Le arman acusaciones al vapor en tres cortes distintas de EU
En un movimiento diplomático que sorprendió a muchos, el gobierno mexicano extraditó a Estados Unidos a Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo, que lo requería desde el 24 de agosto de 2012 por tráfico de droga, y en cuya acusación, de apenas tres páginas, se observa más un documento improvisado que un expediente judicial que finque acusaciones contra quien fuera uno de los ex líderes del cártel de Sinaloa.
Contrario a expedientes como el de Benjamín Arellano Félix, Joaquín el Chapo Guzmán, Ismael el Mayo Zambada u Osiel Cárdenas Guillén, la acusación contra Alfredo Beltrán sólo señala que desde o aproximadamente el año 2000, introdujo a territorio estadounidense cinco kilogramos de cocaína, además de 50 gramos de metanfetaminas, un kilo de heroína, y aproximadamente mil kilos de mariguana.
De acuerdo al código civil de ese país, las cantidades arriba descritas deben ser suficientes para mantenerlo de por vida en prisión, particularmente las relacionadas con las secciones judiciales 959, 960 y 963.
No obstante llama la atención un apartado en la acusación, de la cual Ríodoce tiene una copia: Estados Unidos decomisaría a Alfredo Beltrán una cantidad de dinero aún no especificada, la cual deberá ser pagada antes de ser sentenciado y salir libre; esto como parte del castigo al que será sometido.
El expediente señala que tomará en cuenta las ganancias que tuvo el Mochomo, de acuerdo a investigaciones del USDOJ, de las cuales depende la DEA y el FBI, para entonces determinar a cuánto ascendieron sus ingresos producto del tráfico de drogas, y entonces decomisarle propiedades, bienes, o bien que el mismo Alfredo Beltrán haga la transacción de los pagos mediante una tercera persona, observa el documento, firmado por los fiscales Arthur G. Wyatt y Andrea Goldbarg.
Brooklyn y Washington DC
El lunes 17 de noviembre, dos días después de ser extraditado en medio de un sigilo total, Alfredo Beltrán Leyva fue presentado ante una Corte Federal de Distrito en Washington DC, en donde quedó de frente al juez Alan Kay, quien tras leerle acusaciones por delitos por los que fue extraditado, el Mochomo dijo declararse no culpable.
Quizá el juez Kay no esperaba esa respuesta, y fue por eso que aunque inicialmente dijo que el viernes 21 se realizaría la primera audiencia preliminar, al final la canceló y la fecha para una nueva audiencia quedó pendiente.
Nadie en el Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ) pudo precisar porqué la cancelación, ni porqué fue presentado primero en Washington DC, y no en Columbia Ohio, o en Brooklyn Nueva York, donde también enfrenta cargos por tráfico de drogas.
Ríodoce solicitó al USDOJ copia de los acusaciones que el Mochomo enfrenta en los distritos de Nueva York, Washington DC y de Ohio, concluyendo que en todos los distritos se trataba de exactamente la misma acusación.
Según el Código de Procedimientos Criminales de Estados Unidos, título 1, capítulo 21, la misma acusación puede ser usada en diferentes cortes de Distrito del país, siempre y cuando en todos esos estados esté tipificado como delito los cargos por los que un detenido es acusado.
Ello significa que, el Mochomo será procesado por los mismos delitos en tres lugares diferentes, como ocurriría con capos como el Chapo Guzmán o Ismael Zambada, aunque a diferencia de ellos, la acusación contra el menor de los Beltrán Leyva es un tanto ambigua porque no presenta ni fechas, lugares, ni precisa cantidades de droga traficada, según observa el expediente 1:12-CR-00184-RJL.
La espera
Alfredo Beltrán Leyva fue recluido en la cárcel denominada Oficina Central HQ, una prisión de máxima seguridad localizada en el centro de Washington DC.
Para su extradición, tuvieron que pasar casi siete años, desde aquel 21 de enero de 2008 en que elementos del ejército mexicano lo sorprendieron en el interior de un domicilio de la colonia Burócrata y le decomisaron dinero en efectivo, joyas y armas, hasta el momento en que agentes de la PGR lo entregaron a agentes del US Marshalls, en la frontera con Estados Unidos.
Sería precisamente esa captura el detonante para que su hermano mayor, Arturo Beltrán Leyva volara a Culiacán para reclamarle al Chapo y al Mayo el arresto de su hermano menor, según establecen documentos del USDOJ, que a su vez generaría una cruenta guerra al interior de la organización más poderosa de México.
Ahora el Mochomo, según lo ocurrido con otros capos, será careado con otros prisioneros sinaloenses que se encuentran recluidos en las cárceles de Estados Unidos y que en su momento aceptaron a testificar a favor del USDOJ al ser enfrentados contra miembros del cártel de Sinaloa, lo cual fortalecería las acusaciones.
La historia
Nacido en La Palma Badiraguato en 1971, el Mochomo habría sido criado junto con sus hermanos por doña Consuelo Loera, madre de Joaquín Guzmán, cuando la madre de éstos falleciera, según comentaron en su momento personas cercanas a la familia.
La Palma, a menos de cien metros de La Tuna, habría facilitado esa amistad entre las dos mujeres, por ello, al morir una de ellas, la otra se hizo cargo para el cuidado de los niños Beltrán Leyva: Marcos Arturo, Héctor, Carlos y Alfredo.
Por ello, al estallar la guerra al interior de la organización, Arturo y el Chapo se llamaban para sentenciárselas, pues el Barbas aseguraba que aquello fue una entrega.
“Se decían primos”, comentó un residente de La Tuna que en su momento los conoció, “y aquí se rumoraba que se comunicaban seguido”.
Pero con la muerte de el Barbas, en diciembre de 2009, la violencia en el país se calmó y el cártel de los Beltrán Leyva comenzó a ser desmantelado, primero con el arresto de Carlos Beltrán Leyva, el 30 de diciembre de 2009. Héctor fue arrestado el 1 de octubre de 2014, y según el Departamento de Estado de Estados Unidos, su extradición sigue pendiente, aunque no se ha precisado si ya se hizo la petición oficial al gobierno mexicano.
Se espera que la próxima audiencia preliminar contra el Mochomo se defina en los próximos días, reveló el USDOJ.
- Autor | Miguel Ángel Vega
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