Nadie escapa a la órbita del narco: artistas, ingenieros, médicos, químicos, músicos, periodistas…

JUAN CARLOS AYALA. Pero no contratan a cualquiera.

Las fuerzas del crimen organizado continúan contratando a profesionistas, principalmente abogados, médicos, contadores, y hasta artistas plásticos para que les hagan esculturas o retratos que cuelgan en las salas de las narco-mansiones donde habitan o bien, en las tumbas majestuosas, como las que se construyen en el panteón Jardines del Humaya, de Culiacán.

De acuerdo a académicos de diferentes universidades, el narco desde siempre ha permeado las altas esferas de profesionistas, pues es tanto el dinero que les destinan, para de ese modo asegurar el buen desarrollo y funcionamiento de sus empresas y de sus objetivos.

Juan Carlos Ayala Barrón, académico investigador por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), reveló que el tema de los profesionistas que son reclutados por miembros del crimen organizado es tan añejo como lo es la misma actividad criminal, aunque es notorio que hoy en día no sólo los contratan, sino que hasta llegan a pagarles la carrera completa para que, llegado el momento, les puedan servir.

“Aquí en Sinaloa, el narco no contrata a cualquiera, sino que llegan a un profesionista, sea abogado, médico, ingeniero, arquitecto o contador, a través de una persona de confianza, o bien porque se trata de un familiar, porque no meten a cualquiera a sus estructuras criminales”, dijo Ayala Barrón, autor del libro Reflexiones en torno a la violencia en México.

La DEA, por su parte, también reconoce que muchos profesionistas han sido “lampareados” por el poder del narco, incluso desde 2010 ha emitido una serie de alertas hacia agencias mexicanas sobre cómo los carteles reclutan profesionistas para que operen exclusivamente para ellos, como una forma de garantizar que sus operaciones sean manejadas de manera especializada.

“La forma en que los reclutan es que primero revisan el currículum en internet del profesionista que quieren contratar, luego checan su perfil, para después pedir información a las agencias de ofertas laborales y en algunos casos, hasta en las universidades. Y entonces contactan a los profesionistas para hablar con ellos y llegar a un acuerdo”, dijo la DEA en un comunicado.

Según citó el periódico El Universal, los grupos que más profesionistas contratan son el Cártel de Sinaloa y Cártel de Juárez, y los sueldos mensuales que ofrecen a cada profesionista oscila entre los 50 mil pesos.

Luis Astorga, titular de la cátedra Transformaciones económicas y sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), agregó que los cárteles ya no solo contratan profesionistas, sino que dentro de las mismas familias han empezado a exigir a sus hijos a estudiar una carrera universitaria, y eventualmente se integran a las operaciones del cártel.

“El cambio generacional dentro de las familias del crimen organizado ha permitido que la generación entrante tenga un mayor nivel educativo, más facilidad para acceder al conocimiento de los movimientos financieros, una apropiación del entorno tecnológico, una comprensión del entorno político y de herramientas más sofisticadas para el uso de armamento y de poder”, consideró Astorga.

Un piloto aviador originario de La Tuna, reconoció ante este semanario que él mismo fue patrocinado por Joaquín, el Chapo Guzmán, quien en 2005 le pagó una carrera de piloto aviador y eventualmente comenzó a pilotear avionetas tipo Cesna cargadas de droga.

“Yo estaba morro, unos 17 años, y el viejón me dijo que él me pagaba la carrera de piloto, y al poco tiempo yo andaba volando por el rancho piloteando cesnas”, dijo el piloto.

Ayala Barrón coincidió que el crimen organizado, efectivamente, ha pagado los 800 mil pesos que cuesta la carrera de piloto aviador, debido a que muchas familias no cuentan con ese dinero, y miembros del crimen organizado los patrocinan, muchas veces con la condición de que eventualmente operan para ellos.

“Pero no sólo son pilotos, tradicionalmente sabemos que patrocinan a contadores, abogados médicos, químicos, todo lo que se pueda uno imaginar para con ello lograr el buen Desarrollo de sus empresas”, dijo Ayala Barrón, quien actualmente investiga temas relacionados con violencia, cultura narcotráfico violencia y juvenicidios en Sinaloa.

Uno de los profesionistas más emblemáticos contratado por los cárteles es el doctor Humberto Álvarez Machain, quien aparentemente inyectó narcóticos al agente antidrogas Enrique Kiki Camarena, para mantenerlo con vida mientras era torturado por órdenes de Rafael Caro Quintero, según reportes de la DEA.

Otro miembro de alto perfil del crimen organizado que está documentado tiene educación, es Eduardo Arellano Félix, quien cursó la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y después realizó una especialidad en cardiología. Su cédula profesional es la número 0677284 tipo C1. Aún con toda esa educación, terminó operando para el Cártel de Tijuana.

Durante el llamado juicio del siglo, trascendió que Cristian Rodríguez, un técnico de origen colombiano, habría sido contratado por el Chapo Guzmán para instalar antenas en diferentes puntos de la sierra para agilizar la comunicación entre el capo y sus grupos de seguridad.

No obstante, no todo es color de rosa entre profesionistas con miembros del crimen organizado, pues de acuerdo a reportes de diversos medios, también se han dado casos en donde han secuestrado a profesionistas para que laboren para el cártel, como ocurrió entre 2008 y 2012, cuando 36 profesionistas y técnicos fueron tomados por Los Zetas para que operaran para ellos.

Alejandro Alfonso Moreno Baca, ingeniero en Sistemas, fue uno de los profesionistas que fueron plagiados por el cártel de Los Zetas, sin razón aparente, y de quienes nunca volvió a saberse, hasta que trascendió que habían sido raptados por miembros del crimen organizado para que laboraran para ellos sin que les ofrecieran pago alguno.

El crimen organizado también ha llegado al mercado de las artes, pues está documentado que ha contratado desde fotógrafos, y artistas plásticos, para que tomen fotos o que dibujen las criptas familiares.

“Y son trabajos bien pagados, y hasta hemos sabido de casos en donde les hacen sus propias esculturas, más comúnmente de personas fallecidas, como una forma de enaltecer su memoria”, observó Ayala Barrón.

Además de las artes plásticas y la fotografía, los narcos también han contratado músicos y directores de cine, para que les compongan corridos y les hagan películas narrando historias o anécdotas de sus vidas, incluso, medios como Al Jazeera han documentado que periodistas en diferentes partes del país, han aceptado dinero para proteger los intereses de grupos del crimen organizado.

Artículo publicado el 06 de agosto de 2023 en la edición 1071 del semanario Ríodoce.

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