Si no sucede algo extraordinario la próxima semana Claudia Sheinbaum será seleccionada como la Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la 4T y precandidata a la presidencia de la República por Morena y sus partidos aliados. Está más cantado que, cuando hace años, una dirigente municipal del sur del estado cuestionaba, por medio de un intermediario, al gobernador en turno, a qué aspirante a la gubernatura de Sinaloa debía apoyar. Y por más que el “intermediario” le decía el nombre señalado, la lideresa se resistía y exigía que el propio gobernador se lo dijera personalmente, harto, el líder político estatal reviró, “Dile que lea los periódicos”. Así ahora, salvo una catástrofe, será tal cual. Y a lo que sigue.
La precandidata, como Coordinadora Nacional, empezará un largo e intenso recorrido por todo el país, municipios, rancherías, colonias, comunidades, hasta que supere su principal debilidad y, consiga acercarse, al modelo a seguir, López Obrador, primero que se empape hasta la médula de pueblo y sensibilidad.
AMLO dice que después del 7 de septiembre le entregará, a quien resulte seleccionado, la estafeta del Partido-Movimiento, lo cual es muy cierto, quiere y debe transferirle a la mujer, la mayor cantidad de afectos y cariños que le tiene la población.
Ahora, ya que finalizó la “cargada política” a favor de Claudia en el proceso “interno”, empezará la “cargada popular” que el presidente le endosará. Entonces habrá un personaje central en Morena, “la mujer”, y tendrá en Andrés Manuel López Obrador, el presidente de la República, al mejor coordinador de campaña que cualquier otro candidato haya tenido en la historia nacional.
Y no es para menos, ha sido mucho el esfuerzo y el trabajo que ha llevado a cabo para que la Cuarta Transformación tenga el poder, para que un exceso de confianza o falta de operación política se pierda por dejarlo suelto en la primera transición, eso no sucederá.
El 2 de junio, a la par que la presidencia de la república, estará en juego el futuro del tercer poder, el judicial, principal trinchera que conserva la oposición y que debe ser seleccionado en votación directa de los ciudadanos. En septiembre de este año AMLO presentará la iniciativa correspondiente.
En la elección del poder ejecutivo y legislativo se juega el futuro de México y de la Cuarta transformación, por fortuna de manera democrática y pacífica. Difícilmente cambiará la intención del voto y el poderío electoral de la 4T, la presidencia está más que segura; la disputa más reñida vendrá por el Congreso de la Unión. Y mi apuesta es que vencerá el Plan C.
Los ases que el presidente tiene para ello no son ilegales ni fraudulentos, están a la vista de todo mundo. En un “grandioso” primer lugar todos los programas sociales, la mejor, la “pensión” para adultos mayores, con un aumento del 25 por ciento, que la elevará a 6 mil pesos; los paquetes de becas y apoyos a todos los sectores de la población; luego, la terminación de las grandes obras del sexenio: el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el Canal Transístmico, el tren suburbano Cd. de México-Toluca, la comunicación eficiente con el AIFA, por mencionar sólo las más relevantes. El líder no se dará abasto para estar refiriendo estos “logros”, no quedará nadie que no lo escuche y las conozca.
También habrá elección de gobernadores en Jalisco, Guanajuato, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Jefatura de gobierno en la Ciudad de México, al menos en 6 Morena lleva mano segura, peleará las otras tres, Guanajuato, Jalisco y Yucatán, si a ello sumamos las 23 gubernaturas que ya tienen, este 2024 casi todo el país será moreno.
¿Habrá acciones políticas extraordinarias en esos estados, para ganar todos los procesos electorales en curso por parte de los integrantes de Morena y sus aliados?, claro que las habrá, sería una tontería guardar, fuerzas, recursos y energías para el futuro. El futuro es ahora, y ya nos alcanzó.
El líder político de la Cuarta Transformación está obligado y comprometido a organizar, coordinar y dirigir todas las fuerzas y contingentes del cambio nacional para esas batallas que se avecinan, tal cual la oposición hará lo mismo. Y para que no haya malos entendidos, con los recursos económicos y los tiempos políticos legales que las fuerzas de la transformación tienen, alcanza y sobra para sostener ese proceso; porque no habrá desviación de recursos. No saldrán nuevos ricos, al menos no rápido, como sí sucedía en elecciones anteriores cuando el PRI y el PAN mandaban.
Los líderes y cuadros políticos de la 4T, los reales y los advenedizos que abundan en cada estado, municipio, comunidad, ranchería y colonia tienen la obligación y el compromiso de seleccionar a los mejores candidatos a los puestos en disputa para que salgan victoriosos; podría decirse que, con tanto “poder” y “recursos” será un paseo “triunfal”, pero no deben olvidar que la vida enseña caro, así como sucedió en la elección pasada en la Ciudad de México con la derrota inesperada, lo peor será subestimar a los contrarios. Habrá que poner a raya al cretinismo y la soberbia que, ciertamente, abundan en todos lados.
Dicen que habrá 21 mil cargos de elección en disputa. Millones de mexicanos se enrolarán en cada uno de los ejércitos contendientes en torno a sus banderas y estandartes; apuesto por el triunfo de nuestro comandante en jefe, el Peje, que no es lagarto. Sí, son mis buenos deseos e intenciones, tiene fundamentos y va mi espada en prenda, al tiempo.
Artículo publicado el 03 e septiembre de 2023 en la edición 1075 del semanario Ríodoce.