Ríodoce realizó un ejercicio con una paciente simulada en cuatro consultorios, y en dos casos los médicos recetaron antibióticos, sin que se requirieran

Sin una regulación adecuada del medicamento que se prescribe en los consultorios adyacentes a farmacias (CAF), en Sinaloa operan alrededor de mil 400 establecimientos, de los cuales mil 088 se ubican en Culiacán, de acuerdo al registro del padrón de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (Coepriss).

Ante esto “Rosa”, nombre ficticio de una médica de un consultorio público gratuito, quien pidió el anonimato, indicó que a su consultorio se han presentado casos de adultos mayores que van en calidad de asesoramiento luego de atenderse en consultorios comerciales y el panorama siempre coincide con la sobreprescripción de medicamentos o la prescripción de medicamento de cierta patente.

“Hay veces que me tocan recetas de (farmacias) Similares que traen hasta tres antibióticos juntos, o que de los cinco medicamentos que vienen en la receta, nada más uno es para el problema de salud que el paciente trae, lo demás es pura paja, los suplementos alimenticios que quieren vender ellos ahí. Atiborran al paciente de medicamento, la verdad innecesariamente, que además también le afecta el bolsillo”, comentó la doctora.

Explica que, el perfil de los pacientes que sufren esta situación, normalmente obedece a personas adultas mayores que no saben leer ni escribir, pero notan anomalías en la compra de sus productos habituales porque la cantidad a pagar excede el monto que comúnmente pagan o porque el medicamento no corresponde al color y tamaño de la caja a la que están acostumbrados a adquirir.

“Y sabes por qué se da cuenta el señor, porque él siempre compraba lo mismo y decía: ‘no pues yo me gastó 250 pesos en la receta’ y esa vez le estaban cobrando casi 500 pesos. Pensaron que como no sabe leer no se iba a dar cuenta, pero él conoce, como las abuelitas, de que la caja tiene que ser verde y si no es verde no me la tomo”, explica.

Añade que lo principal en estas cadenas comerciales es la ética profesional del médico, y que implica la explicación del padecimiento al paciente, recetar el medicamento adecuado, considerando también la situación económica por la que se atraviesa.

En lo que va del año, indica Roy Ross, comisionado de Coepriss, Sinaloa cuenta con aproximadamente 6 mil farmacias, incrementando a 20 más debido a la apertura de una nueva cadena de farmacias, y que cuentan con un registro de 2 mil consultorios médicos (entre médicos generales y de especialidad).

El crecimiento de farmacias y CAF en el estado obedecen, de acuerdo al comisionado, a una serie de regulaciones que van desde el aseguramiento de que el médico cuente con su cédula profesional, trazabilidad en los medicamentos y verificaciones sanitarias tanto a consultorios como al medicamento.
En el último año, comenta, han aplicado seis suspensiones por medicamentos caducados y por no contar con una trazabilidad, es decir, carecer de factura.

“Sí hemos aplicado el aseguramiento de productos, entre ellos medicamentos que posteriormente pasan a su destrucción o se aseguran porque no cuentan con un registro sanitario, porque no cuentan con una trazabilidad, es decir, carecen de factura. Algunos medicamentos caducados, también hemos encontrado en algunas farmacias, en las que hemos asegurado el producto, destruido, cuando no tienen un aviso de funcionamiento, que los da la autoridad federal”, explicó.

Sobreprescripciones

Sobre de la sobreprescripción de medicamentos en los CAF, el secretario de Salud, Cuitláhuac González Galindo, comentó que, como institución, en conjunto con Coepriss, sólo verifican que estos sitios cumplan con la normativa y que los médicos a cargo tengan su cédula profesional, pero no se contempla ninguna regulación del medicamento que se receta.

“Lo que sí tenemos que ver es que esas personas que están en esas farmacias realmente sean médicos y que cumplan con la normativa en lo que recetan; desgraciadamente, no lo podemos controlar nosotros, siempre y cuando no receten medicamento controlado no hay ningún problema”, explicó el secretario.

Recetas sin control

Para constatar si existe sobreprescripción de medicamentos en los consultorios de farmacias, Ríodoce consultó a un médico general y se propuso simular a un paciente con un caso clínico ficticio descrito como: femenina de 25 años, de 50 kg, con tos (seca), estornudos, fiebre, dolor de cabeza y cuerpo, escurrimiento nasal desde hace una semana, para lo cual tomó Paracetamol tres veces al día y Loratadina.

La paciente simulada, quien en realidad se encontraba sana, pero simuló el padecimiento, acudió a cuatro consultorios médicos (Farmasí, Farmacia Emergencia, Farmacia del Ahorro, Farmacia Similares) y expuso su caso al médico a cargo; los cuatro médicos hicieron las preguntas correspondientes a los síntomas como: ¿es tos seca o con flemas? a lo que se respondió que era tos seca. Todos ellos, luego del cuestionamiento de rutina procedieron a revisar la garganta, dos de los cuatro comentaron que no vieron infección, por lo que recomendaron seguir el tratamiento que supuestamente ya tomaba a base de paracetamol y loratadina, más, un jarabe para la tos.

En tres (Similares, Farmacia del Ahorro y Farmasí) de los cuatro consultorios, el médico determinó que la causa de los síntomas correspondía a una infección viral, y dos de ellos (Farmasí y Similares) recetaron antibiótico (Marzivag, 1 tableta cada 24 horas por tres días y Azitromicina 500 mg 1 tableta cada 24 horas por tres días). El tercer médico comentó que debido a la cantidad de días con los síntomas y al hecho de que ya se encontraba ingiriendo el medicamento necesario, el cuerpo haría lo propio y expulsaría el virus del sistema, pero la tos podría llevar más tiempo.

Un médico general de fundación Best, conocida como Farmacias Similares, a quien llamaremos “Armando”, dijo que el motivo de consulta más común o el número uno para un médico general en los consultorios anexos a farmacias son las infecciones respiratorias superiores y estas no requieren mayor atención que el reposo y cuidado, sin embargo, los pacientes relacionan el término “infección” con el hecho de requerir antibiótico, por esa razón lo exigen.

“Las infecciones no se les puede llamar infecciones, si no les pones apellido tú no puedes decir infección sin decir, infección urinaria, infección sin decir causa, es decir, infección viral, infección bacteriana, infección por hongos, entonces la gente escucha infección sin ponerle apellido y luego piensa ‘ocupo antibiótico’”, explicó el médico general.

El galeno añadió que la realidad es que, pese a las regulaciones, en un gran número de farmacias ingresa más antibióticos de los que realmente se deberían recetar.

“La cantidad de antibióticos usados va en contra de la literatura de lo que sabemos que requiere el paciente”, admitió.

Si bien, en 2022, de acuerdo a los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) el uso de los CAF corresponde a personas con y sin derechohabiencia, los motivos por los que las personas no se atendieron en el lugar que les correspondía, muestra que 71 por ciento son por la dificultad del acceso y 21 por ciento por la percepción de calidad.

Consultorios, como alternativas de trabajo

Los Consultorios Adyacentes a Farmacias tienden a ser una opción viable para aquellos médicos recién egresados que han recibido su cédula profesional como médico General.

Hasta mediados de 2022 la Sociedad Mexicana de Salud Pública señaló que existen más de 51 mil médicos desempleados y subcontratados en México y daba conocimiento del crecimiento de consultorios adjuntos a farmacias.

Sin embargo, “Armando”, comentó que el trabajar en consultorios de este tipo es una alternativa fácil más no buena, por no ser redituable ni económica, profesional ni moralmente.

“Te puedo decir fácilmente que los consultorios de Farmacias Similares o adjuntos a otras farmacias (…) se han comido el mercado para los médicos, si un médico general quisiera emprender en su propio consultorio, se le va a dificultar mucho porque este tipo de mercado acaparó todos los pacientes. Nada más es bueno para el dueño de la farmacia, es un negocio y muchos médicos caen en las malas prácticas”, reconoció.

“Armando” trabaja de 16:00 a 20:00 y su sueldo depende de las consultas que tenga en el transcurso de esas horas, así que los 50 pesos de la consulta se destinan a su sueldo diario médico.

“Como nosotros cobramos cierta cantidad de dinero, 50 pesos por consulta, necesitamos para poder ganar bien mínimo 10 consultas y aun así sigue siendo denigrante. Entonces, el paciente ya no es paciente, se convierte en cliente, malamente, y más el médico que lo deja. Porque le quieren dar al paciente-cliente y no se trata de eso”, cuestionó.

Artículo publicado el 03 e septiembre de 2023 en la edición 1075 del semanario Ríodoce.