El mercado de botanas en México ha recibido fuego desde dos frentes en el último año. Ambos han sido en beneficio de la salud del consumidor.

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El primer golpe se dio con la implementación del nuevo etiquetado de advertencia, que tuvo un efecto casi inmediato en la imagen de los distintos productos de la categoría. En este caso esta ley exhibe los altos contenidos de grasas y sodio en la mayor parte de los productos de esta naturaleza.

El segundo, fue el de la prohibición del maíz transgénico y el uso de glifosato en sus cultivos. Esta medida irá revocando permisos para el uso de semilla genéticamente modificada y el potente herbicida hasta 2024, año en que se espera haber erradicado sus usos. El mandato generará cambios en la línea de producción de maíz a gran escala, y muy probablemente elevará los costos de este que representa gran parte de la materia prima base con la que se producen botanas en nuestro país.

Empaque

El empaque de Runners es una bolsa en color rojo intenso, que es característico en los autos deportivos. Esta muestra la curva de un velocímetro justo al fondo del nombre del producto y bajo este, tres carros, dos de ellos representados en forma mitad auto, mitad botana; la representación de una especie de transformación.

Lista de ingredientes:

Harina de maíz, aceite vegetal, sazonador (maltodextrina, sal yodada, ácido cítrico, harina de maíz nixtamalizada, diacetato de sodio, glutamato monosódico, chile en polvo, saborizante natural e idéntico al natural, colorantes artificiales laca (amarillo 6 y rojo 40), cebolla en polvo, proteína vegetal hidrolizada de maíz, almidón modificado de maíz, guanilato de sodio, inosinato de sodio, estearoil lactilato de sodio y BHT).

120 agruras a cambio de nada

El portal Open Food Facts, que se dedica a recopilar información alimentaria de todo tipo de productos, califica a los Runners de Barcel como un producto ultraprocesado y poco saludable.

En el grupo NOVA, que califica el grado de procesamiento de un alimento, el portal lo posiciona en el lugar 4 de 4: la peor.

En cuanto al grado de calidad nutricional, que se determina dependiendo de la cantidad de nutrientes saludables y no saludables, se posiciona en el grupo E, también el último. Esto gracias a los niveles de sodio y grasas con los que cuenta esta botana.

Uno de los principales problemas de este tipo de productos es la acidez que producen. Se les conoce como picantes, y lo son, pero no por lo mismo que un chile, sino por un efecto de acidez artificial, que debe sus resultados a combinaciones químicas y un poco de saborizantes.

Al consumirlos, la mucosa gástrica se ve afectada, produciendo inflamación, acidez, reflujo y ardor estomacal. Esta botana es parte de una gran familia de productos por los que la gente piensa que tiene gastritis, pero la realidad es otra: su estómago está irritado, y si el consumo es frecuente, la irritación también, y parece gastritis, pero no lo es, solo es un mal hábito.