Reporteros de diversos medios de comunicación, realizan una protesta y reparten volantes en la Autopista del Sol, en Guerrero, para exigir justicia por el crimen de Javier Valdez, a un mes de haber sido asesinado en Culiacán.
De acuerdo al Diario Digital de Veracruz, los comunicadores exigen el esclarecimiento del asesinato del cofundador de Ríodoce, así como el de otros comunicadores que han sido ejecutados.
“A un mes del asesinato de Javier Valdez en Culiacán, Sinaloa, y del asalto de siete reporteros en Tierra Caliente por al menos 100 hombres armados en medio de dos retenes militares, los gobiernos estatal y federal no han dado respuestas a la exigencia del gremio periodístico de que se investiguen y esclarezcan los casos”, leyó en un comunicado el secretario general de la Sección 17 del Sindicato Nacional Redactores de la Prensa (SNRP), Eric Chavelas Hernández.
Puntualizó que en la región Tierra Caliente, el 2 de marzo fue asesinado a plena luz del día Cecilio Pineda Brito, y dijo que esto se dio a pesar de que “el compañero formaba parte del Mecanismo de Protección a Periodistas, que depende de la Secretaría de Gobernación”.
Recordó que el 13 de mayo, en la misma región, cuatro periodistas guerrerenses y tres corresponsales internacionales fueron agredidos y despojados de sus pertenencias y equipos de trabajo.
Asimismo, señaló que el 4 de junio en Ometepec, un hombre le disparó dos veces en la cabeza a la locutora de RTG, Marcela de Jesús Natalia; del atentado salió viva, pero su estado de salud es delicado.
“Desde el año 2000 a la fecha en el país han sido asesinados 103 periodistas, 24 desaparecidos, y se han registrado 51 ataques contra medios de comunicación; todos estos, reiteramos, permanecen en la impunidad”, dijo.
Chavelas Hernández destacó que en los últimos siete años han sido asesinados tres periodistas en Guerrero y 16 más agredidos por civiles o funcionarios de diferentes niveles; tan sólo del 13 mayo al 13 de junio se dieron 17 agresiones contra periodistas.
“Citamos dos casos. Esta semana Ezequiel Flores, corresponsal del semanario Proceso, estuvo vigilado por un grupo de hombres presuntamente armados a bordo de un auto polarizado durante dos días en su domicilio”.