México niega que participó en la detención de Rafael Caro, pero EU lo afirma

El reciente arresto de Rafael Caro Quintero mostró una vez más que la colaboración entre México y Estados Unidos continúa, y que la presencia de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) en territorio nacional se mantiene intacta, pues sus agentes siguen recabando información a través de informantes a quienes pagan grandes cantidades de dinero.

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“Todos sabemos que la relación con el gobierno de México está deteriorada, pero eso no impide que la DEA continué ubicando a informantes que están dentro de los mismos cárteles, y que es necesaria para ubicar a ciertos capos”, explicó Mike Vigil, ex jefe de operaciones especiales de la DEA en México, y quien durante años trabajó como agente encubierto.

Aunque la DEA ya no es la fuerza que era antes, según ha reiterado el presidente Andrés Manuel López Obrador, la DEA ha logrado mantener a 54 agentes que trabajan en diferentes partes del país, aunque ahora, su poder es más “limitado”.

“Siguen interviniendo en asuntos de seguridad, nada más que ya hay un marco legal que establece cuántos agentes pueden estar en México, los informes que tienen que estar rindiendo para nuestro país y que no pueden actuar por su cuenta, ni ordenar lo que el gobierno de México lleva a cabo en materia de política de seguridad”, dijo el presidente mexicano en su conferencia del lunes 11 de julio, días antes del arresto de Caro Quintero.

Según el periodista Jesús Esquivel, autor del libro La DEA en México: una historia oculta del narcotráfico contada por agentes, a la agencia antidrogas México casi les ha cerrado las puertas porque la relación ya no es la misma, ya que con el nuevo proyecto de ley de la actual administración obliga a que, cada acción que realice la DEA, antes debe reportarla a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

“En el caso relacionado con el arresto de Caro Quintero, la DEA le hizo saber al gobierno mexicano durante 13 ocasiones dónde estaba oculto el capo, y no lo detuvieron hasta pocos días después de la reunión que tuvo con el presidente Joe Biden”, explicó Esquivel.

Y agrega: Claro, el presidente López Obrador dijo que la DEA no lo detuvo, lo cual es cierto porque la DEA no puede detener a nadie en México, pero eso no quiere decir que no estuvieron involucrados para que se lograra su arresto.

Según analistas de seguridad, la parsimonia con que actúa el gobierno mexicano ha evitado que las autoridades mexicanas, guiados de la mano de la DEA, puedan operar más libremente y arresten a narcotraficantes que Estados Unidos tiene en la mira.

No obstante, según observan fuentes de SEDENA entrevistados para este reporte, no siempre la DEA está involucrado en los arrestos de capos, como ocurrió cuando detuvieron a Benjamín Arellano Félix en 2002, y a Osiel Cárdenas Guillén en 2003, en donde todo el trabajo de inteligencia lo realizó el Ejército Mexicano, pero es innegable que hay una colaboración estrecha con la DEA.

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“Nosotros hacíamos nuestro trabajo de investigación y había ocasiones en que colaborábamos, pero también había información que nos guardábamos como también detalles que los agentes de la DEA no compartían con nosotros, pero en general el trabajo era de colaboración”, dijo un general retirado de Sedena.

El arresto en donde no existe duda que la DEA estuvo presente fue el de Joaquín el Chapo Guzmán, en 2014 en Mazatlán, pues aunque después del arresto, tanto México como Estados Unidos negaron que agentes de la DEA hubieran participado en la detención, era un secreto a voces que así había sido, y ese rumor se confirmó cuando Andrew Hogan, el agente que estuvo a cargo de la investigación, publicó un libro donde explica cómo, estando en Culiacán, estuvo cazando al Chapo durante meses.

“Me guardé una gorra que era del Chapo, y cuando ya lo llevaban los Marinos, hasta le grite: “hey Chapo”, revela Hogan en su libro Cazando a el Chapo.

Esa certeza la tuvieron siempre narcotraficantes y pistoleros, que a través de punteros que vigilan la ciudad, en varias ocasiones alertaron a sus patrones sobre la presencia de agentes de la DEA en Culiacán, incluso habría trascendido que cada que llega un extranjero a la capital del estado de Sinaloa por trabajo o para realizar alguna investigación periodística, siempre existe la duda si el extranjero es en realidad un agente encubierto de la DEA.

“Seguro no es tres letras”, preguntan cuando buscan un acceso a la organización criminal.

Otro de los casos emblemáticos donde se confirmó tiempo después sobre la participación de la DEA fue durante el arresto fallido de Ovidio Guzmán López, luego que el ex fiscal de Estados Unidos William Barr, declarara en una entrevista que ellos pusieron todos los elementos para la detención del hijo del Chapo.

La realidad, dijo una agente de la DEA que solicitó no ser identificado, es que somos varios equipos o grupos investigando, de tal manera que yo no sé qué hace mi compañero ni él sabe qué hago yo o el resto de los agentes, ya que hay mucho celo.

“Por ejemplo, uno de los agentes puede tener contacto para intercambio de información con un narcotraficante, pero si otro grupo de otra división está investigando a ese mismo narco y tiene los elementos para inculparlo y sabe dónde está, lo va a detener en la primera oportunidad, porque ese es su trabajo”, sostuvo.

Artículo publicado el 24 de julio de 2022 en la edición 1017 del semanario Ríodoce.