Con militares al mando, Sinaloa cierra 2017 como el año más violento

Con militares al mando, Sinaloa cierra 2017 como el año más violento

ASESINATOS. El año más violento de los últimos seis.

La estrategia de Quirino Ordaz Coppel de dejar la seguridad en manos de los militares falló en la prevención de los delitos de alto impacto.

Con militares al mando de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y mil 200 soldados patrullando las calles, el 2016 cerró con un alza en cuatro de los seis delitos considerados de alto impacto.

El año pasado, terminó como el más violento de los últimos seis años con mil 538 asesinatos mientras que en 2016 fueron mil 162 asesinatos.

Los delitos que aumentaron además de los homicidios dolosos son el robo de vehículo de 4 mil 865 en 2016 a 6 mil 919; el homicidio culposo de 611 a 645; el secuestro hasta el 24 de diciembre había igualado la cifra de 14 plagios de todo el año pasado.

El delito de robo a casa habitación bajó de 471 a 406 y el de robo a comercio de mil 15 a 770.

Después de haber alcanzado un máximo histórico de 2 mil 250 asesinatos en 2010, los asesinatos empezaron a bajar y al siguiente año se cometieron mil 906.

En 2012 se contabilizaron mil 468, en 2013 mil 208, en 2014 fueron 986, en 2015 sumaron 994 y en 2016 aumentaron a mil 162.

En el año que terminó se cometieron 33 por ciento más homicidios en 2016.

Los homicidios de mujeres también repuntaron al registrarse 84 crímenes, la cifra más alta desde 2011 cuando se cometieron 110 asesinatos.

Desde el primer día de su administración, el gobernador designó a militares al frente de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado con el General Genaro Robles Casillas como titular.

Las dos subsecretarías y al menos otros 11 altos mandos de la dependencia encargadas de la seguridad fueron ocupados por militares.

Desde el 5 de enero, desplegaron a elementos de la Policía Militar en las calles para prevenir la comisión de delitos; para marzo arribaron 900 agentes más.

Los más de mil 200 elementos castrenses realizan las labores preventivas que corresponden a las policías locales.

Mayo, el más violento

El mes de mayo del año pasado fue el más violento de los últimos seis años con 183 asesinatos.

La cifra anterior más alta era de abril de 2011 cuando hubo 227 homicidios.

El jueves 4 de mayo, un grupo armado emboscó a cuatro maestros en la sierra de Concordia.

El saldo fue de tres profesores de telesecundaria muertos y uno lesionado.

Supuestamente fueron atacados por el grupo Los Valvuleños, quienes al parecer confundieron a los maestros con miembros del grupo rival.

El lunes 15, asesinaron a balazos al cofundador de Ríodoce, Javier Valdez Cárdenas.

El periodista fue asesinado a unas cuadras de las instalaciones del semanario, cuando hombres armados le cerraron el paso y lo obligaron a bajar de su vehículo para luego dispararle.

La siguiente semana, el miércoles 24 atacaron a balazos al director de la Clínica del ISSSTE de Mazatlán, Miguel Ángel Camacho Zamudio.

El médico fue agredido frente al hospital y murió minutos después cuando recibía atención médica.

SECUESTROS. 14 plagios.

 

Guerra en el cártel

En Navolato, el pleito entre Los Guzmán y Los Dámaso dejó una estela de horror.

La ruptura en el Cártel de Sinaloa entre la célula Los Chimallis de  Aureliano Guzmán Loera, el Guano; y Los Montana, de Dámaso López Núñez, el Licenciado, desató una serie de enfrentamientos y levantones en la sindicatura de Villa Juárez.

El 7 de febrero, los dos grupos sostuvieron un tiroteo por varias calles del poblado con un saldo de tres víctimas inocentes y dos presuntos delincuentes muertos.

Habitantes del lugar aseguraron que hubo más bajas de los grupos delincuenciales, pero sus compañeros se llevaron los cadáveres del lugar.

El miércoles 22, hombres armados tomaron el poblado y bloquearon las entradas y salidas.

Los delincuentes impidieron la salida de vehículos y de camiones que trasladaban jornaleros al campo.

Los trabajadores agrícolas fueron bajados de los autobuses y correteados por los hombres armados mientras disparaban al aire.

En una de las carreteras atravesaron uno de los camiones y lo incendiaron y en otra dejaron una unidad con las llantas ponchadas.

De seis homicidios que se habían registrado en Navolato, en febrero subieron a 22 y en marzo a 35.

En la sindicatura de Eldorado, el 10 de abril arrojaron tres cadáveres desde una avioneta.

Las autoridades solo localizaron un cuerpo que cayó en el techo de la clínica del Seguro Social, ya que según los vecinos los otros dos fueron recuperados por hombres armados.

MAESTROS. Asesinados en Concordia.

 

Suben feminicidios

Los homicidios de mujeres se fueron al alza durante el año pasado y terminó con 84 crímenes.

En 2016 fueron 78 asesinatos, en 2015 se cometieron 48, en 2014 ocurrieron 83, en 2013 fueron 68, en 2012 se contabilizaron 79 y en 2011 sumaron 110.

Entre los homicidios se encuentra el de la menor Dayana de 5 años de edad.

La niña fue raptada cuando iba a la tienda por un hombre que la subió a una camioneta y se la llevó de la sindicatura de San Pedro, en Navolato.

La menor desapareció el 6 de junio y el 23 de octubre encontraron el cráneo en el ejido Mulas. El 9 de noviembre localizaron más restos en la misma zona.

Los restos fueron entregados a sus familiares el pasado 19 de diciembre.

En Mazatlán, el 19 de julio desparecieron las enfermeras Cindy y Ericka después de haber acudido a un bar.

El 5 de agosto fueron encontrados sus restos carbonizados en Villa Unión.

Cuatro presuntos responsables fueron detenidos el 12 de agosto vinculados a proceso penal tres días después.

 

 

Desplazados en el sur

Los habitantes de la sierra de la zona sur del estado vivieron atemorizados por grupos delictivos.

Ante las amenazas y asesinatos, más de 755 familias abandonaron sus hogares en Concordia y Rosario.

Las autoridades identificaron al grupo Los Valvuleños y la célula de El Vago, como los responsables de los crímenes.

La noche del 30 de junio en la sindicatura de Villa Unión se registró un enfrentamiento entre delincuentes y agentes de la Policía Municipal de Mazatlán.

El saldo fue de 19 sicarios muertos y cinco elementos preventivos lesionados.

En julio hombres armados asesinaron a ocho personas en un camino de terracería que conduce al poblado Ocostes, en Concordia.

De las víctimas, cinco fueron decapitadas, dos asesinadas a balazos y una colgada.

Dos meses después, en septiembre, un grupo delincuencial ingresó al poblado Capilla del Taxte y quemó dos viviendas, tres vehículos y asesinó a una persona.

Durante agosto, elementos militares fueron agredidos por los delincuentes que operan en la zona de Concordia.

El día 8, un grupo de militares fue atacado a balazos por hombres que viajaban en una motocicleta, sin que se registraran lesionados o muertos.

El 18 de agosto, emboscaron un convoy militar en la comunidad La Válvula, con un saldo de un soldado muerto.

El 21 de enero y el 22 de mayo hubo tiroteos en los que murieron dos personas en cada uno en Concordia.

 

Policías en la mira

Durante los primeros cuatro meses del año hubo “cacería” de policías con levantones y asesinatos.

Contra agentes de la Policía Municipal de Culiacán se desataron agresiones desde enero.

De esa corporación, el 21 de enero levantaron a Israel Ruiz Félix, el 23 a José Antonio Saavedra y el 26 a Yosimar García Cruz.

El 27 intentaron levantar a Jesús Alberto López Vargas; y el 18 de febrero privaron de su libertad a José Eusebio Soto, quien horas después fue hallado muerto.

Los cinco agentes formaban parte del mismo grupo en 2016 y fueron quienes acudieron a atender el reporte de la emboscada en la que murieron cinco militares en septiembre del año pasado.

Los primeros días de marzo hallaron los restos de Israel en la sindicatura de San Pedro en Navolato; y el día 21 de ese mes, asesinaron a Jesús Alberto cuando salía de las instalaciones de la corporación.

José Antonio y Yosimar continúan desaparecidos.

Para esa fecha ya habían asesinado a seis agentes de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán; a dos de la Policía Estatal Preventiva y a dos de la Policía Municipal de Mazatlán.

Los dos agentes de la policía del puerto, estaban asignados como escoltas y fueron asesinados cuando intentaron asesinaron al ex Secretario de Seguridad de Culiacán y de Mazatlán, Juan Antonio Murillo Rojo.

Murillo Rojo fue atacado a balazos el 17 de enero cuando circulaba en una camioneta por una de las calles de la colonia El Vallado en Culiacán.

El jefe policial resultó lesionado, dos de sus escoltas murieron y uno más quedó herido.

El 27 de febrero levantaron a Reynaldo Zamora Gaxiola, ex Coordinador de Investigaciones de la Policía Ministerial del Estado.

 

Gatillos locos

El año que terminó se registraron dos casos de hombres que dispararon de manera indiscriminada por las calles.

Entre ambos asesinaron a cinco personas y lesionaron a dos.

El primer caso ocurrió la madrugada del 6 de julio, en las colonias Miguel Alemán y Centro, en Culiacán.

El responsable identificado como José Manuel, en menos de media hora disparó a cuatro personas mientras circulaba en su vehículo.

De las víctimas atacadas al azar en cuatro puntos distintos, tres murieron en el hospital y una sobrevivió.

El 14 de julio, José Manuel murió en un enfrentamiento con agentes de la Policía Ministerial del Estado que pretendían ejecutarle una orden de aprehensión.

El mandamiento judicial era por el asesinato de un empleado de la Secretaría de Educación Pública y Cultura el 21 de mayo.

En Guamúchil otro sujeto jugó “tiro al blanco” con las personas en noviembre.

El agresor de nombre Daniel circulaba en una motocicleta y disparaba a las personas que encontraba su paso.

El individuo asesinó a dos personas y lesionó a una en la sindicatura de Villa Benito Juárez.

Más tarde, fue reportado efectuando disparos en la colonia Lomas de los Achures.

Tras una persecución fue detenido momentos después de los asesinatos.

Artículo publicado el 31 de diciembre de 2017 en la edición 779 del semanario Ríodoce.

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