La aventura cultural fallida del Ñacas y el Tacuachi
Melissa Moraila
Bastante se ha hablado esta semana del incidente del Colegio de Bachilleres de Sinaloa con el cartonista Ricardo Sánchez Bobadilla. COBAES había invitado al monero a exponer las caricaturas de El Ñacas y El Tacuchi y después se retractó al argumentar que las historias del personaje no eran aptas para los alumnos de dicha institución educativa.
El Ñacas y El Tacuachi parodian las aventuras en la vida de un par de sicarios; la caricatura cargada de humor negro comenzó a publicarse en 2007 en la revista La Locha, y a partir de mayo del 2009 se publica semanalmente en Ríodoce.
Se estaban preparando las invitaciones y carteles para el evento, cuando se le informó al caricaturista que el mismo director de COBAES, Juan de Dios Palazuelos, había negado el permiso para que se expusiera el trabajo de Bobadilla, quien en el transcurso de la misma semana, anunció en su cuenta personal de Facebook la decisión de COBAES de cancelar la exposición.
“Agradezco y pido una disculpa a quienes ya estaban trabajando para la inauguración: al personal de DBT TV quien ya producía un video de mi trabajo, y al talentoso Fernando Mejía, quien preparaba una presentación de guiñol con mis personajes, el Ñacas y el Tacuachi.”
Como respuesta a la situación, COBAES envió un comunicado que en resumen menciona que es parte de su responsabilidad educativa cultivar la moral, la ética y los valores y que el contenido en la obra de Sánchez Bobadilla era inapropiado para exhibirse en un espacio educativo para jóvenes. En el mismo boletín se dice que el caricaturista declinó la invitación, aunque no fue así.
Bobadilla menciona que lleva una buena relación con el departamento de cultura de COBAES; en diversas ocasiones ha participado como juez de sus concursos de cómic y cartel. Asegura que se han realizado otras exposiciones donde se han presentado piezas que hablan sobre el narcotráfico, violencia y hacen denuncia social.
“Es importante denunciar, decir lo que pasa. Más que censura creo que es falta de criterio”, expresa Bobadilla.
Colegas caricaturistas y colaboradores de otros medios han sido solidarios. Gilberto Ceceña, Nacho Pérez y Arturo Vargas han expresado su indignación ante este tipo de situaciones.

La censura es un acto publicitario muy eficaz: El Fisgón

Rafael Barajas El Fisgón caricaturista, activista social e ilustrador, actualmente monero para el periódico La Jornada, habla sobre la censura y la importancia del cartón para emitir un mensaje y hacer denuncia social y política.
—¿Qué puede decir acerca de las autoridades educativas de instituciones públicas que censuran la libre expresión?
—La censura en instituciones educativas es una costumbre añeja, muy bien vista en el siglo XVII. Sin embargo, es un despropósito que en 2014 una escuela, una preparatoria o una universidad censuren materiales que circulan libremente en la prensa o las redes sociales. Es contraproducente, entre otras cosas, porque los alumnos que se enteran del acto de censura van a buscar estos materiales en su computadora. En realidad, hoy en día, los periodistas y artistas agradecemos los actos de censura por parte de las instituciones (de cualquier nivel) porque constituyen actos publicitarios muy eficaces.
¿Qué tan difíciles son los tiempos hoy en día para los comunicólogos y artistas que hablan sobre el ambiente de violencia y corrupción en el que vive nuestro país?
-Sin lugar a dudas, los comunicadores mexicanos vivimos hoy tiempos difíciles. La censura efectiva sólo la pueden ejercer los poderes reales. En la Colonia no se podía criticar ni al rey, ni al virrey ni a la jerarquía eclesiástica; en tiempos del presidencialismo priísta, no se podía tocar al presidente y en los tiempos actuales es difícil hablar de los grandes grupos empresariales, sobre todo de los del crimen organizado.
Hoy el narco es el principal factor de censura de la prensa mexicana y esto se debe a que son un poder fáctico temible e inescrupuloso. Sus métodos son eficaces y definitivos. Entre 2000 y 2014 han sido asesinados 104 periodistas.
¿Cuál es la importancia de los cartones y de su mensaje en relación con la realidad en la que viven los mexicanos?
-Desde mediados del siglo XIX, la caricatura política ha tenido un peso importante en la prensa mexicana y esto se debe a que es un género de síntesis que se lee con rapidez y que llega a un público aún más vasto que el que lee notas informativas. Además, la caricatura tiene la capacidad de darle cuerpo a ideas abstractas y eso la hace un vehículo didáctico eficaz.
La tradición moneril mexicana es sólida y es común que en muchos medios los caricaturistas sean un parte esencial de la línea editorial de los medios.
Además, la caricatura es un género que puede escapar a las lógicas del periodismo y, por lo tanto, puede hablar de temas que los reporteros difícilmente pueden tocar. Un ejemplo: las historietas de Bobadilla nos permiten hacer una crónica (aunque fantaseosa) de la vida de la maña. No es poca cosa que en este espacio se logren recrear climas y relaciones sociales que los mexicanos debemos entender.