“Es inexplicable que sigan muriendo personas arrastradas por un arroyo en las ciudades del Estado, no se puede concebir”, declaró el diputado Francisco Solano Urías, presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, al conminar a los Ayuntamiento a dar mantenimiento a los drenajes pluviales.
El también presidente de la Comisión de Planeación y Desarrollo conminó a los autoridades a “ponerse las pilas” para evitar que siga muriendo gente.
En la tribuna del poder legislativo, el diputado panista reprobó que se sigan haciendo asentamientos humanos en zonas de alto riego, pese a que en la ley está asentada la obligación que tienen todas las entidades, particularmente los Ayuntamientos para que todos tengan el Atlas de Riesgo.
Señaló que no se ha implementado ninguna política pública para ello ni tampoco existen presupuestos.
Comentó que el Código de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano que recientemente se pasó a dictamen y que próximamente se le dará primera lectura, prevé la obligación clara y expresa en una ley local, además de la forma de obtener recursos para la elaboración de planes y atlas de riego.
El nuevo ordenamiento, explicó, servirán para evitar futuros asentamientos o resolver los existentes en zonas de riesgo con obras de mitigación o incluso la reubicación cuando no se pueda garantizar la vida segura de las personas.
Lo anterior, dijo, no quiere decir que las autoridades se deban esperar que existan esta normatividad, por lo que lamentó que no se dé mantenimiento a drenajes pluviales.
El posicionamiento de Solano Urías, se produjo luego que la diputada priísta Sofía Yolanda Gámez Ruelas expusiera la situación de 75 familias que perdieron sus viviendas en la sindicatura de Chinobampo, al norte de Sinaloa, a causa de fuertes lluvias torrenciales.
La diputada hizo un llamado al gobierno estatal para que a través de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano se establezcan medidas de apoyo urgente para la atención de la problemática que padecen las comunidades afectadas, entre ellas daños en vías de comunicación, derrumbes en las vías del tren y puentes vehiculares, además de la afectación de viviendas.
