Mazatlán “blindado” y Escuinapa en “alerta máxima” por su frontera con Nayarit
Nelda Ortega
En alerta máxima se mantienen los municipios del sur de Sinaloa ante los hechos registrados el lunes en San Ignacio, sobre todo Escuinapa, quien resguarda la frontera de Sinaloa con Nayarit.
Los focos se encendieron la madrugada del lunes nueve de junio en la sierra de San Ignacio, donde 12 personas fueron localizadas calcinadas y con signos de tortura en una camioneta, pero fue hasta días después que las autoridades de los tres niveles de gobierno acordaron en reunión privada, las acciones y estrategias a seguir.
Bonifacio Bustamante Hernández, presidente municipal de Escuinapa, informó que en la reunión se acordó reforzar las acciones de seguridad, al señalar que “(hay) una alerta máxima, sin que se relaje nadie y estamos muy al pendiente y ya lo estamos haciendo desde que se dio el problema en San Ignacio y Concordia”, explicó.
Bustamante Hernández mencionó que en Escuinapa se reforzaron los patrullajes de la policía local, igual que la del Ejército y la Marina.
Aclaró que no hay presencia de más elementos de seguridad, pero sí más movimiento estratégico en sus recorridos, “nos están apoyando con más patrullajes”.
“Nos pusimos el huarache antes de espinarnos, sabemos que somos la frontera del estado y tenemos mayor responsabilidad porque por ahí tiene que entrar la gente”, dijo.
Las zonas donde se reforzó la presencia de las fuerzas policiales y castrenses es en La Concha, poblado fronterizo entre Sinaloa y Nayarit, agregó, y en las carreteras, que es por donde puede ingresar la gente que no es de aquí y que puede causar daños.
Por ello, asentó, la vigilancia en las carreteras es fundamental y también la frontera en La Concha, no siendo la misma prioridad la zona serrada, toda vez que es muy poca la existencia de sierra que hay en este municipio que colinda con los demás.
La colindancia es limitada, explicó, sólo se tiene con la sierra de El Rosario, pero es poco usual, y para llegar al resto es necesario ingresar por la cabecera municipal de Escuinapa.
La alerta máxima y sus acciones estarán vigentes mientras se calma la situación, dijo.
“No vamos a relajarnos, ahora sí, hasta que no veamos que se restablece la paz en nuestra región, en la zona sur”, sostuvo.
Presencia militar en El Rosario
En la sierra de El Rosario la solicitud de presencia militar se agilizó a partir de los hechos registrados en San Ignacio.
“No es que se haya implementado un operativo especial a partir de esa fecha, se están aplicando los protocolos con los mismos elementos, no es que hayan llegado refuerzos, lo que sí tenemos es la presencia de los militares”, aseguró el edil Arturo Flores.
El presidente municipal indicó que personalmente hizo dos recorridos en el transcurso de la semana y constató que los patrullajes que las fuerzas castrenses realizan se intensificaron.
La presencia de los soldados ya se había solicitado, agregó, pero con base a los hechos registrados en San Ignacio se agilizó el apoyo.
“Hace más de un mes en la sierra de Durango, colindante con El Rosario, se suscitaron unos hechos donde perdieron la vida unas personas y por eso la habíamos pedido”, explicó.
En discursos, Mazatlán es la joya de Malova
Mazatlán fue privilegiado por el Gobernador como la joya de la corona: “Mazatlán es nuestra joya de la corona, vamos a cuidarla, lo que hemos logrado no vamos a perderlo y aunque en los últimos días se nos ha complicado el tema de los homicidios dolosos (…) hemos revisado estrategias, zonas y acciones que vamos a emprender y el gobierno tiene que de alguna manera hacer sentir su peso como autoridad ante los delincuentes en la zona que sea, sea en la costa, en el valle, en la sierra”, declaró a tres días de la masacre.
Mazatlán está blindado y seguro, sostuvo, lo de San Ignacio está muy circunscrito a esa área, está muy claro que es entre familias y con una actividad delincuencial que existe ahí entre grupos que difícilmente va a salir de esa zona para llegar a otros lados y si acaso pretendiera hacerlo se estará al pendiente.
Malova dejó claro en su discurso y focalizó los hechos violentos en San Ignacio, ignorando en las declaraciones a la prensa los tres muertos de Concordia, los casos registrados en la cabecera municipal de El Rosario recientemente y los antecedentes de casos similares a los de San Ignacio en la sierra.
En una evidente postura por proteger la parte más rentable para su administración, el gobernador centró al sur de Sinaloa en Mazatlán, sin mencionar al resto de los municipios.
En la conferencia que impartió en la 12 Cumbre Latinoamericana de Marketing Político y Gonernanza, dijo que aún tenía temas pendientes por concluir antes de que termminara su gestión.
“Mejorar los niveles de seguridad, aunque nosotros recibimos a Sinaloa siendo el segundo estado más violento del país con 2 mil 250 muertos, aunque hayamos recibido cinco municipios dentro de los 50 más violentos, estando Ahome, Salvador Alvarado, Navolato, Culiacán y Mazatlán, hoy sólo está Culiacán, reconociendo que ha mejorado mucho en todos los delitos”, mencionó.
El mandatario presumió su éxito en Mazatlán y Navolato, por lo que buscará replicarlo en la capital del estado.
Ataviado con la camiseta deportiva de la Selección Mexicana, Malova llegó al salón de eventos triunfal como si fuera integrante del equipo de futbol, y así fue recibido por simpatizantes y funcionarios estatales que fueron a escucharlo.
Previo a su intervención, fue proyectado un video en el que se escucharon las promesas de cuando fue candidato.
Nueve minutos de spots, en los que la frase “no vengo a ver si puedo, sino porque puedo vengo”, se antojó bravucona,(…) “por amor a Sinaloa”, “vamos a construir una nueva era”,”una nueva historia de legalidad y justicia de cumplir y hacer cumplir la ley”,”hoy no solo inicia un nuevo gobierno, sino un gobierno diferente”, para rematar con que “los recursos públicos son sagrados”.
Con su resguardo personal impuesto, a medio camino de su gestión, aún le apuesta al carisma que dice irradia, al contacto personal con la gente, pero no a los resultados que prometió.
