Oaxaca (MILENIO).- El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) José Narro afirmó que solamente con diálogo y voluntad, México dejará de ser un país violento.
Pidió darle más tiempo al Presidente de la República con la promulgación de sus reformas estructurales y secundarias y se pronunció porque los maestros de Oaxaca y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se evalúen.
Dijo que la tarea de la gobernabilidad de México es de todos “ha trascurrido un año y 4 meses de que se lograron las ansiadas reformas estructurales, es temprano aún para ver resultados, pero yo estoy absolutamente persuadido de que México tienen que empezar a ponerse de acuerdo en el sentido del cambio en la dirección correcta y que tenemos que convencernos de que hay que invertir más en educación”.
Narro afirmó que el deseo de todos los mexicanos es que todas las reformas propuestas por el presidente y promulgadas por el Congreso federal, deben permitir que los mexicanos avancen por una ruta de transformación, porque los recursos que genere su aplicación tendrán que ayudar a la gente que hoy tienen menos ingresos y pocas opciones de progreso.
“Estas reformas deben servir para que muchos mexicanos salgan de la ignorancia y tengan mejor calidad de vida”.
Con respecto a la reforma energética, dijo que esta no podrá ser jamás sino hay una profunda transformación del sistema de recursos humanos, urgiendo a la federación a que aplique más inversión para generar más ingenieros de calidad y más investigación, cuando el reto es competir a nivel global.
¿El Sureste siempre olvidado en esta visión de país?
-“No el sureste siempre está presente, porque uno de los orgullos de la cultura nacional y de la identidad de México, con grandes necesidad, pero jamás olvidado”.
El rector de la UNAM aprovecho para llamar a los maestros de la sección 22 y de la CNTE, para que recapaciten y entiendan que sus derechos no pueden estar jamás por encima de los derechos de los demás.
“Los maestros de Oaxaca deben entender que es con diálogo y no con presión como se pueda dar cauce a sus exigencias”.
Con respecto a su negativa a evaluarse, dijo que esta posición ya no cabe en un país un moderno.
“Todos tenemos que ser sujetos a evaluación, más si estamos encargados en las ramas educativas, por lo que lo mejor que tiene este país es un niñez y su juventud y no puede dejar en manos de gente mal preparada su educación de calidad”.