El anuncio del gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, de proponer al Congreso del Estado la Autonomía para la Universidad de Occidente lleva muchas dedicatorias. Una va directa al grupo político-universitario actualmente empoderado en la UAS (básicamente seguidores de Héctor Melesio Cuen) para que entiendan que es posible mermar su principal base de apoyo. Si no lo pueden hacer desde adentro, porque no logran infiltrarse en una amalgama que se ha solidificado en los últimos tres lustros, buscarán hacerlo desde afuera. No será fácil, ni rápido, ni limpio, pero el mensaje ya se envió.
Fragmento de la columna publicada el 14 de enero de 2018 en la edición 781 del semanario Ríodoce.