Dina Grijalva asegura que a 35 años de la muerte de la escritora sinaloense, su literatura sigue vigente
A diferencia de la obra de otros autores cuya narrativa envejece, la de Inés Arredondo sigue plenamente vigente y poderosa. Leer sus cuentos es una delicia, un placer, aunque su narrativa no sea sencilla.
De esta manera se refiere Dina Grijalva, a la narradora sinaloense que este año cumple 35 años de haber fallecido, como una de las mejores voces en el mapa de la literatura en lengua española.
Su vigencia, dijo que tiene relación con los temas que abordó: el erotismo y la profundidad. Fue pionera, junto con Luisa Valenzuela, en Argentina, en escribir sobre situaciones ‘tabú’.
“Su obra es un placer y debemos tener claro que no es sencillo leerla, sus cuentos son complejos y no podemos hablar de su aporte solo en el país, sino en toda la literatura escrita en lengua española”, mencionó.
“La lectura siempre debe ser placer y no un deber, pero yo estoy segura que los lectores que abran un libro de ella les va a gustar. Estamos ante una excelente cuentista, cada página de sus libros es una delicia”.
En su época, dijo que fue reconocida solo en pequeños círculos de escritores, pero incluso al publicar su segundo libro, le otorgaron el Premio Xavier Villaurrutia.
“Un pequeño grupo de escritores valoró su obra, sigo sosteniendo que no es leída como se merece, no se ha promovido suficientemente la lectura, el ser mujer nunca estuvo a su favor para que se reconociera más su trabajo”.
Su obra literaria
Para Grijalva los cuentos de Arredondo son perfectos. Cada palabra que escribió no le faltaba ni le sobraba. Su prosa siempre fue bien cuidada.
“Siempre digo que sus libros deberían de estar en las bibliotecas de las preparatorias, los jóvenes podrían leer sus mejores cuentos: El membrillo, Río Subterráneo, Sombra entre sombras y Las palabras silenciosas”, detalló.
“Yo me acerqué a su obra a finales de mi adolescencia y me sorprendió que cuando estudié en la carrera de letras, no la incluían, si acaso a Sor Juan Inés de la Cruz y a Teresa de Jesús, entonces cuando llegué a dar clases a Sinaloa, la empecé a incluir en mis cursos y se volvió mi objeto de estudio”.
Para Arredondo, mencionó que nunca fue fácil escribir. Enfrentó siempre condiciones adversas para publicar y ser leída. Aun así, sus cuentos marcaron un parte aguas en la escritura de la narrativa mexicana, de manera más enfática en la escrita por mujeres.
“Tocó, con magnífica prosa, temas como el deseo incestuoso de una madre por su joven hijo o entre hermana y hermano, el deseo femenino y su realización incluso en la vejez, la homosexualidad legitimada por el amor, entre otros temas que cuestionan las creencias y moral de la época”.
“En sus cuentos afloran los deseos y pulsiones más profundas: el erotismo, la perversión, la pasión, el voyerismo, la locura. Exploró intensamente la intimidad y el deseo femenino y en sus relatos creó atmósferas y vidas imposibles de olvidar.”
Inés Arredondo
Inés Amelia Camelo Arredondo nació el 20 de marzo de 1928 en Culiacán y murió el 2 de noviembre de 1989 en la Ciudad de México y su ‘lucha´, siempre fue la escritura.
“Que Inés no sea conocida o leída fuera de México no disminuye un ápice su valor o su genio. La cima a la que llegan varios de sus cuentos está todavía por descubrirse”.
“Resulta inadmisible que no aparezca, entre otras, en dos antologías del cuento mexicano, la de Emanuel Carballo y la de Carlos Monsiváis. Estos dos ejemplos nos dan una idea del difícil camino que ha tenido que seguir la obra de Arredondo antes y después de su muerte”.
Se quiera o no admitir, apuntó que ya el simple hecho de ser la única mujer de su generación que publicó en medio de un grupo de escritores talentosos, era un reto difícil de superar.
“En un mundo literario regido por los hombres, ser una escritora genial, ser una escritora rigurosa como Inés, equivalía y sigue equivaliendo, a ser simplemente una ‘buena escritora’, una autora ‘decente’ y nada más”, precisó.
“Lo cierto es que no estamos frente a una ‘buena cuentista’ o una ‘autora decente’ o ‘de valía’, sino ante el mejor autor de cuentos que ha dado México en el siglo 20 al lado de Juan Rulfo”.
Artículo publicado el 03 de marzo de 2024 en la edición 1101 del semanario Ríodoce.