ASE: ¿Y quién vigila al vigilante?

ASE: ¿Y quién vigila al vigilante?

Antonio Vega Gaxiola. El pago de facturas.
Antonio Vega Gaxiola. El pago de facturas.

Muchas semanas antes de que Antonio Vega Gaxiola fuera electo auditor superior del estado se supo que ya había pasado el filtro principal. Desde el tercer piso de palacio se dio la indicación de ungirlo y el resto fue cabildear con los grupos parlamentarios. Parte de ese trabajo lo realizó el propio Vega Gaxiola en las mesas del restaurante Mar & Sea, cuyo propietario es el ex gobernador Juan Millán. Allí se reunió con diputados y dirigentes de distintos partidos, en un trabajo similar al de la hormiga, con el respaldo, por supuesto, del “padre político” del gobernador Mario López Valdez.

El resultado fue que en la sesión del Congreso del Estado, realizada el 17 de junio de 2014, de los 39 diputados presentes, 38 votaron por su candidatura y solo uno de ellos lo hizo por Pedro Tapia Arellano, otro de los pretensos.

Antonio Vega había sido director de Fiscalización en la administración de Juan Millán y bajo el gobierno de Jesús Aguilar Padilla, subsecretario de Ingresos. Se le tilda, por los que lo conocen bien, como un “mago de las finanzas”.

Frívolo —o flexible en sus querencias políticas—, se acercó al actual gobernador pretendiendo la secretaría de Administración y Finanzas, pero su cercanía con Aguilar lo apestó a los ojos de un hombre dominado por el rencor. Pero no quitó el dedo del renglón y se mantuvo a la espera mientras asesoraba, a través del despacho contable Vega Prieto y Asociados, a la Auditoría Superior del Estado, cuyo titular era Marco Antonio Fox.

Vega Gaxiola no es un burócrata más. Es un hombre de poder y por eso su liviandad a la hora de escoger “amigos”. Llegó a donde está para servir al poder y servirse de ello. Su carácter de “instrumento” quedó demostrado en aquella celada que les puso a varios alcaldes —cuyas cuentas era revisadas en ese momento por la ASE—, cuando los invitó a una comida al Mar & Sea sin avisarles que estaría presente Juan Millán Lizárraga, en esos meses (julio-septiembre) muy preocupado en las definiciones respecto a quién sería el candidato por la gubernatura en 2016 y qué hacer en su momento.

Por eso tienen razón quienes ven en las denuncias penales contra regidores de Ahome y Mazatlán, que se asignaron bonos de despedida, una artimaña de verduguillo: por un lado, distraer la atención de lo realmente costoso, que son los endeudamientos y desvíos millonarios en la cuenta estatal y, por el otro, golpear la imagen del Partido Acción Nacional, en la víspera de las elecciones federales.

Los panistas tendrían que ser muy ingenuos para no sospechar que este manotazo jurídico, que se antoja político, lleva una intención aviesa; o Antonio Vega Gaxiola tendría que gozar del prestigio que le imprimió Marco Antonio Fox a la ASE, a pesar de que venía de administraciones priistas, para que no lo estuviesen acusando de ser un protector de Malova y un operador del PRI.

Ahora, lo que tienen que responder los panistas es por qué eligieron a Vega Gaxiola como auditor. ¿Ya se le olvidó a Adolfo Rojo Montoya que él y el resto de la bancada panista votaron mansamente por él? ¿No conocían sus antecedentes? ¿O les pareció suficiente que fuera un “mago de las finanzas”?

Lo que parece estar claro es que la reputación que Marco Antonio Fox le dio a la ASE se empieza a hundir porque su titular no ha sabido ni querido guardar distancia de los poderes a los que tiene que vigilar.  Y eso es fatal para una entidad fiscalizadora, porque se supone que de ahí emanarían las medidas y las iniciativas para mejorar los sistemas de administración de los dineros públicos, además de tomar medidas contra aquellos que hacen uso indebido de ellos.

Pero lo peor es que esto ocurre cuando no se había visto en Sinaloa un manejo tan turbio del erario, tanto desorden administrativo, tanto cinismo. Y cuando la ASE parecía una entidad en un proceso de consolidación, respetada, con credibilidad.

 

Bola y cadena

¿QUÉ MEDIDAS IMPORTANTES PUEDE tomar el auditor superior ante los desparpajos administrativos de ayuntamientos y cuentas estatales? Ninguna que atente contra aquellos que le ayudaron a llegar al cargo. Sería como pedirle al nuevo titular de la Secretaría de la Función Pública que vaya contra el presidente Enrique Peña Nieto, si fue él quien lo puso allí.

 

Sentido contrario

EN 2007 SE REFORMÓ LA LEY ELECTORAL para instaurar las precampañas, abriendo con ello la competencia al interior de los partidos para definir candidaturas. Una medida que intentaba impulsar la democracia interna de los partidos, pero que ha sido anulada en los hechos mediante la imposición de candidatos desde las cúpulas. Esta semana concluye el periodo de precampañas y lo único que vimos fueron designaciones “de unidad” y pleitos en algunos distritos por el cargo, no actos de proselitismo ni lucha democrática interna.

 

Humo negro

ES VERDAD, ESTE FEBRERO CUMPLIMOS doce años como periódico, lo cual es un buen motivo para partir un pastel, abrir una botella y bailar un ballenato (tal vez para recordar a uno de los periodistas más osados que ha parido esta América nuestra, el gran Gabriel García Márquez, de quien supimos por sus biógrafos, ya muerto, que estaba convencido de que si un reportero no encontraba un dato tenía permiso para inventarlo). Somos, entonces, un periódico adolescente, con mucho camino por delante. Intacta la línea editorial, innegociable, hemos estado consolidando todos estos años un proyecto que, sin haberlo concebido así, porque hubiese sido demasiado pretencioso, empieza a hacer historia en Sinaloa. Salud por eso.

 

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