Los caminos y decisiones ocultas que llevan a las guerras, la mayoría de las veces, permanecen ocultas para el público lego: ahora sabemos, por ejemplo, que la guerra que encabezó Estados Unidos contra Irak y tras ellos Reino Unido, Australia y Polonia, entre otros, tuvieron como pretexto la existencia de armas de destrucción masiva, en especial armas químicas, mismas que la ONU y demás buscadores nunca encontraron, pero la guerra, la destrucción y el asesinato de Sadam Husein, se llevaron a cabo con total impunidad.
Después del ataque del 11 de septiembre a las Torres Gemelas en Nueva York, se desató, la mayor histeria colectiva de los estadounidenses y sus aliados contra los musulmanes de todo el planeta; existen bastantes datos que indican, y con el tiempo se probará con creces, que los cuerpos de inteligencia norteamericanos tuvieron información de los preparativos que las células de Al Qaeda hacían para esas operaciones aeronáuticas, pero callaron.
Igual pienso ahora, el tiempo me dará o negará la razón: la inteligencia israelí, que cuenta con una gran capacidad de aparatos de espionaje e inteligencia y están siempre encima de sus enemigos palestinos, árabes e iraníes no pudo desconocer un operativo que tardó más de un año en prepararse e involucró a miles de combatientes de Hamas; no es de creer que les haya pasado desapercibido. No será ni la primera ni la última ocasión que se sacrifica a compatriotas en aras de un “bien” mayor para ellos. Posicionar aún más a sionistas y fascistas en el poder de Israel, lo cual conlleva a más guerra, más armas, más negocio, más histeria anti palestina, antiárabe, más odio a los musulmanes, más guerra “santa”, más expansionismo.
Hace casi mil años medio oriente y Jerusalén al centro, son el campo de disputa entre occidente y oriente, en 1095 inició la primera cruzada, se mantuvo por casi doscientos años y hubo millones de muertos, los pretextos muchos; razones, las mismas: El comercio, el poder de los Papas Católicos y el empoderamiento de los reyes europeos.
Después de la Segunda Guerra Mundial se desató una gran campaña mundial relatando el holocausto que sufrieron los judíos, sobre todo europeos; de los 17 millones de personas asesinadas en los campos de concentración nazis, 11 a 12 millones no eran judíos, la gran mayoría eran soviéticos, minorías de países del este, opositores políticos, de izquierda principalmente y al menos 500 mil gitanos. Identificar Holocausto con víctimas judías es parte de la propaganda que se impuso en al imaginario mundial, gracias a la gigantesca publicidad “occidental”. El País que más muertos aportó a la guerra contra el nazismo fue la Unión Soviética con 18 millones de muertos; Estados Unidos tuvo 298 mil bajas.
El 14 de mayo de 1948 Ben Gurion declara la Independencia del Estado de Israel, después de hacerles la guerra a los palestinos que ahí vivían y a los países árabes vecinos. La mayoría de la población palestina fue expulsada, para esa operación contaron con la autorización de la ONU, que ahí sí fue muy “eficiente”. Israel, dominado por los sionistas, que son la versión judía del Imperialismo Yanqui, se ha dedicado desde entonces a violentar a los árabes y en especial a los palestinos, convirtiéndolos en parias en su propia tierra. Para ello cuentan con el apoyo de los viejos cruzados de hace mil años, Reino Unido y Alemania todos ellos “liderados” ahora por el nuevo “cruzado” que guerrea contra Oriente, contra los “infieles”, Estados Unidos de Norteamérica que, al igual que en la actual guerra de Ucrania contra Rusia, lo siguen hasta la ignominia, a pesar de los altos costos, los fracasos y las penurias para sus poblaciones.
No en balde hace 40 años Alexander M. Haig, Secretario de Estado de Norteamérica en el gobierno de Ronald Reagan declaró: “Israel es el mayor portaaviones estadounidense, es insumergible, no lleva soldados estadounidenses y está ubicado en una región crítica para la seguridad nacional de los Estados Unidos”, con él, afirman, combaten el terrorismo, promueven la democracia, reducen el número de refugiados y, particularmente son el ariete en la otra cruzada contra Irán, la nación más representativa y beligerante del viejo Islam.
En la actualidad presenciamos con horror un nuevo genocidio en medio oriente, la masacre impune de niños, mujeres y ancianos palestinos y árabes, a cargo del pueblo elegido por su dios, los judíos; es sin duda la mayor exhibición de carencia de moral, compasión y solidaridad en la especie humana; al igual los acompaña el apoyo incondicional los sionistas por parte de los países supuestamente cristianos y religiosos, traicionando sus principales preceptos de respeto a los derechos humanos de la población civil inerme ante la matanza, igual se exhibe el total fracaso del supuesto órgano responsable de la paz mundial gobierno mundial la ONU. Las iglesias organizadas del mundo igual, sean cristianas, católicas, protestantes y sus jerarcas, únicamente rezan y ruegan que cesen las hostilidades y las masacres; pero no pasan de ahí, sólo declaraciones vacías, que sirven de nada, únicamente para cubrir con su manto de lamentos la masacre en curso.
Esta guerra, la peor de los últimos años, que Estados unidos utiliza para mantener y extender su hegemonía, sus negocios y su economía, es una bomba de tiempo que más tempano que tarde nos explotará a todos en la cara.
Artículo publicado el 19 de noviembre de 2023 en la edición 1068 del semanario Ríodoce.
