La Legislatura que se va, la primera en la historia política de Sinaloa que tuvo un grupo mayoritario de Morena concluye esta semana con una paradoja visible en sus resultados.

El refrán popular: “En casa del herrero azadón de palo” puede seguirse aplicando al Congreso del Estado al concluir la 63 Legislatura porque no fue posible expedir una nueva Ley Orgánica del Congreso del Estado.

La última intención optimista entre los diputados había sido que a más tardar en el presente mes de septiembre, previo a la entrada de la nueva Legislatura, sería aprobada una nueva Ley Orgánica para heredar un mejor marco legal a los diputados entrantes.

En diversas ocasiones, los diputados de la Legislatura saliente cuestionaron que la Ley Orgánica del Congreso del Estado, aprobada hace casi 26 años, era obsoleta, tenía imprecisiones y lagunas que no eran acordes a la nueva realidad del Poder Legislativo, por lo que era urgente expedir una nueva versión para no recurrir a “parchar” la legislación.

Al inicio de la presente Legislatura, para resolver las lagunas legales, los diputados acordaron al seno de la Junta de Coordinación Política una serie de lineamientos del uso de la tribuna para mediar con reglas mínimas la participación de los grupos parlamentarios y los diputados sin partido.

Desde el inicio del segundo periodo de sesiones, en abril de 2019 la entonces presidenta de la Junta de Coordinación Política, Graciela Domínguez Nava, afirmó en tribuna que era tiempo que se iniciara un debate para hacer cambios que modernizaran al Poder Legislativo en la organización y su funcionamiento.

El último anuncio, el cual parecía asomar un avance tangible y concreto fue cuando la Junta de Coordinación Política incluyó el tema de una nueva Ley Orgánica del Congreso del Estado dentro de la propuesta de agenda común que habían acordado los diferentes grupos parlamentarios. La fecha tentativa fijada para su aprobación había sido en enero del 2021.

Sin embargo, la mención hecha al iniciar el tercer año legislativo, previo al primer periodo ordinario de sesiones en septiembre de 2020, no pudo prosperar. Las circunstancias no fueron las más favorables. Era el primer año de la pandemia por COVID-19, y se vivía la cercanía de los tiempos electorales.

El mayor avance fue la elaboración de dos iniciativas de Ley Orgánica del Congreso del Estado, uno de Morena y otro del PRI. Los documentos quedaron prácticamente archivados porque en el primer trimestre del 2021, los diputados de la actual Legislatura dejaron sin quórum al Poder Legislativo, cuando solicitaron licencia para perseguir sus aspiraciones electorales.

La propuesta de Morena fue registrada formalmente como iniciativa el 12 de marzo del 2021 y recibió la primera lectura el 13 de abril, cuando se turnó para su estudio a la Comisión de Protocolo y Régimen Orgánico. Donde se tenía otra propuesta anterior del PAS, registrada por la diputada Angélica Díaz y Víctor Antonio Corrales, el día 1 de octubre de 2018.

Entre los puntos de coincidencia de la bancada de Morena y PRI estaban la reducción de los tiempos de las sesiones al eliminar las lecturas de iniciativas y pensiones, al suplirse por la publicación en la Gaceta Parlamentaria, y la reglamentación de las participaciones de los diputados en tribuna.

Estaban también contempladas la prácticas de Parlamento Abierto, la creación de una Unidad de Igualdad de Género que trabajaría en estudios, investigación y concientización sobre la discriminación y violencia contra las mujeres.

Había puntos también divergentes, sobre los cuales no fue posible lograr acuerdos. Estaba por ejemplo la propuesta de la bancada del PRI de crear un Comité de Administración, como un órgano auxiliar de la JUCOPO, integrado por los diputados de todos los grupos parlamentarios, para atender el presupuesto, así como los asuntos de recursos humanos, materiales, financieros y técnicos.

Planteaba además se especificara que la Mesa Directiva de cada año de la Legislatura recayera en orden decreciente en un integrante de los tres grupos parlamentarios con mayor número de diputados, y en caso que hubiese un número similar se tomara en cuenta el partido político que haya obtenido el mayor número de votos en la elección constitucional previa de diputados.

Desde febrero de 2020, el Grupo Parlamentario del PRI, en voz de su coordinador Sergio Jacobo Gutiérrez, había señalado que era inaplazable la discusión del tema en el siguiente periodo ordinario porque la ley vigente era ya obsoleta.

Entre otros puntos de la propuesta del PRI para modernizarse era contemplar el funcionamiento de un observatorio ciudadano con indicadores para evaluar el desempeño de los diputados y los parlamentarios porque, consideraban, era insostenible que no se rindieran cuentas.

Planteaba la bancada del PRI aprovechar los recesos para elaborar los dictámenes que sean presentados en el siguiente periodo ordinario de sesiones y así desaparecer la “congeladora legislativa”.

Por su parte en la propuesta de Morena de una nueva Ley Orgánica del Poder Legislativo, ahora así denominada, se incluía la eliminación de sesiones secretas, el hacer más moderno, democrático y ágil el trabajo parlamentario, al comunicar las órdenes del día de las sesiones, al menos 24 horas antes de anticipación, la difusión de los dictámenes 72 horas antes, la eliminación de las lecturas de iniciativa y del plazo de las 14:00 horas para el término de la sesión.
La propuesta de Morena tenía una acentuación en el Poder Legislativo sobre el Poder Ejecutivo con la eliminación del “veto de bolsillo”, para que cuando un proyecto de ley o decreto aprobado por el Congreso no fuese publicado por el Ejecutivo después de trascurrido los plazos constitucionales, la presidencia del Congreso del Estado podría ordenar su publicación en el Periódico Oficial del Estado de Sinaloa.

Morena consideraba también reglamentar las observaciones del gobernador en los decretos del Congreso, además de aplicar el sistema de voto ponderado para determinar la existencia de quórum en las reuniones de la Junta de Coordinación Política.

Aunque no emitió la legislatura una nueva Ley Orgánica, se hicieron diversas reformas, una de las más destacadas fue la inclusión de las sesiones virtuales o a distancia, obligados por la pandemia del Covid-19 que impedía al Pleno reunirse presencialmente.

A escasos días que conclua la actual Legislatura, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Rosario Romero López, descartó que la nueva Ley Orgánica del Congreso del Estado pudiese alcanzar a salir adelante.

La nueva Ley Orgánica del Congreso del Estado será heredará a los próximos diputados, como fue también herencia recibida por la 63 Legislatura de su antecesora.

Artículo publicado el 26 de septiembre de 2021 en la edición 974 del semanario Ríodoce.