La beligerancia que el PAN ha estado mostrando en estos días en el Congreso del Estado de Sinaloa con la aprobación de la cuenta pública del gobierno estatal del año 2016, es contraria a la complacencia que mostró durante los seis años de gobierno de Mario López Valdez (Malova). Han sido desplazados y un nuevo actor acompaña al PRI en sus trácalas, y se enfilan juntos hacia el 2018: el PAS. Qué bueno que Acción Nacional ha recapacitado.
El gobierno de Quirino Ordaz Coppel ha perdonado al malovismo, y en ese perdón se ha quedado sin voz, y sin autoridad. Su discurso contra la corrupción se ha agotado a siete meses de haberse iniciado su gobierno.
El PRI y el PAS no argumentan, no dan razones del por qué hay que perdonar a Malova, simplemente avalan la corrupción levantando su voto y aprobando sus corruptelas.
Difícil situación para Sinaloa, que está siendo gobernada por una clase política corrupta. Algunos ilusos pensaban que con un gobernador empresario las cosas serían distintas. Y no es así, Mario López Valdez y Quirino Ordaz Coppel son empresarios. El gobierno de Quirino tiene un comportamiento desaseado.
El gobierno de Malova se limitó a arrebatar las riendas a los que las tenían antes que ellos, a recrear un sistema parecido y hasta más corrupto que el anterior. La Ley y el orden no estaban bien con Malova, pero con el actual gobernador Quirino Ordaz Coppel, todo empeora.
Lo que pasó el 11 de julio en el Congreso del Estado de Sinaloa es grave: la propuesta del PRI y del PAS de eliminar los párrafos sexto y sexto del artículo 37 de la Constitución Política del Estado de Sinaloa, que elimina la facultad del Congreso de revisar, aprobar, hacer observaciones o suspender las cuentas públicas. El debilitamiento del Congreso del Estado traerá más corrupción y la concentración del poder político irá quedando en unas pocas manos.
Lo que está pasando en el Congreso del Estado al negarles el acceso a su recinto a algunos ciudadanos, no es otra cosa que la falta de oficio político de quienes hoy se sienten dueños del Congreso. Debería de ser motivo de gusto y de orgullo para los diputados, que hay sinaloenses interesados por los asuntos públicos. Por esa pendiente, al rato les negarán el acceso a los diputados que consideren incómodos los dueños del Congreso. Como en la UAS, no dejan entrar a las sesiones del Consejo Universitario al consejero que consideran incómodo.
Con la aprobación de la desaseada cuenta pública del 2016 del gobierno de Malova, se manda una mala señal a la sociedad: el gobierno puede robarse tus impuestos y no pasa nada. No se crean incentivos para que el ciudadano pague sus impuestos, pues hay la percepción de que el gobernante se apodera de ellos. No se fortalece el Estado de Derecho. El gobernante pierde autoridad y se le falta el respeto, pues se ha hecho cómplice de un gobierno delincuente.
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