Cuando me paré frente al refrigerador de Pepsi, no sabía que estaba por elegir un refresco sin identidad. Vita me pareció una buena opción a revisar porque lo recuerdo de mi infancia. Era un clásico en ese entonces.

Acostumbrábamos vaciar botellas bebiendo directo, sin destapar, solo había que hacerle un hoyo con un picahielo a la ficha y listo: refresco para rato, a tragos breves. No teníamos ni idea de que esa basura era mortal; todavía lo es. La mayor amenaza imaginada en ese entonces, era encontrarnos con una barda coronada con esas mismas botellas vacías y quebradas, listas para cortar a quien osara treparse.

Al buscar información sobre Vita, nos encontramos con que, simplemente, no hay. La página de PepsiCo no la tiene entre sus marcas, la página de Geep, cuya línea de atención viene publicada al reverso de la etiqueta, tampoco. Vita no existe para Pepsi, pero la siguen produciendo y distribuyendo.

Envase

La botella de Vita sabor Fresa es un Pet cilíndrico transparente muy similar a las botellas de otras marcas PepsiCo. El diseño es simple, la etiqueta es color rojo, lo que prácticamente hace que se pierda en el rojo de la bebida.
El nombre de la marca y el sabor se presentan en color verde con vivos amarillos al fondo, justo al centro de la etiqueta; un par de fresas decoran el conjunto de elementos.

El producto cuenta con dos sellos de la Secretaría de Salud: exceso de calorías y exceso de azúcares. Además, exhibe una advertencia por el contenido de edulcorantes, por lo que no se recomienda en niños.

Ingredientes

Vita sabor Fresa está elaborado con nueve ingredientes. Agua carbonatada, jarabe de maíz de alta fructosa, ácido cítrico, saborizante sabor fresa, benzoato de sodio, Rojo Allura, Aspartame (edulcorante), Acesulfame K (edulcorante) y Neotame (edulcorante). Por contener Aspartame, el producto contiene Fenilalanina, esto está debidamente declarado al final de la lista de ingredientes.

El jarabe de maíz de alta fructosa es muy común en la industria refresquera, pero ya no tanto como lo fue hace algunos años. Su desprestigio y el uso de edulcorantes no calóricos han hecho que se vea reducido en cantidad o que incluso desaparezca de algunas recetas. Vita lo tiene como el segundo ingrediente de mayor cantidad, solo después del agua.

Este edulcorante, es un tipo de azúcar altamente refinado, de dulzor intenso y mucho más barato que el azúcar de caña.

De acuerdo con el Dr. Douglas Bettcher, Director del Departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, “la ingesta de azúcares libres, entre ellos los contenidos en productos como las bebidas azucaradas, es uno de los principales factores que está dando lugar a un aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo”.

Vita ¿De vida?

Vita es una voz latina que se traduce como “vida”, lo cual confunde. Vita no tiene vida ni para sus creadores. Y al ver el listado de ingredientes es evidente que no se trata de una mezcla muy viva, sino una muy azucarada.

El producto fue reformulado a partir de las regulaciones lanzadas en el último par de años. Ahora un 20 por ciento menos azúcar que antes de la reformulación, pero contiene tres diferentes tipos de edulcorantes que fungen como sustitutos, pero con menos aporte de calorías. Aun así, su aporte sigue siendo excesivo en este apartado.

Aun con edulcorantes, este producto tiene 47 gramos de jarabe de maíz de alta fructosa por botella, dicha cantidad de azúcares que le otorga los dos sellos de advertencia.

A diferencia del azúcar los aditivos edulcorantes son más intensos, el Neotame, último en la lista de ingredientes de Vita, por ejemplo, es hasta 13 mil veces más dulce que el azúcar regular.

Existen estudios que sugieren que el consumo de edulcorantes artificiales puede promover la alteración del gusto en menores, así como a producir cambios en el apetito o acostumbrarlos a los alimentos dulces.

En definitiva, se trata de una bebida altamente azucarada, a razón de casi dos veces la ingesta diaria recomendada por la OMS, y, además, cuenta con edulcorantes que no son recomendables en niños, un grupo que acostumbra beber refrescos de sabor con mayor frecuencia.

Artículo publicado el 15 de mayo de 2022 en la edición 1007 del semanario Ríodoce.