¿Qué hace que dos personas se peleen por llevarse un pastel? Es difícil encontrar una sola respuesta.
En las últimas semanas circuló una serie de videos polémicos donde se observaban jaloneos y conatos de bronca en las filas de la panadería de algunas tiendas Costco en el país.

Lea: Qué come usted: Bigotes sabor chocolate

Las imágenes eran bastante curiosas, penosas incluso. Las filas eran enormes y la ira estaba en el aire: clientes regulares y revendedores se hacían de palabras, llegando casi a los golpes en algunos casos, todo por llevarse un pastel o una caja de bollos a casa o para reventa.

Los pasteles y los panes representan comunión; se asocian con reuniones familiares o con festividades, como los cumpleaños, el día de las madres o el día de muertos. Este último está a la vuelta de la esquina, y el típico pan de muerto ya se encuentra en las vitrinas, en algunos desvergonzados casos, desde septiembre.

Como cada año, el 2 de noviembre será una fecha para honrar a los que ya no están con comida y bebida, en familia, disfrutando.

Las tradiciones no tienen por qué estar peleadas con la salud, pero a menudo se usan como pretexto para cumplir antojos y consumir en exceso.

Empaque

El empaque del Pan de Muerto Kirkland es una caja de cartón con ventana de plástico, por la cual podemos ver el producto al interior. No hay diseños de mercadotecnia en la caja, solo un membrete de la marca en la caja y la etiqueta base de la tienda en la que se agregan datos como el nombre del producto, peso, precio, cantidad de piezas y fecha de caducidad.

Esta etiqueta además incluye el listado de ingredientes y cuatro sellos de la Secretaría de Salud: exceso de calorías, exceso de azúcares, exceso de grasas saturadas y exceso de sodio.

Cada caja contiene nueve panes, así que, si lo compra directamente en la tienda y no en el mercado negro de los postres de Costco donde quizás encuentre venta por pieza, es necesario compartir.

Ingredientes

Este pan de muerto está elaborado con 10 ingredientes. La receta es bastante limpia dentro de lo que cabe, ya que se apega a las recetas tradicionales, por lo que podríamos catalogarlo como un procesado y no un ultra procesado.

Sus ingredientes son harina de trigo, mantequilla sin sal, huevo líquido, leche entera, levadura, azúcar de caña, emulsificantes (no se especifica cuáles), sal, saborizantes naturales y artificiales.

No vemos nombres extraños, ni tres tipos distintos de conservadores o mezclas que se ven en la panadería ultra procesada, aun así, hay que irnos con cuidado ya que el pan dulce por sí solo es de cuidado.

Vaya con moderación

El contenido total de la caja es de un kilo con 50 gramos de pan distribuido en nueve piezas. La declaración nutrimental es sobre porciones de 100 gramos, pero cada pieza de pan pesa poco menos de 117 gramos, por lo que hicimos la conversión.

Ya yéndonos a los números por pieza, hay 442 calorías por cada pan de muerto Kirkland, el 22 por ciento de las calorías recomendadas diariamente para un adulto sano.

También hay 11 gramos de grasa en la misma porción, aunque revisando la lista de ingredientes esta solo puede provenir de la mantequilla y el huevo, poco de qué preocuparse.

En cuanto a los carbohidratos en el producto, hay 75 gramos por pieza, y la mayoría provienen de la harina de trigo, el azúcar de caña y la leche. En el caso del azúcar, cada porción tiene 24 gramos de este edulcorante, lo que raya en el límite de lo tolerable recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 25 gramos para un adulto diariamente.

Una pieza de este pan de muerto contiene 500 miligramos de sodio, que representan el 22 por ciento del máximo de ingesta de sodio diario según recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón.

A pesar de ser un pan elaborado con ingredientes de calidad muy decente, sus valores nutrimentales siguen siendo elevados en algunos aspectos. El producto contiene gluten, azúcar y sodio en cantidades importantes. El consumo de productos como este, sumado a la mezcla con otros alimentos azucarados o salados, puede llevarnos a caer en el exceso.

Artículo publicado el 29 de octubre de 2023 en la edición 1083 del semanario Ríodoce.