Histórica suspensión de la cuenta pública de Malova

 

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El PRI había negociado aprobarla, pero se retractó ante la presión pública

Mario López Valdez hizo historia. Se convirtió en el primer gobernador de Sinaloa con una cuenta pública suspendida por el Congreso del Estado.

Ningún legislador subió a tribuna a defender la administración del ahora exgobernador. No lo hicieron ninguno de los diputados de los partidos que en coalición lo postularon para convertirlo en gobernador, ni tampoco los ex miembros de su gabinete de primer nivel, ahora convertidos en legisladores.

Por una situación de congruencia y de conflicto de interés, argumentaron, los exfuncionarios de Malova se ausentaron del pleno justo en el momento de la votación de la cuenta pública de su exjefe. Prefirieron hacer un mutis Juan Pablo Yamuni Robles, extitular de la Unidad de Transparencia y Cuentas Públicas; Aarón Rivas Loaiza, extitular de la Secretaría de Desarrollo Económico; y Jesús Marcial Liparoli, quien fuese subsecretario de Gobierno.

Tampoco lo defendió la ahora diputada del PRI, Margarita Villaescusa Rojo, quien era su suplente en el Senado de la República. Ella se quedó en la sala de sesiones del pleno y emitió su voto en contra.

El diputado del PAN Roberto Cruz Castro, ahora presidente de la Mesa Directiva, tampoco lo defendió, por el contrario, días antes emprendió una campaña mediática para rechazar la cuenta de Malova, con quien trabajó como coordinador de Asesores,  y titular de la Secretaría de Desarrollo Económico.

En la sesión en la cual se rechazó la cuenta pública del gobierno estatal, se le veía a Roberto Cruz disfrutar el momento, incluso ese jueves llevó al recinto una porra que se colocó en lo alto del graderío, e invitó a su hija Jass Cruz y a su hermana Jennifer Cruz a ser testigos del momento. Era “un día histórico”, “el día de verdad”, había dicho para referirse a la sesión en que se votaría la cuenta pública del gobierno estatal, administración de la cual salió en condiciones poco tersas en 2013.

Una historia no anunciada

Al mediodía del miércoles 18 de enero, la Auditoría Superior del Estado (ASE) sostuvo una reunión con los diputados integrantes de la Comisión de Fiscalización para exponerles de viva voz el informe de resultados de la cuenta pública del gobierno de Malova en el primer semestre de 2016.

Escucharon la explicación el presidente de la Comisión de Fiscalización, José Menchaca y vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRI, así como como sus compañeros de bancada Ana Cecilia Moreno, Paola Gárate Valenzuela y María Eugenia Medina Miyazaki.

En la reunión, a las que asistieron también el diputado del PAS, Víctor Corrales, y del PAN, Zenén Xóchichua, salieron los números de la precaria liquidez del gobierno estatal para hacer frente a las deudas de corto y largo plazo, el creciente endeudamiento sin fuente de pago, las retenciones no enteradas a los trabajadores, entre otros temas.

La auditoría realizada estaba concentrada en  el uso de recursos que habían hecho la Secretaría de Administración y Finanzas, la de Desarrollo Económico y la Comunicaciones y Obras Públicas. Ahí  brincó el dato entre los diputados presentes que no se hubiera incluido en la revisión a las secretarías de Salud y de Educación Pública y Cultura, pese a que eran entes que absorbían prácticamente el 60 por ciento del presupuesto. Ahí mismo se tomó la determinación de pedir a la ASE auditorías especiales a ambas dependencias.

Había asistido también a la reunión el diputado panista Roberto Cruz, quien pese a no ser miembro de la Comisión de Fiscalización, tenía derecho a participar de acuerdo a la Ley Orgánica del Congreso  del Estado, pero sin facultad para votar.

En la misma reunión se cuestionó a la ASE que en la cuenta pública de Malova había irregularidades recurrentes a lo largo del sexenio, pero nunca había pasado nada.

Pese a las irregularidades expuestas, a la hora de votar al interior de la Comisión de Fiscalización, los cuatro diputados del PRI dieron su aval para aprobar la cuenta pública de Malova, junto con el diputado del PANAL, Crecenciano Espericueta. Votaron por rechazarla el diputado del PAN, Zenén Xóchihua, y del PAS, Víctor Corrales.

No había pasado ni una hora, cuando el diputado panista Roberto Cruz inició la promoción en contra de aprobar la cuenta pública de Malova. Desde su vehículo grabó un audio para ser distribuido mediante redes sociales sobre los acuerdos de la Comisión de Fiscalización, especialmente que los cuatro diputados del PRI y el de PANAL habían dado el aval a la cuenta pública del ex gobernador.

Luego del “madruguete” mediático de Roberto Cruz sobre el posicionamiento del PRI a favor de las cuentas de Malova, el presidente de la Comisión de Fiscalización, José Menchaca, ofreció al día siguiente una conferencia de prensa.

El también vicepresidente del Grupo Parlamentario del PRI se hizo acompañar de dos exfuncionarios de Malova, Aarón Rivas Loaiza y Jesús Marcial Liparoli, para argumentar las razones del dictamen de la Comisión de Fiscalización a favor de las cuentas públicas de Malova. Estuvieron con su presencia respaldando el voto a favor de la bancada del PRI, los diputados Feliciano Valle Sandoval, Tomás Roberto Amador Carrasco, Marco Osuna Moreno, María Fernanda Rivera Romo y José Silvino Zavala Araujo.

Cuando se le cuestionó a José Menchaca por qué, pese a los 4 mil millones de pesos de pasivos sin fuente de pago y los más de 250 millones de retenciones a trabajadores no reportadas, los diputados del PRI emitía un voto a favor, respondió: “Los temas no eran relevantes”, una frase que luego intentó resarcir con otras declaraciones, sin mucho éxito.

Ese mismo jueves se dio la primera lectura del dictamen aprobatorio a la cuenta pública de Malova que proponía la Comisión de Fiscalización, correspondiente al primer semestre de 2016.

Para el lunes 23 de enero en la reunión de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) se hicieron los primeros ajustes con las cuentas públicas. El acuerdo de la bancada del PRI ya no estaba tan firme sobre la aprobación de la cuenta pública del gobierno estatal. Por el momento se tomó la decisión de no agendar el martes 25, como se había previsto, la discusión de las cuentas públicas del primer paquete de gobiernos municipales.

En redes sociales, el diputado panista no perdía oportunidad de promover el voto en contra de la aprobación de la cuentas de Malova.

“¿Qué le debe la bancada del PRI al exgobernador López Valdez? ¿Por qué a pesar que la Auditoría Superior del Estado le está diciendo a los diputados que vienen irregularidades, que hay observaciones, que hay casi mil millones de pesos que nadie sabe en dónde están, y a pesar de todas estas irregularidades, la bancada del PRI en la Comisión de Fiscalización que presidente su flamante vicecoordinador de la bancada votaron a favor de aprobarle la cuenta pública a exgobernador López Valdez”?, decía Roberto Cruz en un video subido en sus cuentas de twitter y facebook.

Esa noche del martes 24 de nuevo se reunió la Jucopo para abordar el tema. Estuvieron presentes solamente el PAN, el PAS y Morena. Ahí acordaron dedicar la sesión del jueves 26 a todas las cuentas públicas, incluyendo la del gobierno estatal. La gran ausente a la reunión había sido la presidenta, Irma Leticia Tirado Sandoval y coordinadora del Grupo Parlamentario del PRI. No alcanzó a llegar a la cita pero firmó los acuerdos, porque estaba en otra reunión, con la dirigencia de su partido, según trascendió.

Las presiones de las últimas semanas, primero con la misión de sacar adelante los incrementos al Impuesto Sobre Nóminas, luego recientemente los cuestionamientos y creciente malestar ciudadano por el “gasolinazo”, tenía a la bancada del PRI bocabajo. “Que nos dejen ganar una”, habían dicho en los pasillos más de algún legislador priista. Y así fue. Darían un viraje a su voto. Lo harían en contra del dictamen que ellos habían firmado a favor. Como testigo que así sería asistió el jueves al Poder Legislativo, el recién nombrado presidente estatal del PRI, Víctor Gandarilla García, quien ocupó una  discreta butaca cinco o seis filas atrás de donde se ubica la bancada del tricolor.

Día histórico

El día de su toma de protesta como gobernador,  en la sala de sesiones del Congreso del Estado, Mario López Valdez aseguró: “Hoy se escribe un nuevo capítulo en la historia de Sinaloa”, sin anticipar que tal frase embonaría perfectamente al concluir su sexenio, al revisar sus cuentas públicas y rechazarlas el Poder Legislativo.

En hecho sin precedentes en la vida política de Sinaloa, el Congreso del Estado rechazó la cuenta del ejecutivo estatal. Se convirtió en un hecho histórico.

Desde primera hora, ciudadanos que se habían movilizado en contra del “gasolinazo” acudieron a presenciar la sesión en la cual se votaría las cuentas de Malova. Afuera, los manifestantes colocaron una manta contra la aprobación de las cuentas públicas del gobierno estatal. Por las experiencias de las sesiones pasadas, el personal de seguridad cerró los accesos y dosificó en grupos pequeños la entrada, previa identificación y entrega de gafete de visita. “Entrarán todos”, les decían al grupo de personas que esperaban el turno para entrar a la sesión.

Tras agotar el tema de la creación de la Fiscalía General, uno a uno se pronunciaron los posicionamientos de los partidos políticos. Momentos antes de la votación, la bancada del PAS en boca de su coordinador, Víctor Corrales,  ya había adelantado que lo haría en contra. El PRI y el PAN no había anunciado firme y abiertamente la decisión de su voto, solo que sería responsabilidad de cada diputado, que no habría línea, lo cual en sí mismo era ya la primera señal de  la posibilidad de un voto en contra.

En primera fila, desde antes de iniciar la sesión, estaban como testigos la dirigencia estatal del PAN, encabezada por el recién nombrado Sebastián Zamudio, quien fue invitado por el coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Carlos Castaños Valenzuela. Cerca de ellos, aunque llegó por su cuenta, la exdiputada panista Catalina Frank.

Había tensión en el ambiente, se respiraba que esa día la sesión podría ser diferente a la hora de discutir la cuenta pública del gobierno estatal, aunque nadie daba por hecho un pronóstico, tomando en cuenta que nunca en la historia una Legislatura había rechazado la cuenta pública de un gobernador, ni en  funciones ni saliente.

“Actuamos sin odio y sin rencores, pero también sin privilegios e indultos. Asumimos con responsabilidad los costos de nuestras decisiones, estamos plenamente conscientes que hace tiempo la oposición no fraguaba en Sinaloa, estamos conscientes del desencanto público porque hace tiempo no figuraba en término llanos”, dijo en tribuna Carlos Castaños, el coordinador de la bancada panista, con cuyo mensaje ya anticipaba, sin decirlo claramente, que el voto de Acción Nacional no favorecía al exgobernador que fue postulado con las siglas del PAN.

El primer diputado en dar la pista en tribuna de que sería día histórico para el  Poder Legislativo fue Crecenciano Espericueta, cuando al leer su posicionamiento señaló abiertamente que su partido rechazaba tajantemente en términos generales la aprobación de la cuenta pública del primer semestre de 2016 del gobierno estatal. El PANAL ha sido una bancada que suele sumarse a la orientación del voto del PRI, por ello era la señal de lo que vendría enseguida.

A medida que avanzaban los posicionamientos, aumentaba el interés de los asistentes, conscientes de ser testigos de un momento histórico en la historia de las legislaturas.

Llegó el turno del posicionamiento más esperado, el de la bancada del PRI. Fue su coordinadora Irma Leticia Tirado Sandoval quien subió a tribuna para expresar que dada su complejidad ocupaban mayor tiempo para aclarar la observaciones y enfatizaban en dar seguimiento a las observaciones hechas por la ASE.

La líder priísta expresaba su preocupación por el adeudo de 500 millones de pesos a proveedores en el sector salud, y  reiteraba su insatisfacción por haber dejado la ASE fuera los sectores de salud y educación. No señalaba abiertamente el sentido del voto.

Luego vendría una prolongada y controvertida lista de oradores, en las que figuró José Menchaca, que se convirtió en el primer presidente de una Comisión de Fiscalización, que puso en tela de duda en tribuna el trabajo de la ASE, de la cual dijo “dista mucho de ser lo deseable para la sociedad”.

Mientras pronunciaba su posicionamiento, un par de asistentes colocaban una cartulinas en tribuna que cuestionaban el papel de la ASE en la revisión de la cuenta pública del gobierno estatal por considerar irrelevantes las contribuciones no enteradas, los pasivos sin fuente de pago y los endeudamientos a corto y largo plazo de Malova.

Mientras desfilaban los oradores, tanto Irma Tirado como Crecenciano Espericueta llamaban la atención, visiblemente molestos, a Roberto Cruz, a que sometiera el dictamen a votación de una vez por todas, y no siguiera dando la palabra a más oradores. Subieron a tribuna, Merary Villegas de Morena, Efraín Lerma del PRD, Zenén Xóchihua del PAN, todos para cuestionar las cuentas de Malova. Carlos Montenegro del PRI a demandar no más cacería de brujas y revanchismo político. “Sí, más justicia, más legalidad, más resultados y hechos que dén certeza a las instituciones y al pueblo de Sinaloa”.

Ni un solo orador se registró para hablar a favor de Malova. Mientras Roberto Cruz seguía empecinado en seguir dando la voz a todos los diputados que quisieran hacerlo.

Finalmente, convocó a la votación. Un total de 35 diputados votaron en contra de aprobar la cuenta pública de Malova.  Aarón Rivas, Juan Pablo Yamuni y  Jesús Marcial Liparoli abandonaron la tribuna en ese momento; dos estuvieron ausentes, el del PVEM, Misael Sánchez, y Angélica Díaz del PAS.

Se consumaba así el ocaso del Malovismo.

 

 

LOS NÚMEROS ROJOS DE MALOVA:

Más de 752 millones de pesos de retenciones y contribuciones no enteradas al SAT por ISR, al Instituto Estatal de Pensiones, y a  diversas empresas de seguros.

5 mil 340 millones de pesos por cuentas por pagar a corto plazo.

4 mil 457 millones de pesos por pasivos sin fuente de pago.

4 mil 642 millones de deuda pública a corto plazo.

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