Curva de descenso de casos de COVID-19 se prolongará hasta mayo en México; el siguiente aumento de contagios será en invierno, sugieren especialistas.

El descenso de casos de COVID-19, que inició en la semana 3 del año (16-22 de enero), se prolongará hasta mayo y no hasta marzo, como se había pronosticado.

El modelo actualizado de proyecciones del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, estima que la curva no mantendrá una desescalada de casos acelerada, sino que la disminución será más lenta.

El IHME proyecta que para finales de febrero en el país habrá 330 mil casos diarios; para el 9 de marzo llegarán a 200 mil, para el 22 de marzo serán 100 mil, para el 30 de marzo alrededor de 68 mil, para finales de abril serán alrededor de 20 mil, y durante los primeros días de mayo se reducirán a menos de 10 mil casos diarios.

El Instituto calcula que las cifras de contagios reales son entre 35 y 50 veces más altos que los reportados por Salud Federal, debido a la falta de aplicación de pruebas de detección, y que la cantidad real de infectados abarcaría al 85 por ciento de la población mexicana.

Las estimaciones de infecciones incluyen a las personas que dieron positivo a una prueba y a las que no se hicieron una prueba, a partir de los datos de encuestas de seroprevalencia, casos, muertes y hospitalizaciones diarias.

El “Informe de resultados de COVID-19 México” del IHME, publicado el 4 de febrero, menciona que ante el elevado número de infectados, las “políticas de salud que han sido altamente efectivas en oleadas anteriores de lapandemia pueden tener un menor impacto con esta variante”.

“Las pruebas, el seguimiento decontactos y la cuarentena pueden tener pocos beneficios y utilizar recursos innecesariamente porque es muy grande la fracción de la población que está infectada. Es posible que los mandatos de distanciamiento social tampoco tengan mucho impacto durante el periodo muy corto que queda en la ola de Ómicron”, añade.

Durante las próximas semanas y meses, señala que los hospitales de algunos estados seguirán experimentando una gran presión de camas debido al aumento de las infecciones por COVID-19, admisiones con infecciones incidentales por COVID-19 querequieren medidas de control de infecciones y escasez de personal.

El alto número de infectados sumado a la vacunación, añade, permitirán “alto niveles de inmunidad” que deberán “conducir a niveles bajos de transmisión durante muchas semanas o meses”.

Rafael Lozano, profesor de la Universidad de Washington del Departamento de Ciencias de la Medición en Salud y del IHME, señaló en un artículo publicado en El Economista, que
en el país la transmisión ha alcanzado su punto máximo en Sinaloa, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí y Sonora, en donde se ha iniciado un descenso.

“Para abril, la ola de Ómicron debería haber disminuido en gran medida”, estima.

El investigador señala que con base a los datos publicados por GISAID y varias bases de datos nacionales, combinados con el modelo de dispersión de variantes del IHME, se estima que la variante Alfa circula en 10 estados; la Beta en ninguno, mientras que Delta y Ómicron están presentes en los 32 estados y la variante Gamma solo en 12 estados.

“Las infecciones diarias estimadas en el escenario de referencia, que representa lo que creemos que es más probable que suceda, descenderán a 10 mil 340 el 1 de junio de 2022, así mismo, los casos diarios disminuirán a 290 para la misma fecha. Se proyectan 586 mil muertes totales acumuladas por COVID-19 para el 1 de junio. Esto representa 15 mil muertes adicionales del 31 de enero al 1 de junio.

De acuerdo a datos de la Secretaría de Salud Federal, en el país se han infectado 5.3 millones de personas y de estas más de 314 mil han fallecido.

Los datos oficiales muestran cuatro semanas consecutivas de descenso de contagios a nivel nacional, mientras que algunos estados como Colima, Nayarit y Baja California Sur, el descenso es de dos o tres semanas.

Nuevo repunte, se registrará en invierno

La reducción paulatina de la inmunidad adquirida por contagio y/o por las vacunas y la aparición de nuevas variantes, llevarían a un nuevo repunte de casos de COVID-19 en invierno.

El Instituto de Métricas sugiere que para estar preparados ante la aparición de nuevas variantes, los gobiernos deben mantener la vigilancia y monitorear las nuevas cepas del virus SARS-Cov-2, mantener la promoción de la vacunación, incluidas las terceras dosis, ampliar el acceso a antivirales efectivos y brindar orientación para que los grupos de alto riesgo usen vacunas de alta calidad, máscaras y se mantenga la distancia social.

Con estas medidas implementadas, incluso ante la aparición de una nueva variante con mayor gravedad en comparación con Ómicron, no debería requerir el regreso a los mandatos de la era inicial de la pandemia.

Artículo publicado el 20 de febrero de 2022 en la edición 995 del semanario Ríodoce.