Esta semana se inauguró el foro “Por una infancia libre de obesidad en México”, un evento organizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y dentro del cual la lactancia fue tema central. El Instituto reconoce a esta práctica materna como la intervención en salud de menor costo, con mayor impacto, sustentable, sostenible para el medio ambiente, la economía familiar y comunitaria.

“El foro tiene como objetivo promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida e iniciar la alimentación complementaria después de este periodo, los primeros mil días de vida del lactante son primordiales”, señaló la doctora Célida Duque Molina, directora de Prestaciones Médicas.

En la misma intervención Duque Molina mencionó que este alimento cuenta con efectividad inmediata, además de prevenir el sobrepeso y obesidad en menores.

En el mundo, hay alrededor de 40 millones de lactantes y menores en edad escolar que padecen sobrepeso u obesidad. En México, se estima que uno de cada 20 menores de cinco años tiene este problema y que gran parte de ello se debe al constante consumo de productos ultra procesados.

En las últimas décadas, la obesidad se ha convertido es un trastorno de salud pública con efectos adversos como diabetes tipo II, asma, problemas musculo-esqueléticos, hipertensión, además de incrementar el estrés y la baja autoestima.

Por su parte, el doctor Mauricio Hernández Ávila, director de Prestaciones Económicas y Sociales subrayó la necesidad urgente de implementar una estrategia nacional multisectorial que involucre a todos los niveles de gobierno y sector privado para incidir en el impacto de la obesidad en la población infantil y fomentar la actividad física.

Unicef llama a regular publicidad de sustitutos de leche materna

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) hizo un llamado a regular la publicidad falsa alrededor de las fórmulas infantiles que sustituyen la leche materna. Catalina Gómez, representante de UNICEF en México señaló que “no son iguales, ni mejores” que el hecho de amamantar a un bebé y que en nuestro país solo tres de cada diez mujeres dan pecho a sus bebés durante los primeros seis meses de vida.

Durante el Foro Nacional “Oportunidades para Fortalecer las prácticas de lactancia materna en México”, añadió que además del bombardeo de publicidad, las mujeres que alimentan a sus bebés con leche materna, también se enfrentan al poco o nulo apoyo en sus centros de trabajo para continuar con esta práctica que no solo refuerza el vínculo entre madre e hijo, sino que protege a ambos contra infecciones y enfermedades.

La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que todos los neonatos deben ser alimentados exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses.

“Se está poniendo la idea de que los sucedáneos de leche materna son mejores o iguales a la leche humana cuando esto es un error y debe corregirse. Uno de cada tres bebés en México se alimenta de manera exclusiva con lactancia materna y el resto de los bebés lo hacen con una mezcla de alimentos que pueden incluir desde otros tipos de leche de vaca u otro animal, también de sucedáneos de leche materna y de bebidas azucaradas. Esto tiene que pararse debido a que le estamos afectando a muchas niñas y niños la oportunidad de recibir el mejor alimento que se puede recibir desde el inicio de la vida que es la lactancia materna”, señaló Catalina Gómez.

Los sucedáneos: ni iguales, ni mejores

Se ha calificado a la lactancia materna como la primera vacuna y un regalo de amor a nuestros bebés, y lo es. La leche materna es la primera vacuna que recibe un recién nacido debido a que contiene características nutricionales e inmunológicas que lo dotan de anticuerpos y le brindan protección ante un sinnúmero de enfermedades.

Es por esto que sustituir la leche materna con fórmulas lácteas industrializadas representa un peligro para la salud de los neonatos, al verse expuestos a enfermedades infecciosas (diarrea, influenza, neumonía) y no infecciosas (sobrepeso y obesidad). Si bien es cierto que muchas de las fórmulas lácteas contienen nutrientes esenciales, su biodisponibilidad no es la misma que la de la leche materna.

Los sucedáneos, además, están elaborados con leche de vaca, soya, arroz u otra mezcla de proteínas hidrolizadas. Contienen almidón, azúcares e incluso en algunos casos, para los más chiqueones, saborizantes como vainilla.

Un estudio publicado por la red de medios inglesa The Conversation reveló que de 212 marcas de fórmulas lácteas analizadas más de la mitad tenía más de cinco gramos de azúcar por cada 100 mililitros, y en muchos de estos casos la cantidad era mayor a 7.5 gramos. Para aclarar más el contexto, una Coca-Cola regular actualmente tiene 8 gramos en la misma cantidad de mililitros.

Artículo publicado el 08 de agosto de 2021 en la edición 967 del semanario Ríodoce.