A cinco meses de la desaparición de los 43 normalistas en Iguala,Guerrero, el nuevo arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, acusó desde el Vaticano que percibe “una cierta manipulación y una cierta tendencia política, de intereses que se aprovechan del dolor de los padres de familia para provocar insurrecciones”.

Agregó que el tema no lo conversó con el Papa Francisco, aunque destacó que “la Iglesia en general quiere mantenerse en un plan de mucha seriedad y de mucha serenidad para no ir más allá de los hechos comprobados”, comentó en conferencia de prensa desde la Santa Sede.

Sobre este asunto, el viernes pasado organizaciones empresariales respaldaron a las Fuerzas Armadas que enfrentan la acusación de padres de los normalistas de haber participado la noche del 26 de septiembre en la desaparición de los estudiantes, por lo que rechazan la propuesta de que familiares y organizaciones de derechos humanos entren a los cuarteles a buscar a sus hijos.

De acuerdo con la versión de la PGR el grupo criminal Guerrero Unidos secuestró, asesinó e incineró a los estudiantes en un basurero de Cocula; sin embargo, peritos argentinos han desestimado algunos resultados de los peritajes por lo que los familiares de los normalistas han señalado que no creen en el informe de las autoridades. El caso ha desatado una de las peores crisis en México y ha llegado a la ONU y otras instancias internacionales para su revisión.

“Tengo mucha pena por lo que les pasó, pero no vamos a abrir todos los cuarteles del país porque quieren ver si están ahí o no los muchachos. Es meterse a las entrañas de la sociedad mexicana, la parte más íntima de nuestro ser y dijimos que no aceptamos que se abran los cuarteles a nadie que no sea el Ejército”, aseguró Enrique Solana Sentiés, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Cocanaco Servytur).

En diciembre el secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón, fue el primero en pronunciarse en contra de “grupos y personas” que manipulan a los padres de los normalistas. “Me llama a mi mucho la atención ver a actores o agrupaciones que se dediquen a tratar de desacreditar lo hecho por el gobierno federal y me enoja más todavía que manipulen a los padres de familia me da tristeza que dentro de todo esto haya personas o grupos que realmente lucren, lucren con el dolor de los padres de los muchachos, lucren, me refiero, porque obviamente dicen una cantidad de mentiras que realmente son hechos que no son muchos de ellos son ciertos y toda esa gente trata de manipular la información para alcanzar objetivos individuales u objetivos de grupo”, afirmó.

A principios de 2015 el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, también se sumo a la acusación de que la causa de los padres de los normalistas es utilizada “para otro tipo de fines y propósitos, y en algunos casos hasta los desnudan con sus declaraciones y opiniones”. Y aunque no quiso decir que los familiares son “utilizados” por considerar esa palabra “muy agresivo para los padres de familia, yo diría que están utilizando su causa”.

El gobernador interino de Guerrero, Rogelio Ortega, señaló en los primeros días del año que algunos “líderes que viven de eso, que se acostumbraron a bloquear, a hacer protestas para satisfacer intereses personales o de grupo, yo lo veo como parte del repertorio normal” y agregó: “Hay quienes, aprovechando el movimiento, se presentan, sin serlo, como parte de ese movimiento para ir ahí a realizar acciones de atraco prácticamente a los turistas”.

El 9 de febrero, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, orador único de la ceremonia por el 102 aniversario de la “Marcha de la Lealtad”, denunció que “hay quienes quisieran distanciarnos del pueblo. Imposible. Somos uno y lo mismo. Basta ver el rostro, la piel, el pensamiento y el corazón de cada soldado para ver que somos pueblo, que somos México. Igual que el resto de la Patria”, dijo en el patio principal del Castillo de Chapultepec. Habló sobre la crisis en México que se desató a raíz de la desaparición de los normalistas y llamó a la unidad “para hacer frente a la adversidad”.

A finales de año, en su primera visita a Guerrero desde la desaparición de 43 estudiantes, el presidente Enrique Peña Nieto llamó al país a “superar” el dolor que ha generado el caso. “Quiero convocarles para que con su capacidad, con su compromiso con su estado, con su comunidad, con sus propias familias, hagamos realmente un esfuerzo colectivo para que vayamos hacia delante y podamos realmente superar este momento de dolor”, dijo al inaugurar un puente en Coyuca de Benítez. (Eje Central)