Con la selección de Claudia Sheinbaum como Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la 4T y precandidata a la presidencia de la República por Morena y sus partidos aliados, conforme a la añeja y arraigada “tradición” de ir con el “bueno”, en este caso con “la buena”, dio inicio La tradicional “cargada” política.
A todo lo largo y ancho del país y con base en una “instrucción” de la dirigencia nacional, los líderes del partido gobernante se dieron a la “caza” de todos y todas las que quisieran sumarse al barco de los vencedores. En muchos casos, las “auténticas” bases morenistas, bajo la idea, “Ahora nos toca a nosotros”, se molestaron, patalearon, gritaron, protestaron por la llegada de esos advenedizos.
La oposición conservadora, los críticos desde la izquierda, siempre “izquierda radical”, los intelectuales que ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, al unísono, hicieron causa y frente común contra tal “desfachatez”, sumar a políticos diferentes y hasta hace poco contrarios. Y no, los que se oponen desde dentro y en las orillas de Morena no lo hacen por puristas, ni por ingenuidad, ni radicalismo; no es por principios “sagrados” vulnerados, o por congruencia política. Al final es la misma historia de siempre: que los pocos o muchos huesos y puestos que haya sean para “nosotros”, para los “siempre fieles”, piensan. Que sea una decisión de los líderes de Morena, que sea, como argumentan, por el interés mayoritario, general, por el interés de la nación, y por la continuidad de la 4T, para ellos es puro rollo, de quienes tienen el control de la mayoría.
Se enojan porque a las filas de Morena y en apoyo a Claudia llegan a raudales, priistas, panistas, “ciudadanos ilustres” y, los que faltan aún; apelan al presidente, como si él no hubiera hecho los mismo en su campaña del 2018, igual que hizo Rubén Rocha Moya en el 2021.
Andrés Manuel López Obrador dice reiteradamente, que la política es un oficio noble, cuyo fin es servir a la gente, a los demás; que no se debe menospreciarlos. Puede ser, recuerdo que algunos de nosotros nos metimos a la política con el fin de transformar al país y al mundo, que los proletarios tomarán el poder, queríamos llegar a él, en su nombre. No queríamos ni buscábamos ventajas o beneficios personales, muchos de nuestros compañeros y compañeras dejaron su vida en prenda. Y sí, también es verdad que el presidente demuestra y comprueba no querer beneficios materiales, más allá de sus ingresos legales, pero ¿Cuántos habrá como él en el seno del gobierno y de Morena? A saber, pero no creo que sean todos y todas, vamos, ni siquiera mayoría. AMLO tiene una motivación mucho más fuerte y elevada que el dinero y las riquezas. Tiene por encima de toda ambición material, otra “meta” más sofisticada: su ego; lo mueve el deseo “superior” de ser “adorado”, “amado” por el pueblo; ser mencionado y reverenciado en todas las casas por las familias de la sociedad mexicana, quedar plasmado junto a Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero, Villa, Zapata, Lázaro Cárdenas en los libros de historia, en las plazas públicas, en las calles, en la memoria mundial moderna y, salvo algo extraordinario, lo está consiguiendo. Como ha dicho reiteradamente, no le interesan las riquezas materiales, el “sucio” dinero, como a la mayor parte de la raza humana, no les cabe en la cabeza que ello sea cierto y real. Pero, es así.
Pero eso no significa que huya de su responsabilidad. Sostengo, que de haber algo que amenace con descarrilar el rumbo o se desvíe de sus objetivos fundamentales. Tomará cartas en el asunto y ayudará a enderezar el barco. Tiene y tendrá la autoridad moral y política para hacerlo.
En el caso Sinaloa y para efectos políticos, reales y prácticos, lo que cuenta es, cuantos más, cuantos menos, se trata de una operación política en la que Rubén Rocha Moya ha tenido éxito pleno; sumar más políticos y activos a sus filas y a las de la 4T. Como dicen otros analistas, para apabullar en la elección presidencial y amarrar las mayorías en las cámaras de diputados y se senadores se ocupa de todos y de todas. Gran logro de la real politik.
Claro que hay de políticos a “políticos”, unos de acuerdo con el presidente lo hacen para ayudar, servir a la gente y de manera honesta y valiente lograr la transformación nacional; otros, creo que la mayoría, están o llegan para usufructuar el poder, los cargos, para simular y obtener la mayor cantidad de beneficios para ellos y sus allegados, pero así es esto. La pureza total, si existe, se encuentra en otra dimensión muy diferente a la que vivimos normalmente.
Artículo publicado el 01 de octubre de 2023 en la edición 1079 del semanario Ríodoce.
