Acusan a marinos de doble crimen en Guasave

FAMILIARES DE JORGE ALFREDO. Que se castigue a los culpables.

Residentes de Buen retiro sitian base naval en Boca del Río

Sobre el ataúd metálico está la playera que vistió con su equipo de futbol de primera fuerza, su motocicleta está a un lado de una fotografía grande de tiempo atrás. En los muros de su casa de tabique y argamasa están recargadas dos coronas fúnebres, y pegadas a esas cartulinas fluorescentes con reclamos de justicia, y una crítica acre a infantes de marinos.

Frente al féretro hay un grupo de deudos. Su familia más cercana: tías y sobrinas, lo rodean. A un lado de estas, hay vecinos, lo mismo que en el frente y a los costados de la casa. Hay muchos muchachos en vigilia, los mismos que la noche anterior le formaron la vanguardia, flancos y retaguardia de motociclistas para recibirlo a la entrada del Buen Retiro, una comunidad agraria enclavada a orillas de Guasave, y a unos 20 kilómetros de la sede municipal.

En el ataúd está Jorge Alfredo, un joven tatuador, pintor y dibujante y por ello el artista del barrio, y barbero, padre de un niño al que ya no verá crecer, pues la madrugada del miércoles fue encontrado asesinado a unos kilómetros del poblado en donde residía.

El cadáver tenía un disparo en la cintura, pero el rostro le fue amoratado a golpes. Estaba semidesnudo. Junto al “Koke” estaba también el cuerpo de Alejandro Guadalupe, un joven de 20 años y residente de Tamazula. Él no tenía ninguna herida de bala, pero fue molido a golpes. Quienes vieron el cuerpo aseguran que estaba tumefacto. “Fue golpeado, como torturado, hasta que murió”, dijo un joven que pidió a anonimato pues asegura que muchos de ellos ya temen por sus vidas. Él formó parte del grupo que durante la noche se avocó a buscar a los muchachos desde el mismo momento en que se reportó la desaparición.

LA COMUNIDAD DE BUEN RETIRO. Luto en el pueblo.

Según los lugareños y los deudos, entre ambos muchachos no existía relación de amistad, aunque quizá se conocían porque ambas comunidades, Buen Retiro y Tamazula están por el mismo rumbo y cercano uno a otro. Son tan cercanos que los une una misma carretera.

“Koke estuvo en el lugar incorrecto y con las personas equivocadas. No sabemos quienes fueron, ni porqué terminó así. Él no merecía ese destino, era un buen muchacho; su trabajo, su arte, su familia, la novia, el hijo, eran sus motivaciones. No hacía mal a nadie, era acomedido, estaba para ayudar a quien fuera”, recuerda su tía Sara Espinoza.

Ella, Sara Lorena Fierro, Jesús Espinoza y María Teresa Atondo sostienen en sus manos cartulinas con la que exigen justicia por la muerte de Jorge Alfredo. En las láminas y con sus palabras acusan a infantes de marina como los homicidas. Son los marinos que están acantonados en la base de Boca del Río. Los señalan porque Alejandro Guadalupe hablaba con alguien a quien le dijo que estaba en un retén de marinos, y después desapareció, y cuando lo encontraron estaba muerto, y a su lado “Koke”.

Para los residentes de Buen Retiro, no hay otros responsables más que los marinos, pues ellos son testigos cotidianos de las borracheras que se cargan, los desmanes que, alcoholizados, realizan y que intimidan a los lugareños.

“Nos sentimos más seguros sin ellos que con sus patrullajes, afirma Jesús Gutiérrez Leal, otro residente que también vela a Jorge Alfredo.

El grupo asegura que después de que encontraron sin vida a los muchachos, ninguna autoridad les ha dado la cara, ni el alcalde, ni el gobernador, mucho menos el gobierno federal. “Simplemente, no existimos para ellos”, refiere Gutiérrez.

Juliana Espinoza, asegura que, pasando las exequias, retomarán la demanda de justicia hasta que los marinos responsables sean llevados ante una autoridad. “Mataron inocentes”, refiere.

Ella dijo que después del hallazgo de los cuerpos, la comunidad se organizó y en lugar de ir a trabajar a los campos, esa mañana entre cuatro y cinco de la mañana se enfilaron todos a la base militar, en donde protestaron por el doble homicidio.

Durante la protesta, quemaron llantas en la entrada y atravesaron un camión de basura que le quitaron al operador. Horas después, y sin que nadie intermediara excepto los rifles de policías estales, marinos y Guardia Nacional, los pobladores se retiraron.

“Fue momentáneo, porque en cuanto pasen los rosarios, habrá más protestas. No nos vamos a quedar así como así, sino hasta que sean llevados ante la autoridad los responsables, los marinos”, dice Juliana.

Recuerda que la madre de “Koke” ya perdió a sus dos únicos hijos, … desapareció cuando era un adolescente, y ahora Jorge. Por ambos casos, está al punto de derrumbarse.

Horas después de la protesta, la Secretaría de Marina emitió un comunicado ofreciendo colaborar con las autoridades competentes para el esclarecimiento del hecho, cuyas acusaciones las consideró “sin fundamento”.

En el despacho 06/2023 de la Octava Zona Naval, refrendó el compromiso de velar por los intereses nacionales y la debida observancia del estado de Derecho.

Artículo publicado el 28 de mayo de 2023 en la edición 1061 del semanario Ríodoce.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1108
GALERÍA
Afecta la sequía a 13 municipios de Sinaloa; con 25 pipas llevan agua a 68 comunidades.
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.