El PAIS y su polémica incursión al proceso electoral de Sinaloa
Con apenas tres meses de reconocimiento oficial por parte el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa (IEES), el Partido Independiente de Sinaloa (PAIS) es el partido más novel en la arena electoral de la entidad.
Desde su debut, ha estado rodeado de la controversia y los reflectores del escenario político, que ahora comparte con un total de 11 partidos registrados. La primera controversia llegó junto con su nacimiento, cuando el IEES le impuso una multa de 33 mil 970 pesos por aceptar donaciones en efectivo por parte de sus seguidores.
Le seguiría, casi de inmediato, una polémica sobre su nombre por considerar sus críticos que era absurdo o un contrasentido que un partido se adjudicara el concepto de “independiente”, cuando por las reformas al marco legal electoral se llamaba “independientes” precisamente a los candidatos sin partido. En su defensa argumenta su fundador, Serapio Vargas, que existe también partido independiente en Coahuila y Querétaro, y en el escenario mundial en países como Uruguay y España.
Junto a ello vendría la impugnación planteada por el Partido Sinaloense por considerar que existía similitud entre el logotipo del PAS y el del PAIS, controversia que fue desechada porque los colores no eran iguales y porque la única coincidencia era que ambos usaban la silueta del Estado de Sinaloa, pero no existía marco legal que otorgara exclusividad de uso del mapa sinaloense a ningún partido político.
Paralelamente trascendió que al conformar el Comité Directivo Estatal, se había nombrado a la esposa del dirigente estatal y fundador del PAIS, Serapio Vargas, como titular de la Secretaría de Finanzas. El asunto fue defendido en el sentido de que el nombramiento había obedecido a capacidades profesionales y no de parentesco, pero finalmente concluyó en la renuncia de la cónyuge al cargo para ser ocupado por otra persona.
Bajo la batuta de su promotor y fundador, Serapio Vargas, ahora convertido en presidente del PAIS, se prepara para estar listo con la estructura suficiente para participar en las elecciones locales de 2018, e incluso ya anticipa los retos: lograr al menos una alcaldía y una diputación por mayoría.
El líder social que ha ganado lo mismo detractores que seguidores, Serapio Vargas, tuvo su más reciente participación electoral en el apoyo total que dio a Francisco Frías Castro, quien buscó ser gobernador de Sinaloa como candidato independiente en 2016. Al sentirse traicionado ideó crear un vehículo para competir contra lo que él llama la partidocracia que tiene muchas prerrogativas y no tienen candidatos ciudadanos. “No aspiramos a ser un partido plurinominalero”.
Confiesa que le gustaría tener la movilidad y el contacto con la gente que tiene el PAS, pero no en el fondo. “Pensamos que a la gente no hay que llevarle caridad, hay que llevarle justicia”.
El concepto del PAIS se resume en “darle raite a los candidatos ciudadanos” enfatiza su presidente. En sus estatutos se contempla que las personas que ocupen un cargo de representación popular, tendrá en el ejercicio de su cargo total libertad conforme a sus propias decisiones y que su único compromiso deberá ser la sociedad y los integrantes del territorio en donde fueron electos. No será obligatorio pertenecer a bancadas legislativas o grupos partidarios en cabildos.
Tampoco existe compromiso de militancia, de hecho uno de las premisas del PAIS es que la autoridad electoral no debiese exigir un número de militantes mínimo, sino solamente un número de votos logrados para justificar su existencia.
Los 10 mil 500 militantes del PAIS que oficialmente están registrados ante el IEES no están obligados a aportar cuotas. Al obtener el reconocimiento oficial, el PAIS como partido se hizo acreedor a un financiamiento oficial de alrededor de 900 mil pesos y el próximo año electoral recibirá para gasto ordinario y campañas, dos millones 600 mil pesos.
“Me vale madre que no me crean, porque yo nunca he sido políticamente correcto”. Adelanta que buscará que la figura de los afiliados a un partido desaparezca, que solo sea necesario para que nazca un partido, sino que la sobrevivencia sea solo por el número de votos que se reciban en las urnas.
Serapio Vargas, quien asegura está más concentrado en ser líder social que político, y preocupado por el momento en hacer más fuerte al partido que a su liderazgo propio, advierte que el PAIS será un defensor de los candidatos que postulen por la vía independiente y quieran el respaldo. Y no afirma ni niega una posible postulación por el PAIS en el 2018.
El Partido Independiente de Sinaloa hará su debut electoral en el proceso de 2018. Será la primera prueba de fuego que deberá enfrentar. La primera meta será cubrir el cien por ciento de las más de cuatro mil casillas que hay en la entidad, para lo cual ocupan alrededor de 12 mil ciudadanos.
“Somos un Caballo de Troya confeso contra la partidocracia”, asegura Serapio Vargas, al acotar que su objetivo no es destruir a los partidos, sino ayudar a la sociedad. El PAIS lo define como un partido que tendrá como bandera la gestión social al hacer un puente para atender sus problemas, en lugar de una carga.
El PAIS ya tiene 12 comités municipales integrados, aunque la ley obliga a tener 10, pero aspiran a contar con uno en cada municipio, aunque sea habilitar casas como oficinas por la restricción de los recursos, que quieren sean aportados por los simpatizantes y no vía del financiamiento público.
“Que pena que el movimiento social que somos tuvimos que llamarle partido”, por eso van por la movilización en luchas, como “Sin voto no hay dinero”.
El luchador social que ha estado preso por luchas de pescadores, productores agrícolas y comunidades urbanas, asegura que la gente como él está cansada de tres cosas: la impunidad, la corrupción y la inmovilidad social. Y advierte que habrá estupor por la forma que participará el PAIS en el 2018. Vamos a convencer a los sinaloenses de que “somos muy cabrones”.
