Hoy, mediados de 2015, es posible que sean más los culichis que sepan del Morrín que de Enrique Sánchez Alonso el Negrumo. Y no se trata de medir el choque de famas, porque del Negrumo solo hay una estatua en la Plazuela Rosales y al Morrín lo sembraron en ocho diferentes bancas de la ciudad. El Negrumo lleva más de 30 años muerto, y el Morrín apenas nació ayer.
Sergio Torres, el Alcalde de la capital, busca ser incluido en una lista en la que cualquiera se puede apuntar, diciendo desde un principio que es el morro en un grupo de rucos y una mujer.
Impedido a usar las bancas de las plazuelas, pero no las bardas, Gerardo Vargas Landeros, el Secretario de Gobierno y amigo del gobernador, estampa el trébol de cuatro hojas donde se pueda porque le trae suerte, dice, pero no porque busque posicionarse de alguna manera.
Lo cierto es que al menos en internet, Vargas va perdiendo y Torres va ganando (pero tampoco se trata de un choque de famas).
Ya ni decir de las manitas de Heriberto Galindo, el diputado, y su Fundación para Mover y Transformar Sinaloa… rezagado cada vez más.
Diva Gastélum, Aarón Irízar, Daniel Amador, los senadores, no han creado monitos, fundaciones o logos, pero igual aprovecharon la semana para volver a decir que sí quieren, que están listos para cuando se les llame.
Jesús Vizcarra es el único que habla callando.
Esta semana todos y todas buscaron sus 15 minutos de fama que por decreto de Andy Warhol nos tocan a todos. Pero olvidan que estamos en una tierra donde cuando quedan 15 minutos, dice El Negrumo, son para pasarlos con la amada, “con la pasión encendida… Me quedan 15 minutos/ Y voy a dártelos todos”.
Pero el mundo anda patas arriba al menos desde Hamlet, quien no es justamente el mejor ejemplo de la cordura, y menos se le puede confiar cuando dice: “¡El mundo está desquiciado! ¡Vaya faena, haber nacido yo para tener que arreglarlo!”. Por eso no debería espantar la urgencia de la y los aprontados por la gubernatura de Sinaloa. En qué grado de desesperación se encontraban quienes buscan suceder a Malova que no podían esperar un minuto más, después de esos seis meses en que los protagonistas tenían que ser los candidatos a diputados.
Por eso el fenómeno del Morrín debe ser tomado en cuenta, aun cuando se trate del embozado protagonismo de las redes sociales. En tiempos en que pareciera que todos reniegan de la política, las críticas y burlas al Morrín podrían interpretarse como una forma de participación.
MARGEN DE ERROR
(Otra mancha) El simple señalamiento a los policías municipales de actuar como “halcones” es ya en sí mismo de una gravedad mayor a la que como siempre se le quiere reconocer. Que se sospeche de los propios policías de ser informantes de delincuentes en su privilegiada posición de autoridad que recorre la ciudad, es para el colmo. Tanto, como la detención también por efectivos de la Marina de los miembros de los Servicios de Protección junto a un posible miembro de la delincuencia organizada.
En el caso de la municipal alimenta la sospecha. Y por los agentes de los Servicios de Protección ratifica lo que desde la creación de ese grupo se viene confirmando de cuando en cuando: terminar por vigilar a quienes otros persiguen. Peor aun cuando muchos de esos agentes de Servicios de Protección los han asesinado mientras son escoltas.
Primera cita
(Sí y no) Adolfo Rojo sí llega en su momento para la dirigencia del PAN estatal, como no le pasó a Edgardo Burgos, que lo mandaron a correr cuando apenas aprendía a gatear. Rojo Montoya llega cuajado: ya fue alcalde, diputado federal y local, pasó por Migración y por la Secretaría General del propio PAN.
Pero es precisamente por estar listo que le llegaría la falla de asumir la presidencia, porque quemaría un interinato cuando guarda el tamaño para el periodo completo.
Adolfo Rojo estuvo de cerca con Edgardo Burgos en la presidencia y antes, comparten por ejemplo ese temprano acercamiento con el equipo de Mario López Valdez cuando jugaba a dos aguas: fintas al PRI y guiños al PAN.
Más por obligación que por convencimiento el diputado ha tenido que mostrar distancia pública con algunas decisiones del gobierno malovista, pero sigue cercano a ellos.
Empequeñecido por un gobierno que lo fue asfixiando, donde navegaron en una cruel indefinición entre ser gobierno u oposición, el PAN estaría en el momento de crecer, si es que alguien tiene el tamaño que exigen los tiempos.
DEATRASALANTE
(15 minutos) La anécdota, como siempre, se cuenta con diversas variantes. La versión de Nicolás Vidales es que Enrique Sánchez Alonso, El Negrumo, estaba en la cantina El Guayabo cuando llegó el Alcalde de Culiacán, Roberto Tamayo —eran los tiempos en que el político se atrevía a salir del confort de lo que ahora son el Club Sinaloa o el Mar & Sea—, le preguntó al compositor si era cierto que el himno de Culiacán lo había compuesto en solo 15 minutos. Y El Negrumo respondió: Sí, y tú en tres años no te lo acabas (PUNTO)
