El consumo excesivo de café puede perderse en nuestra rutina diaria, pasar desapercibido. Pero no por eso no representa riesgos para la salud. A pesar de los beneficios bien documentados del café, como la mejora en la concentración y el impulso de energía, el abuso de esta bebida puede enfermar nuestro sistema nervioso.
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Es necesario vigilar la cantidad que consumimos e identificar algún síntoma de que quizás estemos consumiendo cafeína en exceso.
El consumo excesivo: con los nervios de punta
Entre los principales riesgos por consumir café de manera excesiva podemos encontrar un aumento de la ansiedad y nerviosismo. La cafeína actúa bloqueando la adenosina, un neurotransmisor que ayuda a relajar el cerebro y permite la sensación de sueño. Con el bloqueo de la adenosina, el sistema nervioso central se estimula, lo que en grandes cantidades puede generar ansiedad, irritabilidad y nerviosismo.
Otro problema con el consumo inmoderado de café es el del trastorno del sueño. Consumir café en exceso, especialmente en la tarde o noche, puede afectar el sueño. El efecto de la cafeína es de alrededor de cinco a seis horas, por lo que si se consume café durante la tarde, es posible que aún haya una cantidad significativa de cafeína en el sistema al ir a dormir. Esto afecta la cantidad y calidad del sueño, lo que se traduce en una mayor fatiga durante el día.
Otro factor, y uno de los más comunes, es el de la dependencia y síndrome de abstinencia. La cafeína puede generar dependencia, y las personas que consumen café en exceso pueden experimentar síntomas de abstinencia si interrumpen su consumo abruptamente. Estos síntomas incluyen dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse, lo que refuerza el ciclo de consumo excesivo.
¿Quiénes son más vulnerables?
Las personas más vulnerables en el contexto del abuso del café, son aquellas con ansiedad o trastornos del sueño preexistentes, ya que la cafeína puede agravar los síntomas de ansiedad y alterar el sueño en personas que ya tienen problemas en estas áreas. Para ellos, el café en exceso representa un riesgo importante, y el consumo debería ser moderado o evitado por completo.
Aunque muchos de los efectos del consumo excesivo de café son notorios a nivel nervioso, la popular bebida también puede afectar a otros grupos de personas, como por ejemplo quienes tienen predisposición a la hipertensión o problemas cardíacos, así como adultos mayores o embarazadas.
La cafeína aumenta la presión arterial temporalmente y podría incrementar el riesgo de problemas cardíacos en personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares.
Las personas con problemas gastrointestinales como acidez, gastritis o síndrome del intestino irritable podrían experimentar un empeoramiento de los síntomas con la cafeína debido a la estimulación del ácido gástrico.
Como medida preventiva, los adultos mayores ylas mujeres embarazadas deben restringir su consumo de cafeína.
Artículo publicado el 03 de octubre de 2024 en la edición 1136 del semanario Ríodoce.