Se conocieron en Canadá, en 1947, y desde el principio supieron que querían compartir su vida hasta que les durara. Al inicio, justificaban la demasiada cercanía con una fuerte amistad, pero las preguntas fueron cada vez más constantes y emigraron a Chicago. Ahí tendrían más libertad y posibilidad de esquivar los cuestionamientos: si vivían donde mismo era por lo caro de las rentas.
Cuando regresaban a su país a visitar a la familia, nadie pensaba mal de ese cariño incondicional, reciproco y leal, como pocos. Si alguno lo veía extraño, no lo comentaba con nadie. Para todos, eran, igualmente, parte del hogar, y las reuniones, los festejos, las vacaciones, los días festivos, los paseos… eran sin distinciones.
En Chicago, además de su vida y el espacio en el que vivían, llegaron a compartir el trabajo por más de dos décadas, sin ningún inconveniente. En esa ciudad, tenían amigos que sabían de su relación, a quienes veían como familia. Otra. Una con la que se identificaban y eran libres. Eso sí, preferían hacer reuniones caseras a ir a los bares o centros nocturnos, porque a mediados del siglo pasado, había más restricciones que ahora y estar fuera de lo establecido, de lo considerado normal para muchos, podía ocasionar redadas de la policía.
Aunque nunca lo dudaron y, en mayor medida, disfrutaron de compartir todo por tantos años, a Terry Donahue y Pat Henschel les llevó 65 años dejar de ser “primas” y decir a su familia que eran pareja y, más allá de eso, que eran lesbianas. Temían ser cuestionadas, sobre todo, rechazadas. Para todos eran unas trabajadoras, triunfadoras, exitosas y, para algunos, un ejemplo a seguir: no querían decepcionar o defraudar a nadie.
Más que la historia de amor, fidelidad, lealtad, compañerismo, complicidad… Un amor secreto (A Secret Love/EU/2020) bien podría ser la del proceso de cambio de la homosexualidad en un país: la relación de Terry y Pat comenzó en un tiempo de mayores limitaciones para los y las homosexuales, pasó por las décadas de lucha por los derechos y continuó hasta los últimos años, en los que, así falte mucho todavía, las condiciones han mejorado.
El documental disponible en Netflix, dirigido por Chris Bolan, sobrino nieto de Terry Donahue, hijo de Diana Bolan, la sobrina preferida de quien, también, fuera jugadora de beisbol profesional, no puede ser más sorprendente, no solo por las décadas que la pareja ocultó su relación, sino por el amor que expresan una a la otra. Es cierto que Pat muestra una personalidad fuerte y Terry se ve más tranquila y, quizás, se piense que, de alguna manera, eso las hizo estar en un punto medio en las discusiones: queda claro que su forma de hablarse, mirarse, atenderse, acompañarse, solo evidencia plenitud, felicidad… amor genuino.
El documental no da cabida al aburrimiento. Además de abordar los años de la relación de Terry y Pat, en los que se pueden ver videos y fotografías reales de la pareja, en sus vacaciones, paseos, fiestas, con sus familias y amigos, trata acerca de la urgente elección de un lugar en el que vivan acompañadas y atendidas, y de acordar si es necesario o no casarse, después de todo y tanto. No se la pierda… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
Artículo publicado el 10 de mayo de 2020 en la edición 902 del semanario Ríodoce.