Tomando en cuenta las proporcionalidades de uno y otro producto, esta bebida contiene la misma cantidad de azúcar por mililitro que la Coca-cola regular
¿Quién decide qué comen los niños en su escuela? ¿Ellos mismos o sus papás? En estos años se dedica poco tiempo a la cocina y mucho a las distracciones.
Entonces llevar lonche o llevar dinero para comer son las dos opciones principales para solucionar el hambre escolar. El lonche puede ser una buena opción para dejarles pocos cabos sueltos a la hora de comer, pero solo si los papás están bien orientados en qué sí y qué no poner en la lonchera.
Alguna vez escuché a una madre de familia advertir a su hijo, de no más de 8 años, en su intento por tomar un dulce del mostrador de una farmacia“ ¡no, primero te tienes que comer el hot dog”. ¿Un hot dog a las ocho de la mañana? Pensé en un OXXO.
Cuando vemos productos como Boing, es difícil no imaginarme a niños consumiéndolos. Ustedes digan, pero no recuerdo a un adulto bebiendo Frutsi, Pau Pau o el mismo Boing.
No necesitan tener personajes ni parecer juguetes para que se relacionen unos con otros. Una bebida de 250 mililitros, con popote y a siete pesos, parece una buena opción para complementar el lonche y seguir con la vida cómoda de no cocinar ni aunque el hambre apriete, o la salud de la descendencia esté en juego.
Envase
El envase de Boing es un tetrabrik de 250 mililitros con popote desmontable en la parte posterior; en su diseño no se aprecian trucos o mensajes ocultos. En esta versión destaca el color naranja.
En la parte superior vemos dos sellos de la Secretaría de Salud, el primero hace referencia al exceso de calorías, el segundo, al exceso de azúcares. Al centro del envase podemos ver el nombre de la marca y, un poco más abajo, la ilustración de media naranja en un baño de su mismo jugo, de la cual destaca el mensaje “bebida de jugo de naranja”, es decir, que no es un jugo como tal, sino una bebida que contiene jugo.
Ingredientes
Boing Naranja está elaborado con 13 ingredientes, más cinco vitaminas y minerales adicionados. Agua y azúcares añadidos son sus principales ingredientes. Dichos azúcares vienen separados como azúcar y jugo de naranja, aunque no mencionan en qué porcentaje se añade jugo.
Los 10 ingredientes restantes se dividen en conservadores, saborizantes, emulsificantes y colorantes. En este último caso, se trata de dos tipos: Amarillo 5 y Amarillo 6, que dan el color naranja que no le da la fruta por su escasa presencia en esta bebida.
La declaración nutrimental viene en forma de tabla y es fácil de leer. Se declara por 100 mililitros, por lo que hay que hacer la conversión por 2.5 para totalizar el contenido.
El producto contiene 18.5 gramos de azúcar en total, una cantidad que para los estándares de la oferta de bebidas suena baja, pero no lo es. Tomando en cuenta las proporcionalidades de uno y otro producto, esta bebida contiene la misma cantidad de azúcar por mililitro que la Coca-cola regular.
50 pesos: lonche listo
Una encuesta realizada por la Universidad del Valle de México (UVM) reveló que uno de cada cinco niños no lleva lonche preparado en casa. A esa quinta parte se les da dinero para que ellos decidan qué comer en el recreo. ¿Qué opciones tienen?
La comida rápida, como tortas, tacos o quesadillas, tuvieron el 35 por ciento de las respuestas, seguida de las frituras con el 24 por ciento y el agua de sabor, con el 14 por ciento.
Un tercio de estos niños y adolescentes en México no consumen ni una fruta o verdura en el día. Y el 91 por ciento reconoce consumir más de cinco porciones de bebidas azucaradas en el día.
Alrededor del 35 por ciento de los niños mexicanos presentan sobrepeso u obesidad, según datos de la OMS. Este escenario se atribuye a la falta de actividad física y a la dieta excesivamente calórica y azucarada a la que estamos acostumbrados.
Con los niños, ceder el control es perderlo. Los impulsos los hacen estirar la mano y tomar lo más sabroso, sin pensar en su salud: son niños.
Artículo publicado el 17 de julio de 2022 en la edición 1016 del semanario Ríodoce.