diputados y las cabronas políticas agropecuarias, se hacen ricos en unos días, mientras que uno se parte el lomo y la joroba siete meses para cosechar. Ya estuvo bueno. Es mejor en la cárcel que mendigar apoyo, que trabajar para otros cabrones. Ahora sí, el gobierno nos va a escuchar y nos va a responder, porque si no, que se vaya a la jodida todo. No podemos estar más pisoteados que ahora”, dice molesto don Guillermo, quien llegó de raite al plantón procedente de La Mojonera, Sinaloa.
Y al igual que sus compañeros, él se retiró de la protesta cuando escuchó que el miércoles por venir se tendría ya una solución definitiva a sus demandas. Y él, junto con sus demás compañeros también respondió.
“Nos pagan los 4 mil pesos por toneladas, o que se chingue todo. Total, más jodidos no podemos estar”.
Gilberto Irazoqui Galaviz, presidente del Comité Municipal Campesino número cinco y quien formó parte del contingente estatal que negociaba los cuatro mil pesos para la tonelada de grano blanco, aceptó que en Sinaloa la estabilidad social está en riesgo pero por circunstancias ajenas a las que privan en Tamaulipas o Michoacán, en donde el crimen enfrenta al Estado.
“Aquí no es así, aquí se enfrenta al Estado por un precio justo a las cosechas. Si el Estado va a reprimir las manifestaciones por un precio justo, entonces que vaya abriendo los estadios como cárceles porque no vamos a caber en ellas”.
Advirtió que si el Gobierno Federal no abre una bolsa de 6 mil millones de pesos para pagar la cosecha de maíz de Sinaloa, el colapso del sistema productivo será inminente, lo que traerá delincuencia común y el armado de ejércitos de pobres que por sobrevivir llegarán al crimen y a la rapiña.
Calificó como insuficiente la propuesta oficial de dar 3 mil 300 pesos como precio objetivo al maíz blanco, más un crédito de 700 pesos. “Aquí se piden 4 mil pesos para la tonelada, y eso es”, dijo.
“Al productor poco le importan las explicaciones de que no hay presupuesto, que los egresos ya están etiquetados o que no hay de dónde secar el dinero, pues por lo que trabaja es para ganar el sustento para sus familias, no para que los industriales se hagan millonarios con el trabajo ajeno”, indicó.
Rosario Ruiz Ibarra, productor maicero de Constancia y dirigente del Frente de Productores Agrícolas de El Fuerte, dijo que los campesinos deben de organizarse mejor para una lucha larga y justa, y que el próximo 29 de abril, todos deben de llegar a la caseta dispuestos a quedarse, a llegar con casas de campaña, con agua, braceros y todo lo necesario para una estancia prolongada.
La autoridad estatal y federal debe de comprender que el campo de Sinaloa ya no aguanta más explotación, que la política agropecuaria nacional ya se agotó y debe dar un giro.
Ese giro, secundó Irazoqui Galaviz, es simple: sacar el maíz blanco de la bolsa de Chicago, en donde compite por precio con la porquería de maíz amarillo forrajero que produce Estados Unidos, y que lo meta a la bolsa de Kansas, en donde se paga más.
Y reiteró, al igual que Ibarra, que los campesinos deben de llegar al próximo plantón con la firme decisión de que ahora se va a tomar la caseta y se van a bloquear carreteras.
“Esa es una decisión en la que nadie gana y en la que pierden todos, pero es la única opción que los campesinos tienen para ya no perder hasta la actividad, pues de mantenerse un precio por abajo de los 4 mil pesos, el 70 por ciento de los productores de maíz blanco caerá en cartera vencida, quedará en bancarrota y en plena miseria, siendo el peor de los males, porque se quedarán sin ingresos los semilleros, los industriales, los rentadores de parcelas y todo aquel que dependa de la agricultura. De este problema, los maiceros sólo son un eslabón”, dijo.
