Mutan los delitos, bajan homicidios pero se incrementa violencia familiar, desaparición forzada y feminicidios

Rubén Rocha Moya enfrentará un nuevo escenario delictivo. En los últimos años en el estado hubo un cambio en el patrón de delitos.

De acuerdo con una evaluación del Consejo Estatal de Seguridad Pública, delitos como el homicidio doloso y robo de vehículo tienen una tendencia a la baja y ahora deben dar atención prioritaria a la desaparición forzada de personas, violencia familiar, feminicidio, violación y homicidio culposo.

Rocha Moya asumirá la gubernatura con un panorama delictivo distinto al de Quirino Ordaz Coppel.

En 2017, Ordaz Coppel llegó a la gubernatura cuando los homicidios dolosos y el robo de vehículos estaban en los niveles más altos de los últimos años.

Rocha Moya llegará con la incidencia más baja en los últimos años en esos delitos y ahora el impacto de la violencia está en otros delitos.

El coordinador general del CESP, Ricardo Jenny del Rincón, dijo que las nuevas autoridades deben atender la seguridad con nuevos paradigmas.

“Ante la disminución de delitos históricos como robo de vehículo y homicidio doloso en Sinaloa, hoy son tendencia otros delitos que requieren de atención urgente y necesaria; por eso le llamamos nuevos paradigmas para evitar que el problema siga creciendo”, señaló.

Mencionó que el nuevo gobierno debe dar “atención prioritaria a delitos que impactan el desarrollo y el bienestar de las personas, de tener focos rojos en homicidios dolosos, robo de vehículo y robo a comercio a una nueva realidad en la que destacan la desaparición forzada de personas, la violencia familiar, el feminicidio, violación y homicidio culposo”.

Según el diagnóstico, el 2020 fue un año de cambios en el comportamiento delictivo en el estado y si la tendencia continúa en los próximos años, estaremos en un escenario en el que los delitos que afectan a la población superarán a aquellos que por décadas se relacionaban con el crimen organizado, como el homicidio doloso y el robo de auto.

De acuerdo con el análisis, el año pasado se cometieron 27 feminicidios y 12 homicidios de mujeres, de los cuales el 60 por ciento fueron con arma blanca y otros elementos distintos al arma de fuego, lo que indica un alto nivel de violencia.

La naturaleza de este delito, señala, está ligada a la conducta violenta en los hogares, por lo que los esfuerzos de las autoridades deben de concentrarse en la erradicación de la violencia de género y sobre todo con voluntad política que se vea reflejada en los presupuestos y capacidad de las personas que encabezan las diversas instituciones involucradas.

El homicidio doloso, en 2020 alcanzó el punto más bajo desde 2010 con 780 asesinatos, sin embargo, y por segundo año consecutivo, se registraron 23 por ciento más denuncias por desaparición forzada de personas (958) que homicidios dolosos.

De continuar con la tendencia en ambos delitos, en 2021 se repetiría de nueva cuenta este fenómeno, indica.

Los homicidios dolosos están concentrados en Choix con 50 casos y Culiacán con 450, de los 780 ocurridos en todo el estado en 2020.

Las muertes por accidentes viales en Sinaloa aumentaron 10 por ciento en 2020, a pesar de que durante varios meses se redujo la movilidad vial a causa de la pandemia por la COVID-19.

En total hubo 638 homicidios culposos que representan la segunda cifra más alta desde 2010.

La alta incidencia de este delito y los constantes percances viales muestran la necesidad de que se emprendan programas innovadores y efectivos, campañas de concientización vial, así como estrategias certeras de prevención y aplicación de los reglamentos viales sin distingos, influencia política ni corrupción, señala el CESP.

De acuerdo con el diagnóstico la violencia familiar se ha convertido en el problema de seguridad pública a resolver con mayor prioridad pues su incidencia es mayor que en los otros delitos y el año pasado cerró con 4 mil 811 denuncias.

Menciona que por cuarto año consecutivo, la violencia familiar continuó con una tendencia de incrementos, lo que debe establecer un asunto de prioridad para las autoridades de todos los niveles, a fin de revisar presupuestos destinados a las instituciones responsables del tema, desde el nivel preventivo hasta el aparato de justicia, metas de las instituciones y resultados de políticas públicas y perfiles idóneos de los titulares.

La violación es un delito que afecta gravemente a las mujeres y el 2020, por segundo año consecutivo batió su propio récord y cerró con la cifra más alta que se tenga registro con 211 denuncias.

“La prevención juega un papel primordial en este delito debido a que la mayoría de las víctimas son niñas, niños y adolescentes, por lo que se requiere informar tanto en los hogares como en escuelas los signos de alerta y acciones para evitarlo. Además, las autoridades están obligadas a mejorar los canales de denuncia para disminuir la alta cifra negra en este delito, así como fortalecer la atención integral a las víctimas desde el apoyo médico, psicológico, acompañamiento jurídico y la obtención pronta y expedita de justicia”, indica.

En robo de vehículos Sinaloa cerró el año con la cifra más baja en la última década con 3 mil 501 casos denunciados.

Este delito tiene una tendencia de tres años a la baja y de continuar con este comportamiento durante 2021, estiman que el total anual podría ser de menos de 3 mil denuncias, convirtiéndose en una nueva baja histórica.

El robo a casa aumentó en 34 por ciento con 561 denuncias a pesar de que con el confinamiento por la pandemia las personas pasaron más tiempo en sus domicilios.

Según el CESP, Ahome y Culiacán son los focos rojos de este delito lo que obliga a establecer estrategias efectivas en estos municipios y vigilar que los próximos cambios de administración municipal no generen un descuido en materia preventiva.

El robo a instituciones bancarias es el delito con mayor reducción en Sinaloa y a nivel nacional y el año pasado cerró con 16 denuncias.

A nivel nacional este delito se redujo 40 por ciento, 22 estados tuvieron un menor número de carpetas de investigación en comparación con 2019 y sólo cuatro tuvieron incrementos.

“En 2020 Sinaloa presentó su registro histórico más bajo en robo a banco. Se debe asegurar que ese comportamiento se mantenga en 2021, pues de lo contrario, la disminución habrá obedecido solamente al efecto de menor movilidad y cierre de sucursales bancarias a causa de la pandemia”, indica el informe.

Jenny del Rincón indicó que se confirma que la violencia familiar debe ser la meta para atender con prioridad, pues en 2020 se recrudeció a niveles preocupantes y si se toma en cuenta que la estabilidad social inicia en el hogar y la colonia, estamos ante un escenario que puede descontrolarse si se sigue minimizando.

“El comportamiento cambió, algunos delitos mutaron y no solamente por la pandemia, este cambio en la tendencia ya la venimos arrastrando o construyendo desde hace al menos tres años. Confirmamos el surgimiento y el predominio de nuevos patrones de violencia aquí en Sinaloa”, dijo.

Mencionó que el nuevo gobierno debe mejorar esquemas de denuncias, respetar los derechos humanos, evitar la revictimización en la denuncia y que presentar denuncias deje de ser un trámite engorroso y sea un verdadero esquema de justicia y reparación del daño.

Señaló que deben concentrarse en la atención a víctimas y buscar la profesionalización de todas las instancias para generar empatía y respuesta adecuada e incrementar los presupuestos de las comisiones de atención a víctimas.