Después del testimonio de 11 testigos colaboradores y del de un puñado de agentes del orden, el 16 de enero de 2019 se acerca el final del juicio contra Guzmán Loera. En la jornada número 30 de la novena semana del juicio, testificaron el teniente coronel de la República Dominicana, Omar Antonio Rodríguez Méndez, la forense del FBI Melissa A. Corradetti y el agente de la DEA Victor Vazquez, quien trabaja en la oficina de dicha agencia en Lima, Perú.

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Antes de trabajar en Perú, Vazquez trabajó en la Ciudad de México de 2008 a 2014, donde investigaba a quienes describió como los líderes del Cártel de Sinaloa: Mayo Zambada, Guzmán Loera y Rafael Caro Quintero. Su misión era arrestarlos.

En la corte federal de Nueva York narró un intento de captura del Mayo Zambada en febrero de 2014. Después de un mes de investigar rutinas y hábitos de los capos en la base de la SEMAR en La Paz, Baja California, voló con la Marina mexicana en un helicóptero Blackhawk para realizar la captura en un rancho a las afueras de Culiacán.

El agente estadounidense –nacido en Durango– explicó que durante los operativos dormía, viajaba y volaba con la Marina mexicana, participando de cerca en las actividades de captura.

La DEA había decidido colaborar sólo con la SEMAR, ya que la policía federal y estatal eran demasiado corruptas, dijo Vazquez.

Mientras narraba los eventos de ese día, se proyectaban dos vídeos de los hechos en las pantallas de la sala 8D. Sin embargo, la operación falló, ya que el Mayo no estaba en su rancho.

Encontraron solamente al velador y lograron hacer dos arrestos, que los llevaron a incautar “cientos de armas” del cártel, dijo el agente.

Antes del testimonio de Vazquez, se presentó Rodríguez Méndez, quien ha trabajado en el ejército de la República Dominicana durante 19 años, y desde hace 14, en una división de la Dirección Nacional de Drogas. Su misión es capturar narcotraficantes. El testigo explicó que parte de su trabajo es interceptar llamadas.

En la sala de la corte se escuchó la grabación de una llamada donde “Toño” y Guzmán Loera discuten la renta de una finca en el país caribeño.

Anteriormente, Alex Cifuentes Villa —el secretario de Guzmán Loera de 2007 a 2009— había testificado que ese terreno lo quería el acusado para construir una pista de aterrizaje y poder traficar droga a Estados Unidos con más facilidad. “Toño”, un dominicano empleado de Cifuentes, era el operador del Cártel de Sinaloa en Nueva York.

Al testigo no se le pidió identificar la voz del acusado, pero dijo estar seguro que se trataba de una persona de nacionalidad mexicana.

Durante el contra interrogatorio, el abogado de la defensa Jeffrey Lichtman cuestionó la capacidad del teniente coronel para identificar la nacionalidad de una persona con base únicamente en el uso de las palabras del extracto de una grabación.

Por su parte, Corradetti testificó sobre un reporte que realizó de los documentos encontrados en la casa de Los Cabos, Baja California de donde Guzmán Loera se habría logrado escapar en 2012.

La analista en encriptación se dedica a encontrar patrones en documentos y determinar si éstos son registros de negocios ilícitos.

En su reporte forense, detalló que los documentos hallados en Los Cabos se trataban de una empresa ilegal, clasificando su decisión con el mayor grado de certeza del FBI.

La forense, que había testificado en una corte de Texas y una de Illinois anteriormente, fue interrogada después por el abogado de la defensa Jeffrey Lichtman sobre su conocimiento en armas.

Rápidamente quedó claro que la forense no sabe mucho de armas de fuego, con la intención de poner en duda su capacidad de realizar un reporte como el que presentó.

El jueves 17 de enero continuará el testimonio de Victor Vazquez. Se espera que hable sobre la captura de Guzmán Loera, en la cual —dijo—, estuvo presente.