Como se ha dicho, comentado y publicado hasta el hartazgo, en una acción sin precedentes, policía y ejército de Ecuador asaltaron con violencia la embajada de México para secuestrar al ex funcionario del gobierno de Rafael Correa, Jorge Glas. Se trató de una acción violatoria del derecho que rige la relación entre países, condenado y criticado por la comunidad internacional. Se recuerda: ni la Alemania Nazi, ni el gobierno golpista de Pinochet en Chile, ni el dictador Francisco Franco en España se atrevieron a tanto; ello refleja la estatura, la calidad moral y política de quienes gobiernan aquel país, pero también la confrontación entre la derecha internacional, de la cual forman parte los gobernantes ecuatorianos, contra el bloque progresista, de izquierda al que pertenece el gobierno mexicano.

Hasta ahora, el derecho a ser refugiado y asilado en cualquier embajada, era sagrado como extensión territorial de la nación representada, sus límites eran respetados. Ahora, por la ignorancia y prepotencia de los gobernantes ecuatorianos se han metido en graves problemas.

No es común, ni sabido, que delincuentes comunes se refugien en embajadas para escapar de la justicia, por regla general, todos los perseguidos políticos son acusados de algún delito, pero nunca el país receptor prejuzga al gusto de los perseguidores. El caso más conocido de acusaciones penales es el de Julián Assange, ícono de la lucha por la libertad de expresión al hacer públicas y transparentes las nefastas operaciones de los órganos de espionaje y represión de los países poderosos con Estados Unidos a la cabeza.

Creerse o, al menos, vender la idea de pertenecer a una raza superior, la aria; sustentó la ideología de la Alemania nazi y los arrastró a una guerra que conllevó inmensa destrucción y millones de muertos.

Los humanos somos unos y compartimos esta Tierra con innumerables variedades de razas, colores y culturas, todas ellas hermosas y ejemplares; negros, blancos, cafés, amarillos, somos iguales y pertenecemos a la gran humanidad que habitamos y compartimos este planeta único, que circula libre y velozmente por el universo.

Es nefasto, atrasado y negativo considerar inferiores a otras razas y minorías; qué lamentable deshumanizar a los diferentes para, después, justificar aplastarlos como cucarachas, como ha expresado, por ahí, un general sionista.

Existe un derecho internacional que regula el respeto entre las naciones, sustentado en principios y reglas muy claras, supervisado por organismos internacionales como la Convención de Viena y la propia ONU, sin embargo, en muchos casos no se respetan:

La guerra Rusia-Ucrania registra violaciones al por mayor a derechos humanos, hay intromisión abierta de tropas y “especialistas” de otros países para llevar a cabo actos de sabotaje y terrorismo, al grado de financiar y apoyar operativos como el más reciente en un Teatro de Moscú donde asesinaron a mansalva y sangre fría a casi 150 civiles, niños incluidos; la madeja de involucrados del caso, conduce al gobierno de Ucrania y a los órganos de “inteligencia” de la OTAN y de Estados Unidos.

Un caso extremo es lo que sucede en la franja de Gaza, los operativos de guerra y genocidio del gobierno sionista de Israel, los lleva a cabo con total impunidad, a la vista de todo mundo, en abierta violación a los protocolos de la guerra hacen blanco principal a la población civil, niños, hospitales, muchedumbres inermes son bombardeadas y asesinadas en esa nefasta y repudiada guerra.

Israel bombardea y asesina en países que rodean el terreno del conflicto y sus acciones se encaminan a una nueva Guerra Mundial, la tercera que va en curso, enlazada a la guerra Rusia-Ucrania; en Medio Oriente, Irán se apresta a tomar represalias contra Israel, los Hutíes en Yemen hace rato que están más que involucrados, diariamente atacan los buques que atraviesan el Mar Rojo llevando productos a Israel, a cambio, reciben el bombardeo de Estados Unidos e Inglaterra.

La agresión a la Embajada, desencadenó una ola “nacionalista” extrema, algunos compatriotas llegaron a pedir una reacción violenta, lo cual es un error; el nacionalismo exagerado, el chovinismo, es fuente de guerras y divisiones en nuestro planeta, mantienen y hunden a la humanidad en el atraso, el racismo, la discriminación.

Por encima de todo debe prevalecer el humanismo y la fraternidad internacional; qué lamentable hecho.

Más lamentable, aún, es que algunos personajes de la vida política nacional en su segazón anti AMLO festinen la violación de la sede, o el extremismo de la senadora Lilly Téllez que, fuera de cordura, enloquecida, ofrece disculpas en nombre de los mexicanos al gobierno de Ecuador, ahora si como ¿por qué? Por no facilitarles el ataque a la embajada mexicana.

Artículo publicado el 14 de abril de 2024 en la edición 1107 del semanario Ríodoce.