Los gobiernos estatal y federal siguen apostando todo a la vacunación contra el COVID-19 en Sinaloa. Al corte del lunes 23 de agosto el 52.7 por ciento de ciudadanos y ciudadanas mayores de 18 años han recibido su esquema completo, de acuerdo a los datos de la Secretaría del Bienestar.

El padrón lo integran a partir de datos del Instituto Nacional Electoral (INE) que estiman en Sinaloa 2 millones 192 mil 820 de electores. El total que la Secretaría de Bienestar presume es de 974 mil 413 ciudadanos y ciudadanas con esquema completo, equivalente a casi el 45 por ciento del padrón.

La cifra la redondean personal docente, reos, brigadistas y mujeres embarazadas que en conjunto suman más de 161 mil 200 personas, es decir, en Sinaloa tienen esquema completo casi un millón 136 mil personas.

La esperanza se cimentó en Culiacán y Mazatlán y el inicio de la aplicación de segundas dosis a  partir del martes de la semana pasada. Durante la primera dosis se logró aplicar el antígeno de Sinovac a más de 150 mil 700 personas en la capital y más de 71 mil 600 en el puerto.

Ese es el rango de edad más amplio en Sinaloa. Durante la primera parte del esquema se vacunaron a 419 mil 789 en el estado, pero aun siendo optimistas y aplicando segundas dosis en su totalidad en Culiacán y Mazatlán, el número de sinaloenses con esquema completo subiría apenas al 62 por ciento. La meta del 80% sigue lejos.

Y los problemas persisten, no se logra avanzar. En Sinaloa los casos rezagados no sólo en su primera dosis sino en la segunda son diversos. Van desde gente que enfermó y no pudo aplicársela por vez primera a otros que fallecieron.

Como ejemplo podemos tomar el rango de edad de personas de 40 a 49 años. Según datos de la Secretaría de Bienestar a ese grupo les fue aplicada su primera dosis a 310 mil 580 hombres y mujeres.

La cifra cayó para la segunda aplicación a ese rango de edad a 141 mil 987 personas, cantidad menor a la mitad en las primeras dosis. Una diferencia muy notable.

Además, según el padrón del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en Sinaloa hay 396 mil personas entre 40 y 49 años, es decir, una diferencia de alrededor de 80 mil personas con respecto a las proyectadas por Bienestar.

Y la explicación puede darse de muchas maneras. Por ejemplo, José, quien pertenece al rango de 40 a 49 años no pudo vacunarse durante la jornada para ese grupo en Culiacán debido a que estaba enfermo.

La vacuna COVID-19 que le correspondía era AstraZeneca para su aplicación en junio y la segunda dosis a principios de este mes.

Tuvo que esperar al siguiente lote con adultos de 30-39 años a quienes les suministraron Sinovac entre mediados de julio y principios de agosto y finalmente completar el proceso y sumarse a personas mayores de 40 vacunadas con esquema completo.

Otros casos distintos al de José tuvieron su primera dosis con Pfizer en la aplicación a rezagados o que son de municipios como Navolato en donde se aplicaron vacunas de esa farmacéutica: la gente está escogiendo qué vacuna aplicarse.

La peor respuesta

A reserva de lo que suceda con la población de 18 a 29 años, en Sinaloa las personas que han mostrado peor respuesta a la aplicación de segundas dosis de la vacuna contra el COVID-19 son las del rango de 30 a 39.

Durante la jornada de primeras dosis se aplicaron 302 mil 172 vacunas a sinaloenses y para las segundas dosis la cifra cayó, llegando a completar apenas el 25 por ciento su esquema.

Pero la cifra de primeras dosis no significa que sean el total de sinaloenses en el rango de edad. Los datos del INEGI en Sinaloa arrojan que son más de 421 mil personas entre 30 y 39 años de edad al corte de 2020.

Es decir, del probable universo planteado a partir de los datos del INEGI, solamente se habría vacunado con esquema completo casi el 18 por ciento de la población de ese rango de edad.

Otro motivo por la baja respuesta puede ser la letalidad durante la segunda ola. Por ejemplo, en Culiacán una pareja murió a principios de agosto, cerca de las fechas de la aplicación de segundas dosis tanto en el rango de 30-39 como para los de 40-49.

De oficio músicos, Flavio de 40 años y Fabiola de 36 murieron de COVID-19 durante los primeros días de agosto después de convalecer por la enfermedad durante semanas.

Juntos habían formado la agrupación versátil Fa Sostenido pero el coronavirus truncó ese proyecto. Suman a la estadística de casi 8 mil muertos por la enfermedad en Sinaloa.

Pero ese es apenas un pequeño ejemplo, una muestra de lo que sucede en Sinaloa. La autoridad que busca a toda costa completar el esquema de vacunas a una sociedad que ha sido golpeada por la enfermedad y una ausencia de políticas públicas que privilegien la salud.

Por otra parte, las cifras cobran otro sentido cuando se compara la cantidad de primeras dosis a adultos de 18 a 29 años. Según el INEGI en Sinaloa existen más de 489 mil personas entre 20 y 29 años, faltando todavía por contabilizar los de 18 y 19 que aparecen en el rango inferior de la estadística federal.

Y las primeras dosis a esa población fueron 419 mil 789, lo cual significa casi el 86 por ciento si se toma como parámetro a los datos del INEGI. De ahí la campaña que el estado ha impulsado para promover la vacunación y lograr mover hacia adelante una estadística que se estancó.

Artículo publicado el 29 de agosto de 2021 en la edición 970 del semanario Ríodoce.