Los policías de Sinaloa son usados por los altos mandos para realizar trabajos que no les corresponden y son humillados, discriminados y hasta víctimas de acoso sexual.
Los resultados de la encuesta “Qué piensa la Policía”, de la organización Causa en Común, destapa las carencias y las condiciones en las que trabajan los elementos de la Policía Estatal Preventiva.
Los policías refirieron que además de tener que lidiar con la mala imagen que tienen ante la sociedad de corruptos e ineficientes, tienen que soportar a los altos mandos con tratos indignos.
El 18 por ciento, por ejemplo, dijo haber sido humillado alguna vez en la corporación, el 16 por ciento discriminado, el 10 por ciento señaló ser víctima de abuso físico y el 1.6 por ciento de acoso sexual.
“No nos tratan como humanos, como ganado, queremos respeto al policía por parte de los mandos, descansos convenientes, incremento de las vacaciones”, manifestó uno de los elementos.
Una queja de los ciudadanos es que la policía estatal no acude a tiempo en caso de enfrentamientos, sin embargo, los policías señalan que no cuentan con los recursos necesarios en términos de personal y patrullas, y están rebasados.
Los altos mandos envían a los elementos a realizar —aparte de su trabajo— otro tipo de actividades que nada tienen que ver con la labor policial.
El nueve por ciento refirió que los han mandado a recoger basura o destapar coladeras, al 7 por ciento a hacer encargos personales, al 5 por ciento a asistir a mítines políticos y al 4 por ciento a hacer encargos para familiares del superior.
Otras actividades que refieren son investigar actividades políticas de personas, trabajos de mantenimiento en propiedades privadas, votar por algún candidato en particular y trabajos de mantenimiento en lugares públicos.
“A veces te agarran de mandadero y dicen ve y lleva esto a mi casa o saben que si sabes de plomería o albañil te piden de paro que les hagas algo en su casa”, indicó uno de los policías.
Más de la mitad de los agentes reconoce que la sociedad tiene desconfianza en ellos y los ven como corruptos y ellos afirman que hay corrupción, pero en los altos mandos.
En las filas de la corporación hay elementos que tiene un trabajo adicional como mecánicos, comerciantes y electricistas.
El segundo trabajo, señalan, es porque el sueldo de la corporación no les alcanza.
El 82 por ciento declaró tener un sueldo de entre 5 mil y 7 mil 500 pesos.
Además de que el salario es insuficiente, los elementos tienen que comprar materiales de trabajo con su dinero porque en la corporación no les dan.
Este año los policías no han recibido uniformes, botas, ni chalecos y menos fornituras.
De su bolsa, el 34 por ciento ha tenido que comprar botas, el 53 por ciento fornituras, el 17 por ciento uniformes y el 17 por ciento chalecos.
Los policías aseguran que también han pagado por reparación de patrullas, balas, atención médica, atención sicológica y gasolina.
“Necesitamos mejor armamento y equipo, mejor trato ya que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, no todos somos malos elementos yo busco lo mejor para mí y mi familia”, indicó un elemento.
Otro de los agentes refirió que “a veces tenemos que comprar nosotros candados de mano, fundas para pistola, lámpara, googles, chalecos porta cargadores”.
Los policías señalan que en la corporación los ascensos se dan por recomendaciones y favoritismos.
“Se basan en amiguismo o favoritismo, tengo 16 años y sigo igual y vaya que he metido trabajo y soy responsable”, expresó un policía.
El 80 por ciento de los elementos dijo que nunca ha tenido un ascenso y que subir de rango depende de los contactos que se tengan con los altos mandos.
“Solo los allegados a los mandos tiene beneficios como permisos para no asistir y más salario o grados”.
Durante la encuesta, Causa en Común detectó que el 50 por ciento de los elementos reprobaron el examen del control de confianza, lo que ha generado un déficit importante del estado de fuerza que se ha subsanado con mil 200 efectivos de la policía militar.
Los policías entrevistados señalaron que se sienten muy vulnerables ante el contexto de violencia en el estado.
La propuesta de la nueva administración, menciona Cusa en Común, es reestructurar a la policía, se están desarrollando los perfiles de puesto y van a crear tres unidades: policía de investigación, policía de reacción y policía preventivo.
El objetivo es que la policía estatal se divida en: coordinación norte, centro, sur y que cada una actúe con los grupos preventivos, de investigación y reacción correspondientes.
Los mandos militares entrevistados de la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Estatal Preventiva coincidieron que tienen el respaldo total del gobernador y del Gobierno Federal; ejemplifican lo anterior como el único estado al que le han autorizado la venta de vehículos militares.
La embajada de Estados Unidos a través de Iniciativa Mérida, ha ofrecido equipo, capacitación, recursos e infraestructura.
La condición que se pidió fue que los directores de seguridad pública estatales y municipales pasaran un proceso de “vetting” o evaluación de alto nivel, que consiste en un chequeo de antecedentes y evaluaciones de control de confianza.
Los altos mandos consideran que la formación militar (espíritu de cuerpo y sacrificio) puede ser un buen referente para la reforma policial.
Sin embargo, en todo momento fueron enfáticos en mencionar que la formación policial y militar es distinta.
De acuerdo con Causa en Común el objetivo de la encuesta es recabar información acerca de las percepciones, opiniones, sentimientos e intereses de los policías sobre el desarrollo policías y las dinámicas laborales en la institución.
El organismo recomendó aumentar el personal y dotar de los recursos necesarios para cubrir la normatividad que regule los procesos de ascensos y estímulos.
También sugirió regularizar el registro de evaluaciones de desempeño y control de confianza para que los elementos puedan obtener su Certificado Único Policial.
Además de crear un régimen complementario con más prestaciones que promuevan la permanencia del elemento en la institución.
Reportaje publicado el 10 de diciembre de 2017 en la edición 776 del semanario Ríodoce.