Andrés Manuel López Obrador será el nuevo Presidente de la República. Te lo dicen las encuestas, la gente en la calle y en los espacios públicos, hasta te lo dicen los analistas políticos de Televisa. Va a ganar el deseo de cambio, y el miedo que han tratado de infundir al electorado será derrotado. El hartazgo es más grande que el miedo. 25 puntos arriba está AMLO de su más cercano.
Los grandes empresarios aglutinados en el Consejo Mexicano de Negocios intentaron por diversos medios descarrilar la candidatura de López Obrador, pero no pudieron. La ola de simpatía crecía y crecía, y una lectura de la realidad y algo de sensatez ha llegado a ellos. Se han limado esperezas con los hombres de negocios y ya empiezan a aceptarlo. El Tecnológico de Culiacán reveló que se ha reunido con el candidato de MORENA.
Mientras tanto, el PRI se concentra en ganar distritos electorales federales y senadurías para tener una buena presencia en el Congreso de la Unión, y así poder hacer una buena negociación y prepararse para dentro de seis años. La presidencia ya se les fue. En Sinaloa el interés del gobernador Quirino Ordaz Coppel, está en tener mayoría en el Congreso del Estado de Sinaloa. De Meade nadie se ocupa, ni se preocupan.
Por el lado del PAN el desencanto es palpable, su candidato sigue perdido y sus asesores no dan una. Ahora hablan de negociaciones entre AMLO y Peña Nieto. Ricardo Anaya, quien aprobó las reformas estructurales de Peña Nieto, cree que todos los políticos son de su condición. A estas alturas de la campaña, ni unidos el PRI y el PAN pueden alcanzar al candidato de Morena.
En Sinaloa el ambiente es de esperanza. Morena se prepara para obtener más de 400 mil votos para AMLO. Más de 100 mil votos con respecto a los que obtuvo en el 2006.
Sus candidatos al senado, Rubén Rocha Moya e Imelda Castro Castro trabajan para ganar por mayoría, y mandar al PRI a un segundo o tercer lugar. Morena se convertirá en la primera fuerza política en el Estado de Sinaloa. Por primera vez estarán vigilando las 4 mil 840 casillas electorales que se instalarán en Sinaloa con personas capacitadas. Las casillas que se hacen llamar de contención, que se encuentran en los lugares lejanos y enclavados en la sierra también serán vigiladas. Un verdadero ejército de representantes de casilla y representantes generales se están preparando para hacer realidad un cambio verdadero.
Sus candidatas y candidatos a diputados tanto locales como federales, no tienen horarios para trabajar, lo hacen a todas horas, con muy escasos recursos económicos. Verdaderos ejércitos de ciudadanos convencidos los acompañan. Nada ni nadie los detiene. Lo mismo pasa con nuestras candidatas y candidatos a las presidencias municipales, están convencidos de que van a ganar. Con ese ánimo se participa.
Un candidato populista, según la definición de Barack Obama, se prepara para dirigir las riendas de nuestro México. El jueves 30 de junio de 2016, frente a Enrique Peña Nieto y el premier canadiense, Justin Trudeau, Obama se definió a sí mismo como un populista: “No estoy preparado para conceder razón a la retórica contra el populismo […] cuando se tiene que ver con proteger a las personas vulnerables frente a los grandes intereses corporativos, garantizar oportunidades educativas, independientemente de la riqueza, o garantizar condiciones justas para los trabajadores. Supongo que todo esto me hace populista”.
Vientos de cambio estás soplando bajo el cielo de mi país. ¡Vamos a Ganar!
Artículo de opinión publicado el 10 de junio de 2018 en la edición 802 del semanario Ríodoce.
