“Destruyan primero y averigüen después el procedimiento”, habría ordenado Meyer Falcón.

“Destruyan primero la Casa del Marino y averigüen después el procedimiento”, habría ordenado la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), a la INMOBILIARIA SOD S.A. DE C.V., en su vertiginosa carrera por entregar la obra terminada el próximo trimestre de 2024.

Fiel a la soberbia política que otorga el poder del dinero, como si hiciera un favor a los mazatlecos, la Sedatu, primero demolió la Casa del Marino y después de destruirla acudió presurosa a realizar los trámites ante el INAH.

La semana antepasada el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) suspendió los trabajos en la Casa del Marino, porque la Sedatu demolió el inmueble sin haber cumplido con el procedimiento de presentar un proyecto.

La evidencia del delito de la Sedatu quedó grabada como un tatuaje en la pared contigua a la playa de los pinitos: “Obra suspendida: por violación de la Ley Federal sobre monumentos y zonas arqueológicas, artísticos e históricos”.

Trascendió que fue hasta el lunes 16 de octubre, cuando la Sedatu, a través de la constructora, intentó hacer los trámites, pero aparte de que no presentaron un proyecto, la inmobiliaria no tenía la acreditación para hacerlo.

“Los del INAH le dijeron a la compañía constructora de la Sedatu que se necesitaba una acreditación oficial o una carta poder para poder hacer los trámites conforme al procedimiento”, dijo una fuente extraoficial a Ríodoce.

En cuanto a la destrucción de la Casa del Marino, aclaró que el INAH no autoriza demoliciones de los inmuebles, sino que autoriza proyectos, por ello suspendió la obra en Mazatlán, porque el “flamante” arquitecto de la Sedatu presentó un bosquejo, pero no un proyecto integral de la restauración.

La destrucción de la Casa del Marino

La Casa del Marino se había salvado de los “vándalos” del PRIAN, el ex gobernador Antonio Toledo Corro y nueve ex presidentes municipales de Mazatlán, que desde 2013, habían intentado demolerla, porque según su concepción del mundo no tenía ningún valor histórico ni arquitectónico.

Los ex gobernantes afirmaban que lo que convenía a Mazatlán era destruir la Casa del Marino para construir una plazoleta y dejaron que el tiempo y el medio ambiente como un “cáncer” pudriera sus estructuras transformándola en ruinas.

El viernes 13 de octubre, el titular de la (Sedatu), Román Meyer Falcón, llegó desde la ciudad de México, vestido de negro, como “pájaro de mal agüero”, con un color muy adecuado para el duelo y para el turismo de demolición.

Quienes vieron llegar a Meyer Falcón con esas gafas negras que recordaba más al finado cetemista Fidel Velásquez, que la sensibilidad de Diego Velásquez, pensaron que venía a ofrecer una disculpa a los mazatlecos por haber arrasado en un dos por tres, como los vikingos, con la Casa del Marino.

El video de la simulación

Después de haber cometido el delito de destruir el “barco” de la memoria y la identidad de los mazatlecos, pasándose la Ley Federal por el arco del triunfo y ninguneando al INAH, Meyer Falcón, apareció en un video escondido tras sus gafas simulando ser un funcionario modelo de la ética pregonada por la 4T.

“Hola buenas tardes, nos encontramos en Mazatlán, estamos en uno de los puntos más importantes y simbólicos de esta ciudad que es la antigua Casa del Marino”, dijo el funcionario federal.

“Fue una casa, abundó, que fue inaugurada en 1940´s y que se encontraba ya prácticamente abandonada y contaba con dos dictámenes estructurales que señalaban claramente que ya no se podría ocupar, que la estructura ya se había colapsado”.

“Y es por ello que, en coordinación, presumió, con los compañeros del INAH hemos acordado un proceso de recuperación y restauración como se encontraba originalmente”.

Meyer Falcón detalló que solamente al interior va a tener un centro de desarrollo cultural, va a tener una plaza pública en la parte exterior y se va a vincular de algún modo con lo que sería este antiguo fuerte 31 de marzo.

“Estaríamos buscando poder arrancar ya a la brevedad, los procesos de cimentación, estructura, instalación, acabados y plaza pública, para poder entregar el próximo año dentro del primer trimestre”, sostuvo.

Un arquitecto mazatleco que compartió el video de su colega arquitecto Román Meyer Falcón, soltó: “es un pobre merolico que no sabe del tema”.

Algunos mazatlecos opinan que, si Meyer Falcón “no sabe del tema” que estudie la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos, para que el proyecto que presente ante el INAH sea una replica fiel de como se encontraba originalmente la Casa del Marino antes de arruinarla.

Así las cosas, el reto de la Sedatu es hacer una réplica de la Casa del Marino, como la que hicieron de la iglesia de la Purísima Concepción en la Comunidad de Santa María, El Rosario, Sinaloa, cuando salvaron de morir ahogada en la presa a la iglesia con más de 300 años de memoria histórica y devoción religiosa de los indígenas para trasladarla al nuevo pueblo de Santa María.

En resumidas cuentas, comentan, que la Sedatu “primero averigüe y después que presente el proyecto, arranque con los procesos de cimentación, estructura, acabados y plaza pública de la replica de Casa del Marino.

Artículo publicado el 22 de octubre de 2023 en la edición 1082 del semanario Ríodoce.