Una riña entre dos grupos rivales ocurrida en una prisión de Altamira, en Pará, Brasil, dejó decenas de muertos, la mayoría de ellos asfixiados.
Informes preliminares publicados en el sitio Reporte Índigo, describe que la pelea entre los grupos dejó al menos 52 reclusos muertos, 16 de los cuales fueron hallados decapitados.
Información de medios locales refieren que un grupo organizado de reclusos ingresó a las celdas donde se encontraban “sus rivales” para incendiarlas, por lo que la mayoría murieron asfixiados.
Los hechos ocurrieron alrededor de las siete de la mañana de este lunes en el centro de reclusión que alberga a 372 detenidos cuando su capacidad es para 208, precisó el portal de noticias.r7.
La masacre de este lunes solo es superada por la que ocurrió apenas en mayo pasado, con 55 muertos en un penal en la Amazonia.