Trabajadores de El Sauz se quejan de malos tratos y bajos salarios

Trabajadores de El Sauz se quejan de malos tratos y bajos salarios

Es la 1:00 de la tarde, hora de comer. Para adquirir sus alimentos, Carlos y sus compañeros caminan alrededor de 20 minutos bajo los rayos del sol. Ellos trabajan en la obra de la construcción de la Base de la Policía Militar en el Sauz.

Carlos es indígena originario de Chiapas. Al igual que él, decenas de trabajadores llegaron del sur del país, principalmente de Oaxaca, Tabasco y Veracruz. Les prometieron trabajo en la construcción de lunes a viernes y con salario mensual de 5 mil 500 pesos. Por eso llegaron al Sauz.

La jornada laboral da inicio a las 7:00 de la mañana y concluye a las 19:00 horas. Son 12 horas de labor. La mayoría de los trabajadores viven en cuarterías en la sindicatura de Costa Rica y pagan traslado de 250 pesos semanales de la obra a su hogar temporal. Así es la labor de lunes a sábados.

Pero ese salario se desinfla. Además de pagar transporte para ir a la obra, lo hacen en alimentos, hospedaje y a veces hasta medicina. Las condiciones poco favorables para decenas de trabajadores los obligaron a protestar.

Ahora Carlos es el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Construcción de Pueblos Originarios y la exigencia ante las autoridades es que se respeten sus derechos laborales.

Por ello se trasladó el miércoles 30 a Culiacán. Ahí dio informe a medios de comunicación. Acompañado por la abogada del movimiento, Isabela Cruz Reyes, Carlos reveló la discriminación a la que son objeto en la obra del Sauz.

“Nos están explotando muy feo, nos hacían trabajar una jornada de 7:00 de la mañana a 7:00 de la tarde, son 12 horas de las que estamos hablando. Ya hay peticiones y diálogo… y ya están los acuerdos”, explicó.

Sentado bajo el rayo de sol, a espaldas de la obra del Sauz, Carlos y cuatro de sus compañeros comen. Frijoles, carne de res, garbanzos y verduras. “Y mucha tortilla para llenarnos”, dice uno de los obreros. “Allá adentro nos dan muy poquito por eso preferimos venirnos hasta acá”, añade.

La zona es utilizada como entrada y salida de vehículos de carga. La entrada de la base militar es utilizada exclusivamente por personal militar y algunos proveedores. Todo lo relativo a la construcción va por una entrada a espaldas de la base.

Y es ahí donde comen. Bajo los rayos del sol y a la intemperie, los atienden en una mesa plegable y unas sillas de plástico. Luz y Lupita junto con otra mujer los atienden. Tienen refrescos helados también. El termómetro marca 42 grados centígrados a la sombra, pero en ese predio no tienen ninguna. El calor se incrementa.

Adentro, las condiciones no son mejores. Explican que el agua que les dan a beber tiene un costo de 10 pesos aunque no la consuman y casi siempre está tibia o caliente por el calor que hace. Sumado a la explotación laboral, las condiciones en que laboran las describen como difíciles.

Por ello, la noche del miércoles Carlos tuvo una reunión con autoridades de la obra. Un ingeniero identificado con el nombre de Miguel Ángel hizo el compromiso de mejorar la situación en que laboran.

“Ya al agua le están poniendo hielo constantemente porque la mera verdad nos estaban dando agua tibia; el tránsito de los camiones lo paramos definitivamente en el horario de la comida porque desde que yo llegué me di cuenta que circulan y nos echan toda la tierra encima”, explica Carlos.

Autoridades de la Dirección del Trabajo y Previsión Social del Gobierno Estatal se pusieron en contacto ya con la comitiva. Sin embargo, al cierre de esta edición no se dieron a conocer los detalles para mejorar las condiciones de trabajo de los obreros.

La situación se está convirtiendo en una similar a la que viven jornaleros agrícolas en la entidad, donde desde inicios del 2000 se evidenciaron casos de condiciones precarias, laborando en empacadoras y agrícolas, relegados a vivir en cuarterías precarias e insalubres y obligados a comprar sus comestibles en tiendas de raya.

El esquema aplicado por las agrícolas es similar al de los albañiles de la obra del Sauz, donde enganchadores o contratistas consiguen mano de obra en entidades del sur de la República y autoridades locales y federales no revisan a fondo los derechos laborales, incluso, de familias enteras.

“Yo como les dije el día de ayer (miércoles 30), les dije a los del gobierno que es muy importante que se presentara todo lo que se presentaba adentro en la obra, gente de la SEDENA ahorita les está afectado porque ya se supo todo, la gente no es parte del Teniente, le caen de sorpresa que se presenta un sindicato que ni ellos sabían quién era pero ahorita ya salió a la luz todo”, añadió Carlos.

La respuesta por parte del departamento tendrá que esperar. Así lo explicaron desde la oficina de comunicación de la Tercera Región Militar, a través del soldado auxiliar oficinista de Comunicación, Isabriela Cruz. Por el momento ninguna información gubernamental puede ser difundida.

Por otra parte, la Dirección del Trabajo y Previsión Social del Gobierno Estatal señaló que en los próximos días daría respuesta a la petición y a este medio un informe de la situación. El Gobernador Quirino Ordaz Coppel señaló que el estado únicamente aportó el recurso para la construcción de la obra, sin embargo, no son los patrones de la misma, aunque buscarán revisar el dato.

“No somos los patrones del trabajo, no es competencia nuestra, pero por eso mismo tratándose de trabajadores, de gente que se la está partiendo, qué bueno que se le dé empleo a la gente nuestra, a los sinaloenses, que hayan contratado gente de la localidad, pero cuando yo me enteré lo primero que hice fue marcarle al titular y me reiteró que sí están cumpliendo con las condiciones”, señaló Ordaz Coppel

Obra millonaria para septiembre

La Base de la Policía Militar que se construye en el Sauz, en la sindicatura de Costa Rica, se concluirá el 1 de septiembre. Desde un inicio se proyectó de esa manera, con un complejo con inversión de 739 millones 750 mil pesos.

La obra tiene una superficie de 100 hectáreas, que alojará a 3 mil 500 elementos de tres Batallones de la Policía Militar y un Batallón de Operaciones Especiales, junto con el personal del 110 Batallón de Infantería, que ya se encontraba en el sitio.

Artículo publicado el 3 de junio de 2018 en la edición 801 del semanario Ríodoce.

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