Un libro cargado de crítica social, pero también de humor, es el que escribió el artista visual Ling Sepúlveda, para ir más allá de una pieza física en una galería o un museo.
La publicación Dibujo. Un limón más fresco. Dibuja, le permite seguir esa línea creativa que durante más de 15 años ha seguido, tomando cosas que pudieran ser simples, para llevar al espectador a reflexionar sobre lo que lo rodea.
En las páginas de la obra de pequeño formato, logra juegos de palabras, surgidos de esa conexión de vivir durante siete años en la Ciudad de México y sus añoranzas culichis.
También invita a imaginar sus propias versiones de las circunstancias ideológicas que permean las charlas más comunes en el noroeste del país.
“La publicación es un formato directo y económico en fisiografía que ofrece desde la contraportada de la misma cantidad de páginas en blanco para ser intervenida en respuesta de los supuestos que expongo en la primera mitad”, dijo Sepúlveda.
“Busco trabajar las sensibilidades de los conflictos regionales a partir de cuestionar los formatos tradicionales”.
Un limón más fresco
La idea de escribir un libro mencionó que surge a partir de una mezcla de estímulos; en 2017, cuando radicaba en la Ciudad de México, leía mucho y visitaba exposiciones, pero también pensaba en que su trabajo tenía mucho qué ver con el dibujo.
“Mi trabajo siempre ha sido conceptual, pero estuve pensando que tiene mucha relación con el dibujo, más que nada por la idea de hacer bocetos”, señaló el artista.
“Hacer dibujos es económico, no necesitas hacer la gran escultura de oro que cuesta millones de pesos, a veces solo basta encontrar la manera correcta de comunicarlo en un dibujo”.
A partir de entonces, señaló que quería contar lo que veía, lo que le pasaba, en este libro, que concluyó a su regreso a Culiacán.
Le parecía interesante saber cómo explicar acciones en palabras, sobre todo los regionalismos y las problemáticas sociales, que surgen en pláticas.
“Me interesaba reflejar en este libro el cómo habitamos el espacio en el que vivimos, como en pensar en un limón más fresco, porque en los últimos años han estado muy secos”.
Contarlo paso a paso
Puño de queso encima en su estado más sólido sobre una tortilla = a tortilla con queso, ¿Qué dirá tu pancarta en la próxima manifestación? = Acción. Resultado. Opinión. Estado.
Esto es parte del juego de palabras que se propone en esta publicación.
“Tenía muchos textos que trataban de explicar mi interés y relación con el arte, pero desde mi contexto. Me di cuenta de que había muchas similitudes al escribir o hacer una pieza de arte”.
“En esto me interesaba cuestionar si el arte contribuye o no al crecimiento social porque no se come, no pertenece a la canasta básica, no alivia nada, pero sí muchos de los conflictos vienen de esa visualidad y de cómo lo vemos”.
El artista que dirige el proyecto cultural Almendro explicó que siempre ha pensado que el texto es una forma evolucionada y contemporánea del dibujo.
“El dibujo es uno de los primeros lenguajes escritos visuales. A través de los dibujos realizados en piedras, entendimos parte de nuestra historia y ha ido evolucionando”.
Artículo publicado el 08 de septiembre de 2024 en la edición 1128 del semanario Ríodoce.